1968, EL GRAN REMEZÓN UNIVERSAL
Publicado en
marzo 31, 2013
Correspondiente a la edición de Octubre de 1993
Por Alvaro Samaniego
El mundo parecía una caldera: mucha agitación, muchos cambios, héroes que aparecían, líderes que caían, anónimos seres que practicaban lo prohibido, ideas nuevas que querían imponerse, viejos argumentos que no querían ceder, ¡Uff!
Los editores de los periódicos no tenían problemas para armar su primera página, porque los sucesos internacionales abundaban; no así los nacionales, marcados por un cambio de gobierno mediante el cual José María Velasco Ibarra tomaba el mando del país de manos de Otto Arosemena: el quinto velasquismo.
Vietnam... Para muchos, una mala palabra, porque la guerra fría ya había determinado quienes eran los buenos y quienes los malos. Para occidente, el Vietcong era como el demonio, y estaba exterminando a los ángeles vengadores nacidos bajo el sello de Marines.
Mucho llanto se derramó cuando los ex-combatientes relataban las atrocidades que cometían los "rojos" en el campo de prisioneros de Hanoi, la capital socialista de Vietnam. Pero la opinión pública mundial se asustaba más de ciertas acciones norteamericanas que daban cuenta de un ejército con muy poco control. Más de cien vietnamitas, niños, mujeres y ancianos, morían a manos de una columna militar extranjera. Estos sucesos, sin embargo, marcaban el inicio de lo que se llamó "vietnamización" de la guerra: el anvance_ de las fuerzas del Vietcong obligó al presidente Lindon Johnson a retirar tropas de infantería e intensificar los ataques aéreos, para detener la permanente toma de puestos estratégicos por sus enemigos. Estados Unidos ponía en marcha todo su aparato militar, porque la guerra en selvas tropicales le estaba significando una bochornosa derrota internacional y tensiones internas.
Más tensiones internas, sería oportuno decir. Encapuchados con traje blanco completo mantenían una guerra irregular contra los norteamericanos de color, en el sur profundo. El Ku Klux Klan. Nigger era el término despectivo con el que los blancos querían perpetuar sus ventajas sobre los afro-americanos. Martin Luther King, un pastor protestante -además Premio Nobel de la Paz-, conducía la lucha política por la igualdad de derechos para los negros, inspirado en la no violencia activa de Gandhi.
De hecho, había una amenaza en contra de los privilegios tradicionales, así que King llegó al final como muchos elegidos: en Memphis, Tennesse, murió asesinado a balazos cuando salía de su hotel para presidir una manifestación.
Con iguales fines pero con un activismo mucho más radical, luchaba también por la igualdad (y contra el Ku Klux Klan) Stokeley Carmichael: Malcom X. Presidió durante algunos años el Comité de Coordinación de Estudiantes No Violentos pero, en 1968, rompió con esta organización y se inclinó por un "racismo negro" muy militante (años después murió abaleado).
La violencia, en ese año, también alcanzó a Robert Kennedy, del clan: varias balas le encontraron cuando hacía campaña por el partido demócrata, tratando de optar por la presidencia de Estados Unidos.
Como abogado, había ganado fama por su feroz disputa contra Jimmy Hoffa, jefe del todopoderoso Sindicato de Transportadores. No es necesario recalcar sobre la presencia del hermano del gran JFK: se le consideraba una especie de "heredero al trono", es decir, a la Oficina Oval.
La violencia no venía, exactamente, de parte de quienes querían cambiar el sistema: los sicodélicos hippies que pretendían que se haga el amor y no la guerra. Sin embargo, ya se producían los primeros vestigios de perdición: en Guayaquil se detuvo, ese año, un cargamento de cocaína que viajaba a los EE.UU, avaluado en 1.5 millones de dólares.
Como la palabra droga reemplazaba, de alguna manera, los calificativos peyorativos de los que actuaban "contra la moral", drogadictos eran quienes practicaban el amor libre por química, odiaban la guerra por convicción, pensaban en su ser como un elemento de la naturaleza, cuestionaban la organización del estado o se liberaban de las atrofias morales tradicionales (en este año se registró el primer matrimonio civil entre homosexuales, en Holanda).
Los estudiantes, en París, estaban hasta la torre de su modelo de educación (del Estado, en el fondo) y pusieron de cabeza los esfuerzos académicos y policiales por mantener la disciplina: los cimientos de occidente tambaleaban. La guerra fría contra los comunistas era lo bastante intensa como para iniciar una contra los anarquistas de pelolargo y grafittis revolucionarios (ver publicación de Jorge Adoum: Paris fue, realmente, una fiesta).
Una reacción casi inmediata se produjo al otro lado del Atlántico. En este candente 1968 los universitario mexicanos se reunieron en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, porque el ejército había ocupado el Instituto Politécnico local. Militares y policías pusieron orden a tiros y hubo, como resultado de tal "orden", 40 muertos, 350 heridos y más de mil detenidos.
El problema no se solucionaría entonces, como tampoco la dominación que, por su lado, imponía la Unión Soviética de Brezhnev.
Las flores se convirtieron en revolucionarias y presidían las manifestaciones de apoyo a reformas internas en Checoslovaquia,. para promover mayores libertades: era primavera, era Praga. Los nuevos Presidente y Secretario General del Partido Comunista tenían el apoyo general para descentralizar y democratizar su nación. Perseguían rehabilitar a las víctimas del stalinismo, volver la estructura de producción autogestionaria y lograr la federalización política checoslovaca.
Pero, en agosto, tanques con el emblema del Pacto de Varsovia entraban en Praga para impedir que Alexander Dubcek y Ludvik Svoboda concreten las reformas: las flores de la primavera de Praga se marchitaron.
En América Latina se intentaba regar el espíritu revolucionario cubano, cuyo proceso estaba cerca de alcanzar los 10 años de supervivencia. Un año atrás había sido asesinado Ernesto Guevara, el "Ché", en Bolivia, cuando pretendía convertir a Los Andes en otra Sierra Maestra. Su muerte coinicidía, con alguna diferencia, con la de Camilo Torres, cura colombiano que también se convenció de las bondades de la opción guerrillera. Mártires que eran ejemplo para los jóvenes.
ECUADOR: POLITICA, SOBRE TODO
En un país con un poco más de cinco millones de habitantes, virtualmente encerrado entre sus fronteras, un largo dedo retornaba la atención nacional: el quinto velasquismo. Otto Arosemena había sido nombrado interinamente, mientras se organizaban elecciones generales, como resultado de reformas constitucionales. La disputa fue intensa pues mientras Camilo Ponce y Velasco Ibarra sacaban las uñas para atacarse, Andrés F. Córdova ganaba rápidamente terreno.
Era el país de la política, porque en términos económicos se vivían las desigualdades sin sobresaltos: la RMI se ubicó en 41 millones de dólares (decreció el 23% con respecto al año anterior), el PIB había crecido el 4% en relación a 1967; en el mercado oficial el tipo de cambio referencial era de s/.18 por dólar, como en los últimos 7 años, y el libre tuvo un promedio anual de s/.22,15 para la compra y s/.22,26 para la venta.
La deuda externa total del país llegó a 196,2 millones de dólares, 11 veces la exportación de bienes y servicios; lá inflación estaba en el 3,1% y en ese año no se produjeron devaluaciones; la tasa de interés real para créditos era del casi 7%.
La vida económica nacional giraba alrededor del banano (y de la figura menuda del superpoderoso Luis Noboa Naranjo, así como de la tristemente célebre United Fruit). Mientras que en las zonas de producción bananera se encontraban arterias viales sorprendentes, no existía una buena carretera entre Quito y Guayaquil.
En el Puerto Principal vivían unas 660.000 personas, mientras que en Quito no llegaban a 500.000 y en Cuenca era algo menos de 100.000. Tres millones y medio de ecuatorianos vivían en el campo y dos millones en la ciudad. Una cuarta parte de la población no sabía leer ni escribir.
El 1 de septiembre de ese año se posesionó José María Velasco Ibarra para dar inicio al quinto velasquismo. Había ganado con 18.000 votos a Córdova (representante del Frente de Izquierda Democrática) y con 20.000 votos a Camilo Ponce.
También se posesionó, como Vicepresidente de la República, Jorge Zabala Baquerizo, binomio de Andrés F. Córdova. Sucede que existían dos papeletas y Zabala ganó al binomio de Velasco, Víctor Hugo Sicouret.
Los problemas del gobierno pudieron haber sido más graves, pero una alianza con Izquierda Democrática le aseguraba los votos suficientes para poder reformar la Constitución, sobre todo en algunos artículos que habían sido reformados de manera "folklórica".
La provincia de Loja parecía poseída por mil demonios. Para junio se habían cumplido 12 meses sin que hubiese caído una sola gota de agua. El Ecuador entero se puso en pie solidario (aún no había las telemaratones) para tratar de mitigar tal suceso.
Meses después, informes internacionales daban cuenta de que se había producido una variación en el movimiento de la corriente fría de Humbolt. Esa, sin embargo, no era la única desviación. Policías rurales asesinaron a 10 campesinos e hirieron a otros varios, al intentar desalojar una supuesta invasión en la misma provincia: todavía no existían informes sobre derechos humanos.
Pero era un año definitivamente político: Velasco Ibarra imponía su estilo, que era respondido por violentas manifestaciones estudiantiles, huelgas obreras y una oposición política que incomodaba la actividad del magistrado (meses después disolvió el Congreso y se declaró dictador. Los detalles están en el artículo de Ernesto Albán: El Gozne Político del 68).
Había un hombre que, sin embargo, trascendía de los problemas criollos. El 14 de febrero de ese año, en la hacienda Zuleta (provincia de Imbabura), Galo Plaza Lasso fue notificado como el nuevo Secretario General de la Organización de Estados Americanos. Había triunfado, en la quinta votación, con 12 votos, frente a su contendor y a una sospechosa abstención. Era, entonces, héroe nacional y -según reseñas de la prensa exterior- un hombre que aglutinaba sin problemas a todo un continente. De esos que aparecen por estas tierras cada 100 años.
DESTACADOS DE 1968
• Solo el 17% de la población tenía televisión.
• Mallorca Flores de Barril era el trago que se bebía por aquí. Decían que, por su contenido, daba buena memoria para jugar 40.
• Con gran publicidad, se estrenó la película "Cautiva en la selva". Los protagonistas: Libertad Leblanc y Abraham Calazacón. La entrada costaba s/.1,20.
• Ecuatoriana de Aviación promocionaba su viaje Quito-México-Quito, a 229 dólares.
• En California, se descubre el ADN.
• Emelec y Nacional representaron a Ecuador en la Copa Libertadores de América.
• El mundo no quitaba la atención de los primeros injertos de órganos en seres humanos.
• Eduardo Zurita rompía récords de ventas con su disco "Vuelve el candil". ¿Se acuerdan de la tapa del disco en la que está el autor junto a dos aeromozas?
• Un Volkswagen de 1964 se vendió en 40.000 sucres al contado.
• El programa de televisión más visto era Lassie.
• Tom Rodríguez era la estrella del fútbol.
• El precio de una libra de arroz era de s/.1,25.
• La producción nacional de petróleo estaba en niveles de 9.340 barriles por día.
• La Caja de Pensiones iniciaba la construcción de un programa habitacional en La Mariscal, de Quito.
• El restaurante de moda era Normandie