Publicado en
abril 15, 2012
Vivienda típica de los sami.Textos y Fotografías: Pete Oxford y Reneé BishConocida en un tiempo como Lapland (Tierra de los Lapones), Samiland es el hogar de los sami. Esta cultura singular se disemina en cuatro países: Rusia, Noruega, Suecia y Finlandia.
La gente de Sami, aunque políticamente dividida, mantiene un idioma único y vive exclusivamente sobre el círculo ártico. Han vivido siempre cerca de la naturaleza, cazando, recolectando frutos y, sobre todo, cuidando sus rebaños de renos. Se estima que existen más de sesenta mil samis, de los cuales viven más de la mitad en Noruega. Son pacíficos, educados y extremadamente amigables.Cuando los conocimos nos sorprendió su apariencia pues no tienen rasgos esquimales: ni ojos estrechos ni pelo negro ni piel obscura, como esperábamos. Por el contrario, tienen rasgos muy heterogéneos y se parecen a cualquier europeo.Lo que los distingue enseguida es su vestimenta. Sus batas son una rica mezcla de azules, rojos y amarillos, bordados con diseños tradicionales. Sus pantalones están hechos de fuerte cuero de reno al igual que las botas.
Nativo con traje típico con pantalones de cuero del norte de Noruega.LAS HEMBRAS TAMBIEN TIENEN CUERNOS
Los renos son en realidad la forma de vida de los sami pues aparte de la piel, producen una leche rica en mantequilla que se utiliza también para fabricar queso. Es un animal especial.
Es el único miembro de la familia de los venados en que la hembra tiene cuernos al igual que el macho. Las astas son largas y divididas y pueden llegar a medir hasta un metro veinte en un macho maduro.En la temporada de celo sus cuernos son armas efectivas para ahuyentar a los rivales. Como en todos los venados los cuernos se caen cada año. Los machos los pierden en noviembre pero las hembras los mantienen hasta abril o mayo, y los utilizan para defender sus crías. Las nuevas astas comienzan a desarrollarse aproximadamente dos semanas después de que han perdido las viejas. Crecen rápidamente y llegan a su tamaño normal en pocos meses.Los renos son animales muy dóciles –fuera de la época de cría– y resistentes; pueden sobrevivir en el duro clima ártico gracias a una gruesa capa de piel aislante que tienen debajo de su abrigo de abundantes y largos pelos protectores que los mantienen calientes.Buscan sus alimentos bajo la nieve utilizando sus poderosos cascos para escarbar la tierra hasta llegar a la capa donde se pueden encontrar líquenes, de los que refieren un tipo especial llamado musgo de renos (Cladona rangifer).Gracias a su habilidad para encontrar líquenes pueden sobrevivir a grandes altitudes. Pocos animales se alimentan de líquenes pero es gracias a ellos que durante los meses de invierno pueden sobrevivir. Cuando llega la primavera, las hembras emigran a los territorios del norte para dar a luz un solo ternero.La migración de los renos es monitoreada por los sami. Luego de nacer, los terneros son atrapados para marcarlos cortando sus orejas. Cada familia sami tiene un corte especial que ayuda luego a determinar quién es el dueño del animal. Como una marca de fábrica, los diferentes cortes son registrados en el Parlamento Sami. La ley dictamina que no se puede cortar más de la mitad de la oreja en el proceso.Las hojas de los cuchillos tradicionales utilizados para cortar las orejas de los renos están hechas de astas de los mismos animales. Los mangos tienen la forma de palos de hockey y están ricamente grabados. En realidad casi no se desperdicia nada de lo que produce un reno. Su carne es deliciosa y puede prepararse en una gran variedad de formas. La piel se usa para confeccionar ropa así como también las viviendas tradicionales, llamadas "lavuus", muy parecidos a las tiendas de los indios norteamericanos.La piel se coloca sobre estacas clavadas en el suelo, dándole forma cónica. La punta del cono permanece abierta y sirve como chimenea para el fuego que se coloca en el centro de los "lavuus".Cuando la gente se reúne alrededor del fuego para comer estofado de reno, vestida en sus ropas de vivos colores y sentada sobre la piel de esos animales, el mundo exterior pasa inadvertido.Se trasciende a otro mundo, a "su" mundo, a un mundo cerrado, cercano a la naturaleza; a una cultura que tiene un número infinito de formas para describir las sutiles diferencias entre las distintas variedades de nieve y donde las moras salvajes son descritas como lo más cercano al cielo.
Bacalao secándose bajo el techo de una casa.UN MUNDO DE LUZ Y DE OSCURIDAD
Con la primavera también llega la luz pues durante el invierno en Samiland todo es obscuro. Es una tierra dónde la aurora boreal engaña al cielo con sus sinuosos juegos de luces que cruzan la densa obscuridad. La luz de la primavera permite el crecimiento. Es la época en que plantas, insectos, pájaros y renos disfrutan de la abundancia de la naturaleza. Durante los meses de verano, Samiland posee más luz que las zonas ecuatoriales del globo pues el día dura 24 horas. No hay, literalmente, casi ninguna diferencia entre los niveles de luz del mediodía y la medianoche en el norte de Noruega. Esto resulta confuso para los visitantes. El reloj del cuerpo se descompone y nadie sabe cuándo acostarse.
Nubes de mosquitos llenan el aire y suenan como un escuadrón de helicópteros, cuando descienden sobre sus presas. Aunque son molestos, estos mosquitos son alimento para el gran número de pájaros migratorios que invaden el área. Para ellos es un regalo, el combustible que les permite continuar sus largas migraciones al norte. Veinticuatro horas de luz significan más luz para poder alimentarse, mucha más de la que se dispone en las zonas ecuatoriales donde sólo hay doce horas, además de mucha competencia.En Noruega, el edificio del Parlamento Sami fue oficialmente inaugurado en Karasjok por el desaparecido Rey Olav en 1989. Es un edificio moderno pero construido con la forma de un "lavuu"; su parte superior se abre electrónicamente. La cultura sami comienza a ser reconocida en los países escandinavos; en 1992 su idioma se convirtió en idioma oficial de Noruega y Suecia.
Novia sami con traje de ocasión.TRANSPORTE MODERNO Y BODAS A LA ANTIGUA
Una vez que llega el verano, los sami dueños de renos toman turnos para cuidar de ellos, para marcar a los recién nacidos, matar algunos machos adultos para comida y para obtener sus pieles y castrar a otros para los trineos de transporte. Un solo reno puede cargar cuatrocientas cincuenta libras y viajar sesenta kilómetros en un día. Como miembro de un equipo, un reno puede cargar noventa libras de peso, llevar un trineo con dos hombres y mantener una velocidad de treinta kilómetros por hora. Sin embargo la modernización también llega a los sami y aunque todavía poseen trineos también tienen carros de nieve.
Las bodas de los sami, sin embargo, siguen siendo únicas y se llevan a cabo generalmente durante la Pascua. Las parejas pasean por las calles vestidas con ropa similar en su camino a la iglesia. La procesión la encabeza la última pareja de recién casados, seguidos por los que tienen intenciones de casarse; después vienen los novios, las parejas más antiguas y los miembros solteros de la comunidad. Naturalmente que el novio y la novia se pueden distinguir inmediatamente pues aunque usan el vestido tradicional, el suyo está adornado con grandes broches dorados y prendedores ("risku") y la corona de la novia tiene cintas de todos los colores. El cristianismo llegó hace más de mil años a Noruega y sus rituales desplazaron los antiguos sacrificios y festivales shamánicos.Uno de los aspectos más íntimos de la cultura sami es el cántico individual o "joik" (que se pronuncia yoique).Un joik es un cántico personal y privado, cantado de una manera monótona, repetitiva y gutural, como respuesta a una ocasión festiva o trágica. También puede ser utilizado entre enamorados para expresar su cariño. Es un concepto difícil de entender para un occidental pero para ellos forma parte del carácter de su gente.La pesca también juega un papel importante en el modo de vida de los sami. Samiland es un mosaico de lagos.Los ríos albergan algunos de los mejores salmones del mundo, mientras tierra adentro los pescadores comparten la riqueza del bacalao con las aves marinas que habitan las quebradas.
Redes de pescar con flotadores hechos a mano.Gaviotas y frailecichos cubren los cielos de uno de los sectores más ricos para la pesca en Europa. Hoy en día se pueden ver ocasionalmente las redes hechas a mano con flotadores de corcho y con piedras envueltas en corteza de árbol.El verano se convierte en otoño y a este suceden las largas noches de invierno, y la actividad comienza a decaer.La alfombra de flores alpinas se convierte en semillas y los renos comienzan a ponerse inquietos. Las manadas, acompañadas de los perros de los sami, regresan al sur. Son manadas mezcladas, compuestas por renos de diferentes edades y sexos. Después de los cortos meses de verano, cuando los machos han acumulado reservas, es la época de celo. El apareamiento tiene lugar durante la migración a los campos de forraje. Los anchos cascos de los renos les permiten recorrer grandes distancias sobre el campo fangoso y la nieve suelta. Toda la vida en el ártico es difícil y los renos sobreviven con poco alimento para bajar su ritmo metabólico.Los sami siguen a las manadas cubiertos con sombreros de cuatro costados que imitan los puntos del compás.Nuevamente regresa el hielo; un manto de cristal cubre la tierra y las luces del norte vuelven a bailar en el cielo.
Nativo con traje típico llamado Kofte y sombrero denominado Savka.