MAURICIO DAVALOS QUIERE BRINDAR CON SU PROPIO VINO
Publicado en
febrero 28, 2010
Los rosas de Mauricio Dávalos recibieron el primer premio en Tokio. El pionero de la floricultura ecuatoriana ha conquistado los mercados más exigentes.
Por Ernesto TrujilloEn 1981 Mauricio Dávalos decidió darle un rumbo diferente a su vida. Renunció a la gerencia del Banco Central, abandonó los proyectos con la banca privada e innumerables ofertas políticas y comenzó la aventura con la que soñó toda su vida: la agricultura.
No faltó quien le llame "loco" y desconfíe de sus proyectos. Pero nadie lo detuvo. Con un préstamo del Banco de Fomento compró 500 hectáreas de páramo en el cantón El Ángel -Carchi- donde no había absolutamente nada, sólo un frío intenso y hermosos cóndores. Allí inició un proyecto ganadero... que fracasó.Pero no se dio por vencido. Percibió que a Colombia le iba muy bien en el negocio de la producción y exportación de flores y pensó que en el Ecuador se podía hacer algo similar. Así nació la empresa Agroflora, la pionera en el país en el sector floricultor.Con un capital de apenas siete millones de sucres, Mauricio Dávalos y dos socios iniciaron el proyecto en una hectárea y media de terreno, que costó treinta millones de sucres, financiados con préstamos de la Corporación Financiera Nacional y de M.M. Jaramillo Arteaga. Dieciocho años más tarde, Agroflora cultiva en 18 hectáreas de terreno 42 variedades de rosas, que son exportadas a Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y hasta Japón.Dávalos es incansable. Confía en el Ecuador y asegura que cada sucre que posee lo invierte en su país en nuevos proyectos, lo que además de generarle ganancias le dan la satisfacción de crear cientos de plazas de empleo en recónditos lugares.Casi veinte años después regresó al páramo de El Ángel, allí está sembrando una flor única en el país que él le ha bautizado como “angel flower”, que encanta en el exterior. Aprovechando los caprichos climáticos que tiene el Ecuador en el cantón Mira, también en Carchi, tiene una plantación de uvas y duraznos, por el momento produce para el mercado local, pronto exportará.El agradece a la vida por lo que le dado: una hermosa familia -está casado con Rita Terán y tiene cuatro hijas-, una educación sólida, negocios con éxito. Ahora sólo le falta brindar con su propio vino, que pronto lo producirá con sus propias uvas.