PRESIDENTE SADAT: LA PAZ NO SE LOGRA MATANDO ISRAELIES
Publicado en
abril 15, 2012
Desde el osado viaje que emprendió a Jerusalén en 1977, como iniciativa de paz, el presidente de Egipto, Anwar el-Sadat, se ha convertido en el foco de la atención mundial. Ningún gobernante moderno ha actuado en forma más atrevida con el propósito de poner fin a una centenaria historia de conflicto y violencia en Oriente Medio.
Recientemente, en su residencia que domina las pirámides, el Presidente habló con notable franqueza al editor en jefe del READER'S DIGEST, Edward Thompson, al jefe de redacción, Kenneth Gilmore, y al corresponsal viajero Carl Rowan. He aquí sus amplios comentarios sobre los problemas y las perspectivas actuales
Pregunta. Señor Presidente, las tensiones se mantienen altas en la zona del golfo Pérsico, y el mundo occidental y la Unión Soviética avanzan cada vez más hacia el enfrentamiento. ¿Teme usted una tercera guerra mundial por causa del petróleo?
Respuesta. No. Porque, gracias a Dios, las dos potencias comprometidas, Estados Unidos y la Unión Soviética, reconocen que una tercera guerra mundial acabaría con el mundo. No obstante, la lucha por la energía en el golfo Pérsico ha comenzado.
P. ¿Cree usted que la Unión Soviética, debido a una escasez propia de petróleo en el decenio de 1980, pueda invadir Irán o las zonas del Golfo?
R. La Unión Soviética no comenzará una guerra por el petróleo por la muy simple razón de que está avanzando sin presentar batalla. La política tan negativa que siguió Estados Unidos después de Vietnam dio a la URSS mucho terreno; y la situación de Irán le otorga todas las oportunidades para infiltrarse. Yemen del Sur da al Kremtin la misma oportunidad. Por ello la Unión Soviética librará la guerra sólo con esta política de infiltración.
P. ¿Hay alguna política que Estados Unidos debiera adoptar para detener el avance de la Unión Soviética mediante la infiltración?
R. Sí... ¡Seguro! Esto lo vengo diciendo desde hace tres años al Congreso de Estados Unidos y a la Administración. Les he manifestado que yo ya tuve mis experiencias con la Unión Soviética. Cuando uno controla a la Unión Soviética, ésta queda bajo control. Cuando uno la deja infiltrarse, se infiltra. Yo no soy una superpotencia, ni siquiera una potencia mediana. Soy una nación en desarrollo. Pero, por Dios, con la voluntad de mi pueblo expulsé a 17.000 especialistas soviéticos en una semana. Y en ese momento estábamos en sus manos en un cien por ciento. Temo que Estados Unidos esté atrasado. Tiene que controlar a la Unión Soviética y decirle: "Deténgase allí".
P. ¿Cuáles cree usted que son los objetivos fundamentales de la Unión Soviética? ¿Qué es lo que quieren realmente a escala global?
R. Una esfera de influencia sobre el mayor número de personas en este mundo. Los movimientos de liberación han dado a la URSS una oportunidad de hacerlo.
P. Señor Presidente, cuando usted expulsó a los rusos, dijo que eran "rudos y bajos". ¿Continúan siéndolo?
R. Nunca cambiarán. Recibieron tres lecciones: de China, de Yugoslavia y de Egipto. Pero no aprenderán nunca. Esto forma parte de su naturaleza. ¡Son arrogantes! Y dogmáticos... blanco o negro. Si uno está con ellos, eso significa que uno puede ser su agente. Si uno dice que tiene su propio orgullo y sus propias esperanzas nacionales, entonces está en su contra.
P. ¿Qué cree usted que Egipto, Estados Unidos y el resto del mundo libre debieran hacer para ayudar a los rebeldes afganos?
R. Todo lo que esté a nuestro alcance. Armamentos. Dinero. Toda la ayuda posible. La situación de Afganistán es peligrosísima. Todos los Estados del Golfo, todos los Estados árabes, todos los pueblos árabes están en contra de lo que ocurre en Afganistán. Todo el pueblo musulmán está contra las acciones de la Unión Soviética, pero Estados Unidos no les está dando la oportunidad de demostrarlo. Una política vacilante de su parte sería muy peligrosa.
P. Sobre la base de su larga experiencia en el trato con los rusos, ¿qué aconsejaría a los países del Tercer Mundo que ahora tienden a la Unión Soviética en su búsqueda de apoyo militar y económico?
R. Pondría ante ellos la experiencia egipcia. La Unión Soviética nunca ayudará a ningún país a elevar el nivel de su pueblo mediante la asistencia económica. Rusia nos en vía fábricas obsoletas. No tiene tecnología en el aspecto económico ni en el campo de la agricultura. El principal despliegue de los soviéticos es el del armamento. Y en tiempos de liberación, o en el mundo difícil de hoy, en el que cada vecino tiene algún problema con su vecino, es muy atrayente entregarles armas nuevas. Eso es lo que hicieron en Egipto. Pero cuando uno llega a la conclusión final, la Unión Soviética nunca elevará el nivel de vida de ningún pueblo. Por el contrario, los empobrece.
P. Presidente Sadat, ¿cuáles son las posibilidades de otro conflicto árabe-israelí?
R. ¡Permítanme decir lo siguiente! Camp David y el tratado entre Egipto e Israel han neutralizado cualquier explosión. Pero aún se mantiene el hecho de que Estados Unidos está utilizando el veto en el Consejo de Seguridad para apoyar a Israel. Nosotros pedimos que se respeten los derechos de 800 millones de musulmanes, exactamente como deben respetarse los derechos de 16 millones de judíos. Cuando los musulmanes se enteran del veto estadounidense, da la impresión de que Estados Unidos apoya a Israel, y el musulmán está furioso contra Estados Unidos. ¿De qué manera ayuda a los intereses de Israel poner a los musulmanes contra Estados Unidos? Existe una política egoísta de parte de Israel.
P. Señor Presidente, usted habla de política egoísta. ¿Cree realmente que Israel quiere un acuerdo de paz? ¿O sólo está jugando para poder anexar más territorio?
R. Más del 90 por ciento del pueblo israelí quiere la paz. Pero parece que el señor Begin no puede decidirse a abandonar lo que él llama "Judea" y "Samaria" porque es "la tierra de los padres" y "es bíblica". El pueblo israelí quiere la paz. ¿El Gobierno...? No sé, realmente.
P. ¿Cree usted que los israelíes llegarán a acceder a una forma de autonomía para los palestinos en Gaza y la Margen Occidental que satisfaga tanto a los palestinos como a los otros árabes?
R. Si el señor Begin deja de lado todas estas reclamaciones por Judea y Samaria, sí. Podemos llegar a un arreglo. Antes de Camp David teníamos más dificultades que ahora.
P. Los israelíes señalan recientes ataques terroristas por parte de elementos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Arafat. ¿Puede usted en verdad culpar a los israelíes de temer que la autonomía palestina sirva únicamente para hacer que el Estado judío se haga todavía más vulnerable al terrorismo?
R. Me dio mucha pena lo ocurrido en Israel y las medidas adoptadas por ese país contra los palestinos. Esto no beneficia ni a Israel ni a los palestinos. Dije a los palestinos en forma bastante abierta que con matar a un israelí aquí o allá no se logrará la paz, ni eso los hará volver a su patria para iniciar su Estado. Pero permítanme decirles esto: en el conflicto de Hebrón, ¿no fue acaso una provocación del Gobierno de Begin el tomar la decisión de construir allí una escuela y asentamientos? ¿No es acaso una provocación del Gobierno de Israel? Lo es. Es una provocación.
P. Señor Presidente, debido a la reunión de Camp David usted se convirtió en un virtual paria a los ojos del resto del mundo árabe. ¿Espera que sus hermanos árabes comiencen alguna vez a ver las cosas desde su punto de vista?
R. Bueno, ellos han hecho todo lo posible por aislar a Egipto. Pero, ¿cuál es el resultado un año después? Todos estos países envidian lo que hemos logrado. El árabe de la calle y los intelectuales árabes me apoyan en un cien por ciento. Ellos lo dicen en privado, pero no pueden salir a decirlo abiertamente. Este es el problema que hay con mis colegas árabes. Todos los gobernantes árabes dicen algunas cosas a puerta cerrada y otras, totalmente nuevas, las pregonan ante los micrófonos.
P. ¿Esta hostilidad pública refleja el temor de que, si dicen otra cosa, provoquen quizá las iras de la Organización para la Liberación de Palestina?
R. Así es. Se ven intimidados por la OLP. Están intimidados por sus problemas internos. Por ejemplo, tomemos a Siria. En estos momentos se libra allí una guerra civil. El mismo presidente Assad me lo dijo. Todas las facciones del país están contra Assad y la secta Alawite, de la cual proviene. Arabia Saudita tiene problemas en el interior, y las repercusiones del incidente de La Meca aún no han terminado realmente. Irak nunca conocerá la estabilidad, todos los días hay un golpe allí.
P. Es muy bien sabido que Libia, bajo la conducción de Muammar Khadaffi, financia el terrorismo, la subversión y la violencia. ¿Pueden ustedes en Egipto protegerse de algún modo del terrorismo y la subversión?
R. Sí. Castigué a Khadaffi en 1977 por actos subversivos instigados por él en este país, y tuvo 2.000 bajas. Le manifesté entonces que si llegara a caer una bomba en este país, él sería personalmente responsable. Pero aparte de esto, no me preocuparé de Khadaffi. Es esquizofrénico... y muy maligno. Miren ustedes lo que está haciendo. Hasta ayuda a que los cristianos luchen entre sí en Irlanda. Dondequiera que haya sangre, dondequiera que haya actos malvados, allí estará Khadaffi.
P. Debido a las enseñanzas fundamentales y a las acciones del "ayatollah" Khomeini, de Irán, muchos en Occidente ven al Islam como un enemigo del progreso material y social occidental. ¿Le preocupa esto?
R. Ustedes cometerán un grave error al pensar que lo que se hace en Irán es Islam. En absoluto. Es terrorismo. La venganza de Khomeini, odio. Todo esto está contra el Islam... Khomeini utiliza la palabra "Islam" para promover su propia idea.
P. ¿Qué cree usted que ocurrirá en Irán después de Khomeini?
R. Antes de finalizar este año Irán se volcará a la izquierda. La única facción organizada en Irán son los comunistas, los izquierdistas. No pasará mucho tiempo antes que ellos tomen el poder.
P. Vayamos ahora de los asuntos internacionales a sus asuntos internos. Un resultado del alejamiento egipcio de los otros Estados árabes fue el costo económico. ¿Hasta qué punto ha sido grave para ustedes?
R. Bueno, trataron el año pasado de ahogarme, pero, gracias a Dios y gracias a nuestros amigos (Estados Unidos, los japoneses, los europeos que nos ayudaron), superamos todo aquello. Tengo un grave problema aquí, en mi economía, debido a que estoy importando un 80 por ciento de mi alimento cuando deberíamos estar produciéndolo. Pero he tomado medidas para acelerar la intensificación de la agricultura según la última tecnología de Estados Unidos. Tengo la intención de cultivar 200.000 hectáreas en los próximos cinco años. La tierra está disponible, el agricultor está disponible, el agua, el clima, todo está disponible. Sólo necesitan la nueva tecnología, el equipo y el capital para comenzar. Cuando nos proporcionen la gente del sector privado de Estados Unidos, ellos podrán resolver mi problema. Somos muy prácticos. No queremos pedirles más ayuda. No queremos sudar y hacerlo todo. Este año recibiré 600 millones en cuotas del Canal de Suez. Tendré 1.000 millones de dólares del Canal en el próximo año. Tendré otros 1.000 millones del petróleo. Seré independiente en cemento y fertilizantes para 1982 gracias a toda la ayuda.
P. Usted va a recibir este año alrededor de 500 millones de dólares en armas por parte de Estados Unidos: cazas a reacción F-16, tanques M-60 . ¿Contra quién se está armando?
R. Estoy creando este poderío porque hay ciertas responsabilidades para Egipto en esta zona, especialmente después que Irán se ha desvanecido. ¿Qué voy a hacer si algo viene del sur, desde Etiopía, instigado por la Unión Soviética, digamos por el asunto del agua? Ustedes saben que dependemos del Nilo en un cien por ciento. No tenemos lluvias. Si hacen algo en este aspecto iniciaré la guerra de inmediato, debido a que estará en juego la vida de mi pueblo.
P. ¿Iniciaría usted la guerra de inmediato?
R. De inmediato. Si algo afecta a mi suministro de agua que se ha recibido así durante miles y miles de años, iniciaré la guerra. Estoy creando mi fuerza para defender nuestro país, para defender nuestra democracia. Tenemos a esos que son instigados por la Unión Soviética, como los etíopes o los libios. Y yo digo esto, cítenme textualmente: otorgaré facilidades a Estados Unidos para llegar al Golfo con el propósito de ayudar allí a cualquier Estado, pese al hecho de que están cortando las relaciones conmigo. Y digo también esto: daré facilidades a Estados Unidos para rescatar a los rehenes en Irán cuando quiera que ese país las pida. De esta manera, por esto, por ayudar a mis colegas árabes, por defender mi democracia, por defender mi posición como líder del mundo árabe y de Oriente Medio, estoy formando esta fuerza. Porque si Rusia y Etiopía creen que somos débiles, nos darán dolores de cabeza. No seremos débiles en absoluto.
P. Señor Presidente, ¿cree usted que la credibilidad de Estados Unidos se debilita? ¿Cree realmente la gente cuando Estados Unidos dice "no crucéis esta línea"?
R. Desafortunadamente, la mayor parte de los que viven en esta zona piensan que ese país está de capa caída. Esto es muy desafortunado, pero es un hecho. Tenemos que afrontarlo. Pero, como les dije, no es demasiado tarde. Todavía llevamos una ventaja.
P. Dirijamos nuestra atención a otras zonas del mundo. ¿Cómo ve usted a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)? ¿Todavía como una barrera real contra la agresión soviética?
R. La OTAN seguirá siendo la salvación de Europa Occidental. Todo país debería asumir sus responsabilidades. No deberían depender de Estados Unidos en un cien por ciento. Pero todos en Europa se están relajando. Cada país debería formar su propia fuerza militar. Todos deberían pagar las medidas defensivas.
P. ¿Qué hay respecto de Japón? ¿Está el mundo en peligro suficiente como para que sea el momento, tal vez, de alentar a Japón a que asuma su cuota de defensa por el mundo libre, y a que se rearme?
R. Seguro. Japón no sólo debería financiar fuerzas armadas, sino también trabajar con Estados Unidos en investigación de armamentos. Los japoneses tienen muchos genios en campos como este.
P. Señor Presidente, ¿qué papel político y militar corresponde, según usted, a la República Popular China?
R. Han lanzado con éxito su ICBM (siglas en inglés de Misil Balístico Intercontinental) al Pacífico. En los próximos diez años serán una tercera superpotencia. Estados Unidos debe ayudar a China para que esta se modernice, para ayudar a estabilizar a este aquejado mundo. Ayuden a los chinos dondequiera que puedan. Tienen 5.000 años de civilización detrás. Son dignos de fiar; respetan su palabra. No deben temer a los chinos; a los que hay que temer es a los que no tienen civilización detrás, como lós soviéticos. Ellos no tienen antecedentes. Este fue un factor del conflicto entre los soviéticos y China, y el conflicto entre ellos y Egipto.
P. Usted habla con una valentía tremenda y actúa con mucho coraje. ¿Podría decirnos qué le da la fuerza para hacerlo?
R. Dos cosas. Soy un verdadero creyente en Dios. La religión en esta parte del mundo, especialmente en Egipto, es parte de nuestra sangre. Dios nos dice en el Corán que si todo el mundo decide poner término a la vida de uno y si Dios no está de acuerdo, tal cosa no ocurrirá jamás. Y entonces yo disfruto de la confianza plena del 99 por ciento de mi pueblo. Manifesté al Parlamento que cuando estime que ya no tengo ese apoyo me iré. Me gusta la base firme. La base firme significa que estoy en paz con mi Dios; y creo que tengo la confianza de mi pueblo. Si esa confianza es del 80 por ciento abandonaré mi cargo.
P. Usted ha sido presidente durante diez años. ¿Piensa haber cambiado en algún aspecto importante?
R. He mejorado. Tal vez ustedes no sepan que en mi juventud admiré las dictaduras. Fui uno de los nueve que iniciaron la revolución aquí hace 28 años. Cuando esta tuvo éxito, Gamal Abdel Nasser preguntó al consejo revolucionario: "¿Qué clase de filosofía vamos a adoptar: dictadura o democracia?" Yo quería la dictadura. El único que apoyaba la democracia era Nasser. ¡Miren ustedes lo que ha ocurrido! ¡Se convirtió en un dictador, y yo en un demócrata!