Publicado en
junio 05, 2021
Esteban era un joven apuesto, tenía una familia unida y en sus estudios era el mejor alumno, no tenía nada de lo que pudiera quejarse, su único mal era su curiosidad, si descubría algo, él debía investigar su origen. Una tarde se encontraba en su colegio presentando un examen importante, estaba cerca de la ventana y su curiosa vista encontró algo que le llamó la atención en el jardín de su escuela. En su mente se dijo que iría hasta allí en cuanto terminara con su prueba y así lo hizo. Pasó por el sitio y tomó una fotografía que descansaba en el césped, la observó con detenimiento y quedó cautivado con lo que veía.
En la foto observaba a una bella mujer, tenía un vestido negro con puntos blancos y tacones a juego con su vestimenta elegante, ella miraba a la cámara, pero su mano indicaba el número 2, como si estuviera contando. Intrigado, le mostró a otros estudiantes la foto y les preguntó que si reconocían a la mujer y dónde podía encontrarla, pero nadie tenía idea de quién se trataba.
Ya en casa, preguntó a su familia, e igual, nadie la conocía. Por la noche, cansado de indagar, se fue a dormir.
Intentaba dormir pero no dejaba de pensar en la mujer que estaba en esa foto. Miró a la ventana, había una sombra, aparentemente era de una mujer y él enseguida pensó que se trataba de la chica, así que rápidamente salió de su habitación y posteriormente de la casa con la foto en sus manos. Siguió aquella curiosa sombra, pero él no esperaba que justo cuando fuera a cruzar la calle, un camión saliera de la nada y lo arrollara.
Esteban falleció al instante. Quedó destrozado, pero, jamás soltó aquella fotografía. El conductor, alarmado y shockeado por lo que acababa de ocurrir, salió del camión para ver cómo se encontraba el joven, pero además de encontrarse con un cuerpo sin vida y una cara destrozada, vió lo que él tenía en sus manos. Era la foto. Estaba la chica, pero su mano ya no indicaba el número 2, sino el número 3. La guardó en su bolsillo y procedió a llamar a la policía y a la ambulancia.
Fuente del texto:
BookNet / Autores del Terror