CÓMO NO CRIAR HIJOS CONSENTIDOS
Publicado en
noviembre 25, 2012
No hay fin de semana en que tus hijos no te pidan que les compres algo y no hay día en que tú les puedas decir "no". ¡Cuidado! Complacerlos en todos sus caprichos puede ser perjudicial para ellos y para tu bolsillo. Aprende a educarlos en ese campo.
Por Beth Levine
"Yo quiero, yo quiero, yo quiero...!" ¿Te suena familiar esta frase? Como es bien sabido, esa expresión es propia de los pequeños que desean tener en sus manos todos los juguetes y dulces que ven en las tiendas. Los niños empiezan por pedir cosas sencillas y económicas, pero conforme van creciendo, sus gustos se vuelven más sofisticados hasta que un día los padres no pueden explicarle a su hijo de 11 años que no le pueden comprar un par de tenis que cuestan una pequeña fortuna. ¿Qué tanto debo darles? Es la pregunta que por lo general todo padre o madre se hace muchas veces. Es muy natural que tus pequeños deseen todos los nuevos modelos que los fabricantes de juguetes presentan cada temporada. De hecho, es de todo un poco. A los niños les gustan los dulces y los juguetes (en grandes cantidades) y los padres, en momentos de debilidad, caen en las redes de sus hijos. Por lo tanto, existe una latente presión que los niños aprovechan para poder tener lo más novedoso y genial, sin importar el precio de los artículos. Para evitar que tú como madre gastes más del presupuesto establecido en esos "regalitos", te damos algunas sugerencias que puedes aplicar para educar a tus hijos dependiendo de la edad que tengan.
RECIEN NACIDOS HASTA 1 AÑO
■ ¿Cuál es el problema?
Los pequeñitos se ven tan lindos que es casi imposible resistirse a la manera en que ellos lucen con cierta ropa y con ciertos juguetes. En términos de necesidades reales, lo único que los bebés requieren es alimentación, pañales limpios, descanso, juego, amor y afecto. Entonces, ¿cuál es el problema de los "quiero"? Si tienes la mentalidad de tender a comprar todo lo que ves a tu alrededor, aun antes de que tu hijo comience a pedir las cosas, será muy difícil decir "no" cuando él te las pida personalmente.
■ Lo que funciona
¿Alguna vez te has preguntado lo que te gustaría que tu hijo pensara sobre las cosas materiales? ¿Te has cuestionado por qué tú le compras todo lo que pide? ¿Le proporcionas cosas porque quieres que el tenga lo que tú nunca tuviste? ¿Porque te sientes culpable por trabajar tanto y no le das el tiempo que necesita? ¿Es tu manera de demostrarle al bebé cuánto lo quieres? "Es muy importante que te des cuenta de los motivos que te impulsan a fomentar en tu hijo esa necesidad de tener todo lo que se encuentra a su alrededor. Una vez que reconozcas la razón que tienes para ello, comenzarás a poner una solución", comenta Elizabeth Crary en su libro Love & Limits (Amor y límites). Recuerda que a esta edad el juguete más importante para tu hijo es el tiempo que tú le dediques para hablarle, acariciarlo y estimularlo para que te sonría. No olvides que es a través de tus caricias, tu cariño y tu compañía que el pequeño se irá relacionando con el fascinante mundo que lo rodea.
DE 1 A 2 AÑOS
■ ¿Cuál es el problema?
A esta edad los niños se mueven como el viento cuando sus ojos descubren algo inquietante, es decir, casi todo. Una golosina, tu rebanada de pizza o tu colección intocable de discos compactos. Ellos no esperan gratificaciones, ellos piden indiscriminadamente. Los juguetes adecuados para esta edad son relativamente económicos y puedes estar tentada a comprar de más, lo que después puede crearte conflictos cuando quieras establecer las reglas de adquisición. "Cuando los niños eran pequeños, les comprábamos muchos juguetes económicos", dice Linda Ramírez, mamá de tres niños. "Ahora no entienden cómo podemos pasar frente a una juguetería sin que les compremos algo".
■ Lo que funciona
"El exceso de juguetes no es bueno para los infantes. La calidad de éstos es mucho más importante que la cantidad. De lo contrario, ellos se abruman y pierden el interés en ellos", dice la profesora Alice Sterling Honig. Cuando estén en un almacén, resístete a comprar "todo". Un niño infeliz o triste nos parte el corazón, pero si a temprana edad no aprenden cómo manejar la frustración, será más difícil que lo logren cuando sean mayores. No te sientas mal por no comprarles lo que ellos te pidan, verás que pronto se olvidan de eso. Más adelante será muy fácil para ti establecer límites y ellos pedirán menos conforme crezcan porque tendrán claras las reglas.
DE 3 A 5 AÑOS
■ ¿Cuál es el problema?
Los niños de esta edad son particularmente vulnerables a adquirir todo y hay una poderosa razón detrás. Generalmente, se ven influenciados por los programas de televisión, pues muchos de ellos sacan al mercado artículos con los personajes de la serie, las modas infantiles y los anuncios de la temporada.
■ Lo que funciona
Toma una actitud crítica sobre la televisión. Enfatízale a tus hijos que no todo lo que presenta la TV es parte de la realidad. No tienes por qué ser tan tajante y decir un "no" radical. Cuestiónalos sobre lo que ven. Diles: "¿Realmente creen que las galletas de chocolate están volando directamente a la boca del niño?" Llévalos a las tiendas y muéstrales que los juguetes no lucen tan grandes como se ven en la pantalla. Los cumpleaños y las navidades son días propicios para comprar en exceso y quizá puedas pensar que solamente es dos veces por año. Antes de que vacíes tus bolsillos, ten en mente que estas ocasiones son para celebrar en familia y las posesiones materiales no son el objetivo principal. Cómprales algo, pero no todo; así tus hijos entenderán que hay límites. Tal vez puedas establecer un reglamento de tres regalos o pedirles una lista de las cosas que ellos desean; después de agradecerles los tips que te dan, explícales francamente que tú escogerás algo, ya que no podrás comprarles todo.
DE 6 A 12 AÑOS
■ ¿Cuál es el problema?
La presión constante. Tus hijos están convencidos de que todos los niños del mundo tienen un juego electrónico excepto ellos. También te percatarás de que se están haciendo aficionados a pedirte juguetes caros o que son coleccionables.
■ Lo que funciona
Cuando tus hijos comiencen a quejarse porque "Todos lo tienen... menos nosotros", diles que lo que piden es hermoso, pero que tienen que ahorrar para que se lo puedan comprar. Explicarles que las marcas no son importantes no funcionará debido a que los símbolos de estatus están aceptados por nuestra cultura. Enséñales a tus hijos a tomar decisiones de acuerdo al presupuesto que tienes. Muchos padres titubean para hablar de dinero con los hijos, pero es mejor que tú seas honesta con ellos sobre la situación económica familiar. "Diles que cada familia tiene valores y recursos propios y que por tal motivo las elecciones son diferentes", aconseja la profesora Honig.
Para ayudar a los hijos a entender el valor del dinero, proporciónales una cantidad fija y enséñales a ahorrar para que ellos se puedan comprar lo que deseen. Así dejarás atrás el problema de si debes comprar o no lo que pidan y ellos sabrán qué hacer con su dinero. Si piden un aumento en su mesada, sugiéreles que lleven un diario de todo lo que gastan para saber adónde va a parar su dinero y que demuestren si de verdad necesitan ese aumento. Una vez que tus hijos tengan la capacidad de ganarse un dinero extra, permíteselos.
Pueden cuidar niños, cortar el pasto o sacar a pasear el perro del vecino. Claro que hay cosas que no pueden ser cubiertas con su mesada. En ese caso, ten bajo control esos gastos y lleguen a un acuerdo cuando ellos necesiten más dinero. Por ejemplo, diles que tienes reservada cierta cantidad para su ropa y pregúntales si quieren hacer uso de él, pero después tendrán que reponer la diferencia.
Fuente: Revista BUENHOGAR, Noviembre 1998.