Publicado en
junio 05, 2021
AMÉRICA LATINA.
La Llorona es un espectro del folclore hispanoamericano que, según la tradición oral, es el alma en pena de una mujer que ahogó a sus hijos, y que luego, arrepentida y maldecida, los busca por las noches por ríos, pueblos y ciudades, asustando con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen en la noche. Su leyenda posee gran diversidad de versiones, con generalidades y particularismos propios de muchas regiones geográficas. A pesar de ello, su relato mágico y sobrenatural, emergido de múltiples orígenes, es constante y reconocible, con añadidos, texturizaciones e hibridaciones de muy diversos manejos.
Es una mujer alta y estilizada cuyo atuendo es de color blanco, aunque no es posible distinguir sus rasgos faciales. Los relatos populares la describen también como una mujer sin pies, que parece desplazarse por el piso sin rozarlo.
El mito de la llorona afirma que su eterno penar se debe a que busca a un hijo recién nacido que asesinó arrojándolo al río para ocultar un pecado. Y en esta línea, es parte de su penitencia, castigar a los muchachos que andan de amores prohibidos: se sube a sus caballos y puede llegar a matarlos en un helado abrazo mortal.
Se la llama "la llorona" porque sus gemidos aterradores y penetrantes que se dice que grita ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi hijo?, son tan insistentes que hasta enloquece a los perros, mientras deambula por las noches (sobre todo cuando es noche de plenilunio).
La mayoría de los relatos, la consideran señal de malos presagios, un indicador de mal agüero: puede acercarse para enfermar a las personas, empeorar a los enfermos o traer desgracias a los seres queridos.
Una de las leyendas deriva de las situaciones típicas de mujeres jóvenes inocentes de los pueblos que se mudaban a la ciudad en busca de mejores oportunidades. Esta leyenda cuenta la historia de una chica que logró conseguir empleo en una casa de gente adinerada.
La ingenuidad la hizo presa fácil del amor y salió embarazada del hijo del dueño. Tras ser botada de su trabajo intenta volver a su familia, pero fue fuertemente criticada.
La desesperación la hizo arrojar a su bebé recién nacido al río. Al darse cuenta de su acto inhumano, intentó recuperarlo entre gritos y llantos pero fue arrastrada por la corriente.
Los relatos cuentan que han escuchado a la chica llorar en las noches buscando a su hijo entre las casas y haciendas cercanas a los ríos, asustando a niños y grandes por igual.
En otros relatos, la llorona se presenta como un ser inofensivo que necesita consuelo y ayuda, despertando piedad en la gente que, cuando se acerca a consolarla, les roba todas sus pertenencias.
Este es un relato muy antiguo que ha sido contado a los más pequeños de la casa, es muy triste y se quedó grabado en la memoria de la gente. Cuentan que hace mucho tiempo en un pueblo del oriente vivía una niña de una belleza inigualable llamada María. Su hermosura hizo que esta jóven perdiera su sencillez y se creyera estar por encima de los demás. Cuando María creció y se hizo una jóven increiblemente bella, también aumentó su vanidad y orgullo. Inclusive, despreciaba a los jóvenes del pueblo porque no estaban a su altura. Ella comentaba que, cuando se case, lo haría con el hombre más apuesto del mundo.
Cierto día llegó un hombre bien parecido montado a caballo, era el hijo de un hacendado. El muchacho venía de una familia provinente y adinerada, justo como María lo había imaginado. Este joven muchacho tocaba la guitarra y cantaba muy bien.
María se propuso que ese sería el hombre en su vida, y se decidió por conquistarlo. Probó los trucos necesarios para que el joven ranchero se figara en ella. El muchacho le llevó serenatas, costosos obsequios, y pensó que la estaba conquistando, y se propuso ganar su corazón para casarse con ella. Los planes marcharon tal como los había pensado María, y poco tiempo despues, se casaron.
Todo parecía una linda historia de amor, empezó la pareja de recien casados una vida feliz, y fruto de su unión tuvieron dos hijos, parecía que era la familia ejemplar del mundo.
El ranchero nuevamente regresó a la vida silvestre y se desapareció por meses. Al llegar a casa solo fue a visitar a sus hijos, habló de separarse de María para casarse con una mujer de su misma condición social. Tal situación molestó mucho a María, y la atención desmedida de su esposo a sus hijos provocó que nazca una ira terrible hacia ellos.
En una ocasión, cuando María paseaba a los niños por el borde del río, vió que su esposo llegaba en un carro, y en él había una dama a su lado. Cuando se detuvo el auto, él saludó a sus hijos, pero a María no la tomó en cuenta. Esta acción hizo que la ira consumiera a María, y volcó toda su furia hacia sus hijos, y lamentablemente, por estar al borde del río, ellos cayeron en el mismo. Cuando María quiso reaccionar para salvarlos era demasiado tarde y murieron.
Al día siguiente, un viajero llevó la noticia a los aldeanos que habia una mujer muy hermosa muerta a la orilla del rio, la bella mujer era María. En la misma orilla pusieron sus restos, y cuentan que a ella se la ve vestida de blanco, paseando por su tumba, lamentándose por la muerte de sus hijos, con llantos y gritos de "¿Dónde están mis hijos?"; y la denominaron "La LLorona".
Fuentes del texto:
Wikipedia /
GooRaymi