¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS ÍNDIGO?
Publicado en
noviembre 19, 2022
Sus mentes se mueven en diferentes dimensiones. Su misión es ayudar a cambiar la humanidad. ¿Cómo los reconocemos? La vidente Frances Fox explica sobre estos seres avanzados.
Los llamados "seres evolucionados" han sido parte del mundo desde tiempos inmemoriales, por lo que en ocasiones vemos características típicas de ellos en algunos adultos; pero en los últimos años comenzaron a nacer con mayor frecuencia. En la última década hemos podido comprobar la proliferación de niños mucho más desarrollados, más activos, cuyos dones espirituales resaltan. Muchas personas no comprenden la manera y el motivo por el que los niños a su alrededor se comportan de forma diferente a la esperada, y de hecho, los cambios se aprecian en cosas simples, por ejemplo los recién nacidos son capaces de sostener sus cabezas, pero también en ellos se observan poderes espirituales muy avanzados, tales como la intuición, la telepatía y la telekinesis. Sin dudas, estos niños están dotados de mayor inteligencia y fuerza mental.
El niño o la niña índigo es una criatura cuyos atributos sicológicos lo separan de lo que se estimaba como "normal". El término índigo se refiere al color que se identifica con el aura característica de ellos: el azul añil, color que refleja desarrollo espiritual. Sin embargo, como estamos hablando de criaturas altamente desarrolladas, prefiero llamarlos "niños evolucionados" en lugar de niños índigo como se les conoce popularmente. Uno de los motivos es que entre los más pequeños se han catalogado nuevas vibraciones en este proceso acelerado de evolución en el que nos encontramos.
Llevo años trabajando con personas que sufren problemas. Algunos padres me traen a sus hijos para que desentrañe qué les aflige, porque son diferentes. Sabemos que los humanos usamos menos del 5 por ciento de nuestra capacidad intelectual, creo entender que los niños evolucionados usan un porcentaje mucho más alto.
Una explicación del nerviosismo característico de estos niños es porque las mentes de estas criaturas se mueven entre diferentes dimensiones dado que reciben información de distintas dimensiones simultáneamente. Esto puede explicar por qué pueden lucir desconectados de la realidad, de sus padres y de sus maestros.
No se confundan, la evolución no significa un estado beatífico, no estoy hablando de angelitos sino de almas motivadas por lograr un propósito, una misión: encaminar a los seres humanos hacia la Era de Oro, época de la que se ha hablado en diversos textos sagrados; una etapa donde prevalecerán la armonía y el bien. Todos los objetivos conllevan un proceso, un esfuerzo y en ocasiones, hasta hacer cosas inexplicables.
Los niños evolucionados desempeñarán un papel importante. Conocedores de la importancia del objetivo al cual se encaminan, harán lo que sea necesario para alcanzarlo, pues no sienten miedo. En su función de espejo de la sociedad, ellos reflejarán lo que ocurre, y en ocasiones será la violencia. Eso sí, lo hacen para que prestemos atención, en otras palabras, es como si nos dijeran: "¡Deténganse aquí mismo y miren lo que están haciendo!"; y al hacerlo, forzar a la familia o a la sociedad a evaluarse e implementar los cambios que les ayudarán a ser mejores. Ellos no han venido al mundo para limpiar su karma o resolver aquellos problemas que enfrentaron en vidas pasadas, sino que están aquí para guiarnos en la transición. Son reflejo de la familia y la sociedad que los rodean.
¿De qué forma nos ayudan?
Los niños pueden irritar a sus padres y maestros con sus avanzadas capacidades síquicas y poderes mágicos, y porque saben más que ellos. La insistencia en la verdad los impulsa a portarse mal cuando perciben que estamos haciendo cosas que nos alejan de nuestra capacidad de estar centrados, alegres y felices. No soportan las mentiras, les afecta negativamente el observar que estamos infelices y que aparentamos lo opuesto. Por ejemplo, cuando viven en un hogar donde predominan las mentiras, donde los padres dicen "somos felices" pero en realidad son desgraciados, se portan mal, dejan de ir a la escuela y en casos extremos, pueden robar en una tienda o hasta matar. Con frecuencia se les diagnostica con Trastorno del Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y se les trata con medicamentos para eliminar problemas de concentración y atención en niños hiperactivos. ¿Al hacerlo estaremos medicando la evolución humana y del planeta?
¿Cómo los reconocemos?
Los niños evolucionados comparten algunas características típicas:
• Tienen falta de atención / dificultad para concentrarse.
• Dolores de estómago y depresión al sentir el dolor y la violencia que les rodea.
• Pueden ser genios en la computadora y en otras áreas que les interesan, con frecuencia de alta tecnología y sin embargo, pasan trabajo con cosas más sencillas en la escuela. Pueden sentirse aburridos si no les parece importante lo que les están enseñando.
• Poseen una energía desbordante.
• Tienen capacidades de sanación.
¿Qué hacemos si nuestros hijos parecen más evolucionados de lo normal?
Recordemos que estamos tratando con seres humanos y como tal necesitan saberse aceptados, no rechazados, ni tratados como si estuvieran enfermos. Es esencial para el bienestar de todos reconocer que son diferentes, pero de manera positiva, lo cual ayudará a cambiar el concepto erróneo que se tiene en la actualidad sobre estos niños.
Es importante crear y mantener la confianza para que cuando ellos reciban información profética no se cohíban de compartirla con sus padres. A ellos les preocupa el bien de los demás, sienten el dolor ajeno y rechazan las mentiras. Por lo tanto no es recomendable que pretendamos estar felices cuando nuestra realidad no es esa. La honestidad es esencial en la comunicación con los niños evolucionados. Ya tienen suficiente carga, por lo que no necesitan que sus seres cercanos les nieguen o se mofen de sus facultades.
La cercanía con la naturaleza es sanadora para ellos. Estos niños no son solo inteligentes, sino avanzados espiritualmente, motivo por el cual son más mentales que físicos y con frecuencia se sienten desconectados del entorno; la naturaleza les reconecta a la tierra y los ayuda a centrarse. Por su efecto tranquilizador, también recomiendo el uso de imanes, ya sea en plantillas como en frazadas. Las prácticas espirituales tales como la meditación, las oraciones y el contacto con animales les ayuda a enfocarse y estabilizar sus energías y les permitirá funcionar con mayor eficacia en la sociedad. Las esencias de algunas flores tendrán un efecto positivo: rabbitbrush y clemátide, para enfocar la atención; alerce, para fortelecer la autoestima; violeta, para sentirse parte del mundo donde viven; eneldo, para equilibrar el flujo de información y cinia, para equilibrar sus poderes.
¿Son esclavos de su poder?
Al ser niños más sensibles, menos manipuladores, altamente desarrollados, y con la misión de propulsar cambios en la humanidad, el principal problema que enfrentan es la incomprensión de quienes les rodean... ¿Cómo podemos ayudarlos? Hay que tener presente que estos niños se convertirán en adultos, y debemos facilitarles que participen en la sociedad para que tengan éxito en lograr su objetivo: que vivamos en un mundo de mayor paz, armonía y felicidad.
Fuente:
Revista Vanidades, Ecuador, septiembre 27 del 2005