Publicado en
octubre 25, 2021
ESTADOS UNIDOS - California.
Estados Unidos es un país que se encuentra lleno de lugares misteriosos y embrujados, aunque pocos de ellos son tan célebres como la aterradora mansión Winchester, ubicada en el estado de California y que años atrás, fue el hogar de una adinerada viuda. La gente asegura que esta construcción se encuentra habitada por las almas de cientos de personas asesinadas.
Corría el año de 1840 cuando William Wirt Winchester, un adinerado hombre cuya inmensa fortuna provenía de la fabricación de armas de fuego, contraía matrimonio con su prometida, Sarah Lockwood Pardee. Juntos tuvieron una hija de nombre Annie Pardee Winchester, la cual solo vivió seis semanas. Falleció muy pequeña, a causa de una rara deficiencia de proteínas en su organismo.
En 1881, el señor Winchester falleció víctima de la tuberculosis, y Sarah Winchester se quedó con una herencia de 20 millones de dólares, provenientes de la Winchester Repeating Arms Company. La tragedia apenas comenzaba para ella, ya que, estaba convencida de que algo maligno la perseguía desde la muerte de su hija.
Las leyendas populares, que comenzaron ya durante su vida, sostenían que la propietaria estaba convencida de que estaba maldita, y que la única forma de alivio era construir su hogar en California. Según fuentes, en una ocasión visitó a una médium en Boston, quien le dijo que la casa estaba maldita por todos aquellos que murieron por las armas Winchester fabricadas por su marido. Asimismo, le dijo que, para que los espíritus la dejaran en paz, debía construir una casa sin jamás terminarla, así los espíritus podrían hallar una morada donde vivir.
Fue hasta el año de 1884 cuando la señora Winchester mandó construir su casa con una serie de instrucciones muy específicas y descabelladas.
Los requerimientos eran simples: no se usarían planos para levantar la vivienda. Esta se construiría de manera completamente improvisada, añadiendo tantas puertas, ventanas y habitaciones como fuera necesario, pues la casa siempre tenía que estar en construcción. Y es que, de acuerdo con las órdenes de aquel psíquico, si en alguna ocasión cesaba de construir la morada, Sarah estaría condenada a morir igual que su hija y su marido. Las habitaciones de la mansión servirían para confundir a los espíritus que la atormentaban. Se dice que había pasillos secretos desde los que Sarah Winchester vigilaba las interminables obras de la casa.
Como resultado de todo esto, la residencia Winchester terminó por convertirse en un laberinto interminable de puertas que no daban a ningún sitio, ventanales puestos en los lugares más incoherentes y escaleras de más, entre otros detalles.
Cuando la señora Winchester falleció, todas sus posesiones, excepto la casa, fueron legadas a su sobrina y secretaria personal. Ella tomó todo lo que le interesó y el resto lo subastó. Los tasadores consideraron que la gran casa no tenía valor debido a los daños causados por el terremoto, el diseño sin terminar y su naturaleza poco práctica. Fue vendida en subasta pública a un inversionista local por más de 135.000 dólares y luego se arrendó por diez años al matrimonio formado por John y Mayme Brown, que finalmente la compraron. En febrero de 1923, cinco meses después de la muerte de Winchester, la casa se abrió al público y Mayme Brown fue su primera guía turística.
HISTORIA Y ARQUITECTURA
La mansión Winchester tiene un estilo reina Ana-victoriano ubicada en San José, California, Estados Unidos que forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos y del California Historical Landmark.
Fue la residencia de Sarah Winchester, una persona callada e inteligente. Sarah fue una arquitecta autodidacta y viuda del magnate inventor del rifle de repetición William Wirt Winchester.
Hoy la mansión es usada como un museo y atractivo turístico, nombrada La Misteriosa Mansión Winchester (Winchester Mystery House, en inglés).
Sarah Lockwood Winchester (de soltera, Pardee) fue una heredera estadounidense que acumuló una gran riqueza después de la muerte de su marido, William Wirt Winchester. La herencia incluyó USD $ 20 millones (equivalentes a $ 507.172.414 actuales), así como una participación del 51% en la Winchester Repeating Arms Company, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo en ese momento. Ella utilizó su gran fortuna para la construcción de la mansión Winchester. Inicialmente era una pequeña construcción de ocho habitaciones que fue creciendo hasta llegar a los siete pisos. Durante el terremoto de San Francisco de 1906 los tres pisos superiores colapsaron y los arquitectos tuvieron que hacer una remodelación y hoy en día tiene cuatro pisos.
La mansión originalmente en un amplio terreno de 162 acres, se ha reducido a solo una superficie de 4,5 acres (24.000 m²) justo para contener la gran casa y dependencias cercanas. Consta de 160 cuartos, incluyendo 40 habitaciones, 467 puertas, 6 cocinas, 52 tragaluces y 2 salones de baile (uno de ellos sin acabar). También incluía 47 hogares, 17 chimeneas (y restos de otras 2), más de 10 000 paneles de cristal, 2 sótanos, 3 ascensores y lámparas de gas que se encendían con un botón. Contaba con solo una ducha y dos espejos en toda la casa. Debido a la artritis debilitante que padecía la señora Winchester, se instalaron muchas escaleras especiales muy poco empinadas para que pudiera desplazarse fácilmente por su hogar.
La estructura de la casa es bastante atípica, ya que en ella se pueden encontrar escaleras que no llevan a ninguna parte, puertas pequeñas y puertas grandes que al ser abiertas llevan a paredes o al vacío, así como ventanas ciegas que dan a dentro de la misma casa. Muchos de estos elementos se justifican por la destrucción causada en 1906 por el terremoto de San Francisco y los expertos consideran que a ellos se debe su fama de "embrujada".
Sarah Winchester decoró profusamente la casa. Muchas de las vidrieras fueron creadas por Tiffany Company. Algunas fueron diseñadas específicamente para ella, y otras por ella misma, incluida una ventana con un motivo de telaraña que presentaba su diseño favorito. Tiffany diseñó una segunda ventana él mismo, de modo que cuando la luz del sol incide sobre los cristales prismáticos, un arco iris se proyecte a través de la habitación. La ventana posteriormente fue cubierta por un muro, lo que impidió el paso de la luz.
Fuentes del texto:
Wikipedia /
MIS CUENTOS DE TERROR