PATRICIA GONZALEZ, Y LO QUE GUARDA EN UN RINCON DEL ALMA
Publicado en
febrero 28, 2010
Donde voy tengo el orgullo de decir que soy ecuatoriana.
Por Eduardo JiménezCon su voz profunda y veintiocho años de vida artística, agradece el apoyo indiscutible que ha recibido del Ecuador.
Y no descansa. Sigue trabajando y viajando mucho. Vive a ratos en Guayaquil y en la playa, pero por sus traslados constantes no tiene residencia fija. Ha estado en Francia, Suiza, Estados Unidos, Lisboa, ahora está en Argentina presentándose con el gran compositor Chico Navarro y va mucho a Colombia."Todo el tiempo, full music", así es su vida. Pero también de muchos aplausos pues no hay escenario en donde se haya presentado en el que no le hayan recibido y despedido de esa manera.A esta altura de la vida y de la carrera profesional, confiesa que en un rincón del alma tiene el recuerdo de sus buenos amigos, el cariño de su familia, el inmenso amor a su madre. "A mi país lo llevo también en el alma y donde voy tengo el orgullo de decir que soy ecuatoriana".Ama su profesión y se siente completamente realizada, pues cree que ha cumplido con la sociedad al dejar en alto, dentro y fuera del país, el nombre del Ecuador."He sentido la fama en forma natural, con humildad porque la fama es efímera", declara.Nació rodeada de música, su primera guitarra la recibió a los 18 años como regalo de su madre y todavía la conserva. Como amante de la música no es renuente a todas sus expresiones por lo que le gustan algunos raperos como Audi y Gerardo, no le disgusta el rock y de los jóvenes que hacen música romántica prefiere a Alejandro Fernández y Mijares.Opina que la electrónica en la música tiene sus pros y sus contras, aunque admite trabajar a veces con sintetizadores aunque está convencida de que "en ninguna forma, el ser humano puede ser reemplazado".Como en todas las otras profesiones, Patricia cree que en la música existe la jubilación por la que hay que optar en el momento adecuado para "no dejar que el ocaso le haga a una a un lado". Pero no ha pensado en la posibilidad pues aun tiene mucho que dar.Reconoce en ella un don: pues no estudió canto, ni dicción, ni música. "Siento orgullo que en otros medios me elogien por mi dicción casi perfecta. Soy autodidacta y muy afinada" y de su arte queda todavía mucho por disfrutar.