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Venía desde los tiempos coloniales como un sello impreso en la personalidad de la mujer guayaquileña, descrita en relatos de viajeros que la admiraron por sus atributos físicos cuanto por su chispeante inteligencia, su activa participación en los asuntos comunitarios y su carácter vigoroso, predispuesto a emprender nuevos caminos con valentía y decisión.
Intelectual autodidacta y escritora de talento singular. A los quince años hizo su ingreso al mundo literario con la publicación de un cuento de ambiente montubio titulado La maldición, trabajo remitido a la revista América de Nueva York para terciar en un concurso Continental. Aunque llegado a destiempo, por su alta calidad literaria el cuento fue admitido fuera de concurso, traducido y publicado en inglés y español. Seguidamente varias revistas del exterior le ofrecieron sus páginas y solicitaron envíos periódicos de sus trabajos. Con su cuento La procesión de las ánimas ganó el primer premio y medalla de oro en otro concurso realizado por el periódico La Voz de Valencia, en España. Fue la primera escritora ecuatoriana que trató el tema del campesinado costeño, retomado años después por los escritores del llamado Grupo de Guayaquil. Sus producciones literarias se publicaron en revistas de Argentina, Chile, Uruguay y Cuba. Perteneció al grupo literario La Ilustración. Publicó asiduamente en los periódicos locales El Telégrafo y El Guante, así como en las revistas Nuevos Horizontes y Patria, en cuyas colecciones podemos apreciarla. Cultivó también la pintura. Falleció el 2 de marzo de 1956 en Guayaquil, dejando algunas obras inéditas. Algunos especialistas la consideran precursora del realismo mágico en nuestra literatura.
Ilustre pedagoga. Obtuvo su grado de profesora en el Normal Manuela Cañizares de Quito el año 1916, y el 10 de agosto de ese mismo año asistió como delegada del Guayas a la Primera Conferencia Pedagógica del Ecuador, reunida en Quito. Fue directora de la escuela fiscal de niñas No. 16 hasta 1919, año en que ocupó la subdirección del Rita Lecumberry, correspondiéndole la reorganización integral del establecimiento elevado a categoría de primer Normal de señoritas en la ciudad. En 1920 organizó la Segunda Conferencia Pedagógica Nacional con sede en Guayaquil. Luego de la Revolución juliana fue nombrada concejal del cantón, primera mujer en desempeñar tal dignidad en el cabildo porteño. En 1927 retornó al Normal Rita Lecumberry en calidad de rectora. Fue fundadora de la Legión Femenina de Educación Popular. En 1951 el gobierno nacional le impuso la condecoración al mérito en grado de oficial. Falleció el 19 de febrero de 1955. Un colegio femenino y una calle de la ciudad honran su nombre.
Intelectual multifacética y mujer de gran espíritu cívico. Inició su carrera literaria colaborando en diarios y revistas de la ciudad. Siendo muy joven publicó su primer libro: Aspectos de mi sendero, y en 1934 obtiene el primer premio en la Exposición del Libro con su poemario Hacia la vida. Luego edita Ritmo espiritual, Libertad y Mi mundo íntimo (autobiografía). Pianista y compositora, el año 1942 participó en un concurso convocado por la Asociación de Música de Cámara de Buenos Aires, Argentina, y obtuvo el primer premio con Album de Música. Cultivó también el periodismo, el teatro y la novela, el ensayo sociológico y la investigación histórica. Fue directora del Centro de Estudios Literarios de la Universidad de Guayaquil y miembro del Centro de Estudios Históricos de la misma. Fundadora y directora de la revista Nuevos horizontes.
Periodista, poetisa emérita, internacionalista y líder feminista. Primera delegada oficial del Ecuador a la Comisión Inter-mericana de Mujeres (CIM), organismo que la contó entre sus puntales desde la fundación hasta 1962. Fue vicepresidenta de la CIM (1949-1953) y presidenta interina en 1951. Elegida Mujer de las Américas en 1955 por la Unión de Mujeres Americanas en Nueva York. Como delegada ecuatoriana ante la CIM, gestionó y obtuvo del gobierno y del congreso del Ecuador la aprobación del convenio No. 100 de la OIT, relativo a la igualdad de remuneración salarial para la mujer (1957). Su labor cívico-patriótica fue reconocida con la orden nacional al mérito en grado de comendador. El cabildo de su ciudad la declaró Hija Predilecta de Guayaquil y la condecoró con la Estrella de Octubre. En el campo literario son innumerables los galardones obtenidos por sus producciones poéticas. Sus escritos se publicaron en El Telégrafo y revistas del exterior. Su biografía consta en el Libro de Oro de la CIM.
Brillante deportista. Pertenece al grupo de las primeras mujeres guayaquileñas que al comenzar la década de los años veinte, se matricularon en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte para obtener el título de bachilleres. Su nombre se inscribe en las hazañas deportivas de la época. Hacia 1926 participó en competencias de natación, y fue la primera mujer que cruzó a nado el río Guayas en la travesía de Guayaquil hacia Eloy Alfaro (Durán) y obtuvo el trofeo donado por don Rodolfo Baquerizo Moreno. En 1930 intervino en la asombrosa prueba Guayaquil Punta de Piedra, travesía de 15 millas náuticas que cumplió marcando un tiempo bastante cercano al de los competidores varones, el Libro de Oro de la Federación Deportiva del Guayas recoge sus glorias.
Primera actriz del cine silente ecuatoriano. Debutó el año 1922 con el nombre artístitico de Evelina Orellana, en el rol estelar de la producción nacional El tesoro de Atahualpa, con guión original del dramaturgo y director guayaquileño Augusto San Miguel. La película se estrenó en los teatros Edén y Olmedo y luego se proyectó en todo el país. Actuó también en el film de ambiente montubio Soledad, realizado en 1924 por Guayaquil Films con guión del folklorólogo y periodista Rodrigo Chávez González. Posteriormente protagonizó a Mercedes en la cinta Guayaquil de mis amores, producida por Ecuador Sono film el año 1930. Falleció en Guayaquil hace diez años.
Realizó sus estudios profesionales en las escuelas de obstetricia de las facultades de ciencias médicas de las universidades de Quito y Guayaquil y obtuvo su título profesional en 1927. En los inicios de su carrera fue directora de la sala de maternidad del hospital regional de Portoviejo. Fundadora de la Sociedad Obstétrica del Guayas, antecesora del actual Colegio de Obstetrices del Guayas, destacó como activa participante de las luchas clasistas. Su nombre está inscrito en la historia política del país como la primera mujer que terció en elecciones populares, resultado electa en comicios para concejal del cabildo porteño el año 1930. Hallándose en ejercicio de su curul fue designada jefe político (encargada) del cantón Guayaquil, hecho de gran repercusión nacional por tratarse de la primera ocasión en que una mujer accedía a tan alto cargo seccional. Se retiró de la política para dedicarse a su hogar y a su profesión. En atención a su interesante trayectoria, el gobierno del abogado Jaime Roldos le confirió la condecoración al mérito en el grado de caballero. Falleció el año 1988.
Primera arqueóloga nacional. Iniciada en la investigación por su padre y su hermano, estudió e hizo prácticas de gabinete y excavaciones desde el año 1963, siendo pionera en esta rama científica a la que ha aportado con algunos hallazgos y cerca de una veintena de importantes publicaciones. Fue curadora del museo de la Casa de la Cultura núcleo del Guayas, y a partir de 1964 su directora, funciones que ejerció con entrega y eficiencia hasta el momento de jubilarse. Como asistente del eminente Carlos Zevallos Menéndez, efectuó extraordinarias restauraciones en cerámica y orfebrería, fotografías, inventarios y clasificación de valiosas piezas arqueológicas a través de las cuales fue posible a ella misma y a otros científicos, ir descifrando algunas claves de nuestro pasado prehispánico. Aprovechando sus conocimientos musicales hizo un extraordinario estudio de los instrumentos precolombinos del litoral, que figura entre sus más reconocidos logros investigativos. Alejada de la actividad, reside en su ciudad natal.
Primera notaría del país. Graduada en el Normal Rita Lecumberry se dedicó inicialmente a la docencia; luego desempeñó labores de secretaria para la Comisión Legislativa Permanente. Tesorera por 17 años en el control de piladoras, más adelante siguió la carrera de jurisprudencia. Obtuvo el título de abogada en año 1962. Al inscribirse en un concurso de varones, ganó el cargo de notaría y pasó a ser la primera mujer calificada para el desempeño de dicha función. Le tocó la notaría octava del cantón Guayaquil, donde acreditó la capacidad del elemento femenino para el desempeño de tal actividad. Fue tesorera de la Federación Nacional de Notarios y del Colegio de Notarios de Guayaquil. Asistió a varios congresos internacionales. Sigue activa, ahora en la notaría XXXI.
Científica. Médica cirujana con especialidad en cancerología. Primera mujer radioterapista del Ecuador, realizó sus estudios de cancerología junto al ilustre científico doctor Juan Tanca Marengo, y recibió del profesor francés Jacques Testut las primeras enseñanzas sobre radioterapia. A través de una beca de posgrado de dos años en la Fundación Curie de París, se capacitó para el ejercicio de su delicada tarea en el hospital de Solca donde permaneció por varias décadas, atendiendo personalmente a pacientes de toda condición social. Posteriormente hizo prácticas en el hospital de tumores M.D. Cancerología de Houston (Texas), y asistió a algunos congresos internacionales. En un simposio sobre energía atómica en Viena, presentó un trabajo de investigación realizado en Solca con más de quinientos casos de cáncer del cuello uterino, que recibió elogiosos comentarios. Fue jefe de radioterapia y quimioterapia de dicha institución. Después de dedicar su vida a la ciencia y al alivio de la humanidad doliente, se ha retirado por motivos de salud.
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