LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
marzo 16, 2014
CUENTAN de un actor shakespeariano que en medio de un ensayo preguntó al director: "¿Qué debo hacer durante las pausas?" "¿Qué pausas?" preguntó a su vez el director quien, naturalmente, estaba convencido de que la acción de la pieza era continua y atrayente para el público. "Mientras hablan los demás", contestó el actor.
— Basil Boothroyd, en Punch (Inglaterra)
DESPUÉS de haber estado inscrito en un colegio para varones, durante los años octavo y noveno, invitaron a mi hijo a un baile en su primera escuela, que era mixta. Aceptó entusiasmado. Al regresar a casa después de la fiesta nos hizo comentarios sobre la música, los refrescos, las decoraciones, la función...
—¿Y qué me dices de las muchachas? —le preguntó mi marido—. ¿Reconociste a algunas del sétimo año?
—¡Caramba, papá! —contestó el joven—. Han cambiado tanto de formas que resulta difícil reconocerlas.
—E. W. P.
EL PRODUCTOR de cine Mike Todd, hijo, cuenta que un cazador de cabezas africano le explicaba a otro sus impresiones sobre la televisión: "Es un aparato extraordinario, donde encogen todo el cuerpo a la vez".
—H.G.
UN AGENTE viajero a quien estaba comenzando a preocupar tanto viaje en avión, fue un día a consultar a un técnico en estadísticas.
—¿Puede decirme —le preguntó— cuáles son las probabilidades de que me suba en un avión donde alguien haya colocado una bomba?
—No puedo decírselo hasta que haya examinado todos los datos disponibles —dijo el técnico—. Vuelva usted dentro de ocho días.
—¿Me tiene ya la respuesta? —preguntó el agente viajero en la visita siguiente.
—¡Cómo no! —repuso el técnico—. Hay una probabilidad entre un millón de que usted se monte en un avión donde hayan colocado una bomba.
—Una probabilidad remota... pero no es suficiente garantía para mí —dijo el otro— ya que viajo con mucha frecuencia.
—Si quiere estar más seguro —aconsejó el técnico— le recomiendo que lleve una bomba cuando viaje. Las probabilidades de tomar un avión donde hayan colocado son de una en mil millones.
—Chemical and Engineering News
UN PAR de muchachas casaderas charlaban sobre el porvenir.
—Quisiera ser sobrecargo de una línea de aviación —decía una—; es la mejor manera de conocer a un hombre de mundo con dinero.
—Pero tiene que haber otros medios menos difíciles para conocer hombres —apuntaba la otra.
—Tal vez los haya —añadía la primera— pero nunca se presenta mejor ocasión de examinarlos bien, que cuando están sujetos a sus asientos con los cinturones. —I. R.
UN MUCHACHO había robado una radio de transistores; la policía le cayó encima y se lo llevó a la cárcel. Lo metieron en una celda donde había un criminal empedernido, quien le preguntó:
—¿Por qué te tienen aquí?
—Por robar una radio de transistores.
—Eso es un juego de niños. Si quieres iniciarte en este negocio tienes que hacer algo grande, algo importante. ¿Por qué no asaltas un banco?
—Porque no me dejan salir de la escuela hasta las tres de la tarde.
—W.G.
¿LOGRÓ venderle al viejo MacTavish un terreno? —preguntó el administrador del cementerio.
Meneando la cabeza negativamente el secretario le contestó:
—Ese avaro cree que no va a sacar buen partido de la inversión.
—¡Cómo puede ser, hombre! Todos tenemos que morir algún día —exclamó el administrador.
—Precisamente eso fue lo que le dije, pero me contestó: "¿Y qué pasa si me pierdo en alta mar?"
— The English Digest