EL ASIENTO DEL REY ARTURO Y LOS 17 SEPULCROS
Publicado en
julio 05, 2021
ESCOCIA - Edimburgo.
En Edimburgo se alza una majestuosa colina, conocida con el nombre de "Arthur’s Seat" (El asiento del Rey Arturo). Se dice que, bajo sus rocas con forma de león, duerme el mítico rey, a la espera de ser despertado; además de una infinidad de leyendas y tradiciones.
Sin embargo, no fue en la época artúrica cuando la colina sufrió su acontecimiento más misterioso. En 1836, mientras que unos jóvenes recorrían su relieve en busca de madrigueras de conejos, descubrieron una cavidad poco profunda en la pendiente noreste del macizo, cubierta con tablas de pizarra.
Intrigados, los amigos comenzaron a cavar para liberar la abertura y contemplar el interior de la oquedad. Cuál fue su sorpresa cuando sus miradas descubrieron 3 filas superpuestas con 17 pequeños sepulcros. En su interior, se encontraban 17 muñecas tallados en madera de pino y con adornos de hierro y estaño, elaboradas a mano y cubiertas con vestidos de algodón, con las botas pintadas en negro y en diferentes estados de conservación. Algunas parecían antiguas, otras habían sido fabricadas hacía poco tiempo.
Para explicar su presencia, la prensa de la época dio rienda suelta a las especulaciones: debía ser cosa de brujería que se utilizaba para lanzar hechizos; algunos periódicos recordaban antiguas costumbres en las que, para salvar las almas de los marineros que habían desaparecido en el mar, se les daba sepultura; otros decían que son un tributo a las hadas, ya que la colina de Arthur’s Seat se considera mágica y se cree que fue el lugar en el que estaba Camelot; otros pensaban que era parte de un ritual satánico.
Años más tarde surgió otra hipótesis. A comienzos del siglo XVIII, Edimburgo se había convertido en un importante lugar para la investigación médica y para ello se requería diseccionar los cuerpos. Intuyendo el buen negocio, dos hombres, Burke y Hare, decidieron dedicarse al comercio de cadáveres. Tras 10 meses de actividades criminales en 1828, el número de sus víctimas se elevaba a 17... Un asunto que traspasó las fronteras de la ciudad.
Lo que se sabe en realidad, por las investigaciones llevadas a cabo a lo largo de los años, es que posiblemente fueron obra de uno o dos carpinteros por el tipo de material y la habilidad al tallar los ataúdes. También se cree que las figuras humanas, todas masculinas, pudieron ser anteriormente soldados de juguete tallados en madera alrededor de 1780. Fueron vestidos y depositados en los ataúdes sobre 1830 y a algunos de ellos se le retiraron los brazos ya que no cabían en los pequeños sarcófagos. No se cree que fueran tallados para ser enterrados ya que tienen los ojos abiertos.
De los 17 ataúdes originarios, sólo sobreviven 8. Los historiadores continúan estudiándolos y piensan que con las modernas tecnologías quizá puedan averiguar algo más y arrojar luz sobre este pequeño misterio. Desde entonces los ataúdes pasaron por varias manos hasta quedar depositados en el Museo Nacional de Escocia.
¿17 pequeños féretros para honrar a las 17 víctimas? ¿Un acto de brujería? ¿Una sepultura para los marineros? ¿Una ofrenda al Rey Arturo? Nadie ha descubierto nunca el final de la historia. Ocho de estos sepulcros se encuentran expuestos en el Museo Nacional de Escocia, en Edimburgo, y todavía hoy los visitantes los escrutan, con la esperanza de resolver al fin su secreto.
"El asiento de Arturo" es el pico principal de un grupo de colinas que forman la mayor parte de Holyrood Park, un espacio natural con un paisaje similar a los Highlands cerca del centro de Edimburgo (Escocia), aproximadamente kilómetro y medio al este del Castillo de Edimburgo. Las colinas se elevan sobre la ciudad hasta una altura de 251 m y proporciona una vista panorámica de la ciudad; además es muy sencillo de escalar, lo que lo convierte en un paseo muy popular. Aunque se puede ascender desde casi cualquier dirección, la forma más sencilla es desde el este, con suaves cuestas cubiertas de hierba sobre el Dunsapie Loch.
Es común pensar que su nombre es una derivación de las leyendas del Rey Arturo, tal y como aparecen en el Y Gododdin. Sin embargo, también se ha sugerido que puede ser una corrupción de Archer's Seat ("El asiento del arquero"), dado que esta roca era un punto significativo en la defensa de la ciudad.
Fuente del texto:
Sir Edward's, Scotland in a glass /
Wikipedia /
SuperCurioso