Publicado en
octubre 27, 2013
Sin saber cómo o cuándo, hay mujeres que un día descubren que aquello que era el motor de sus vidas desapareció. ¿Es usted víctima cel desamor?
Por Alexandra Zurita Andrade (azurita@vistazo.com)
Crecemos rodeados de películas, canciones, leyendas y novelas que nos hacen creer que el amor es para siempre. "El amor es eterno mientras dura", escribió el poeta y cantautor brasileño Vinicius de Moraes, una idea que probablemente es la más cercana a la realidad, aunque los enamorados más entusiastas se nieguen a aceptarlo.
En el plano de lo humano nada es eterno y eso incluye los sentimientos. Y en especial el amor que es, quizás, el más intenso de todos y contra el que toda persona tropieza, al menos, una vez en su vida. ¿Qué hace que después de llevar relaciones estables y felices durante varios años, haya mujeres que descubran que eso que un día fue su motor ya no exista?
UNA MUERTE LENTA
El doctor Paúl Corcuera, director del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura asegura que "no es cierto que el amor muera per se, sino que somos nosotros los que lo dejamos morir" y añade que "una situación de ruptura no llega inesperadamente, de un momento a otro, sino que es fruto de un proceso lento en el que se han ido descuidando aspectos y este descuido va dificultando la convivencia". La falta de detalles de cariño, las discusiones continuas las innumerables reuniones sociales a las que se asiste sin la pareja, las amistades íntimas con personas de otro sexo, entre otras cosas, contribuyen a que el amor disminuya y desaparezca.
Sergio Sinay, escritor argentino, especialista en vínculos humanos, escribió para el diario La Nación que no se puede desconocer al factor tiempo como esencial para la construcción de una relación amorosa que aspira a la felicidad. "No solo se trata de que una pareja perdure en el tiempo, sino de que lo haga unida por un propósito común", dice y explica que "si bien muchas parejas pueden extenderse en el tiempo, eso no necesariamente significa la existencia de un sólido y profundo lazo de amor", sino que hay circunstancias que los mantienen juntos (convicciones religiosas, mutuas conveniencias, temor a la separación y soledad, no querer dañar a los hijos, etc.)
YA NO LA AMO
No hay que confundir desamor con practicidad. El tipo de cultura en la que estamos inmersos nos empuja a conseguir más cosas de manera compulsiva y, entre esas, está también la felicidad. Por ello, muchas parejas, en especial las más jóvenes, creen ya no amarse cuando aparecen los primeros problemas o surgen otras oportunidades amorosas más atractivas. En estos casos vale preguntarse si se dio el tiempo necesario para que ese amor madure y sobreviva a la primera etapa de la pasión. Está comprobado científicamente que el enamoramiento decrece aproximadamente a los cuatro años de relación (tiempo en el que curiosamente se dan la mayoría de los divorcios). Por eso es necesario que la pareja comparta el cariño, los gustos, las prioridades, las metas, las ilusiones... y alimentar todo eso para crecer, desarrollarse y evolucionar.
Si ha aceptado que el amor hacia su pareja terminó, asúmalo, no tema al dolor que esto le produzca. No le dé más vueltas, no busque explicaciones, culpables o víctimas, esto solo aumentará el sufrimiento. Si necesita hablar con alguien, hágalo. No espere consejos o soluciones, solo que la escuchen. Los cambios importantes siempre asustan, pero cuando se hacen a conciencia y a tiempo son más efectivos y satisfactorios.
Sin embargo, si todavía no ha llegado a ese punto en el que no hay marcha atrás, luche. Las relaciones no se acaban de un día para otro. El amor es como un ser vivo, que se acaba cuando se deja de alimentar y cuando se olvidan los detalles.
¿SIGUE ENAMORADA?
Es normal que una persona tenga dudas sobre si realmente quiere estar con su pareja, pues como dice Ma. Jesús Alava Reyes –sicóloga española, autora del libro Amar sin sufrir– cuestionarse constantemente los sentimientos y las emociones es importante para buscar qué se puede mejorar en la relación y cómo ilusionarse de nuevo.
Para llegar a esto, descubra cómo están sus sentimientos con respecto a su pareja. Conteste estas preguntas con un "verdadero" o "falso".
1. Todavía me gusta sorprender a mi pareja con pequeños regalos.
2. Todavía busco actividades en las que nos podamos divertir juntos.
3. Todavía hago ciertas cosas pequeñas para que mi pareja tenga algo de tiempo libre.
4. Hago un esfuerzo por agradar a mi pareja en la intimidad.
5. Aún me siento físicamente atraída por mi pareja.
6. Espero con ansiedad los momentos de intimidad con mi pareja.
7. Cuando mi pareja me toca, rara vez quiero apartarme.
8. Me gusta tocar a mi pareja casi siempre.
9. Espero con ansiedad que nuestros hijos crezcan para estar solos de nuevo.
10. Encuentro a mi pareja tan sensual como antes.
11. Me enorgullece encontrar en alguno de mis hijos algún rasgo de mi pareja.
12. Rara vez me molesto si mi pareja me pide que haga algo.
13. Ahora me es más fácil que antes disculpar las limitaciones de mi pareja.
14. Todavía hago el esfuerzo de agradar a las personas que gustan a mi pareja.
15. Podríamos viajar juntos una semana sin aburrirnos en lo absoluto.
16. Todavía me interesa el trabajo y la carrera de mi pareja.
17. Mi buena relación con mi pareja todavía es más importante que ganar una pelea, aunque yo tenga la razón.
18. Creo que mi pareja y yo somos excelentes amigos.
19. Me siento bien y no me siento comprometido cuando mi pareja hace algo especial por mí.
20. Hago todo lo posible para, con mi pareja, llegar a un acuerdo sobre la educación de nuestros hijos.
21. Todavía hago ciertas tareas domésticas con un mínimo de objeción.
22. Me irrito y quejo menos con mi pareja por las cosas que hacía antes.
23. No permito que mi trabajo interfiera con las necesidades de mi pareja.
24. Sigo mirando a los ojos a mi pareja y me gusta que él haga lo mismo.
25. Acepto mejor las visitas de mis suegros y cuñados a casa.
Anótese un punto por cada respuesta positiva. Si tiene entre 1 y 13 puntos debe reflexionar seriamente sobre sus sentimientos y su relación y pregúntese qué pueden hacer usted y su pareja para mejorar la situación. Si su puntaje va de 14 a 17 puntos, hay signos de que hace falta mejorar algunos aspectos de la relación y si es de 18 a 25 puntos, lo más probable es que estén enamorados y tengan una sólida vida juntos.
A más de obtener un puntaje, estas preguntas le servirán para analizar su situación, el estado de su amor hacia la otra persona y la ayudará a reflexionar sobre sus sentimientos y su situación actual.
Las preguntas fueron tomadas del libro: "¿Está Ud. enamorado de su cónyuge? El lilbro de los tests. Usted y los otros. Volumen II, B.M." por Nash y R. Monchick. Editorial Gedisa.
Fuente: Revista HOGAR, Noviembre 2007.