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junio 06, 2011
No toda la verdad- Rigoberta Menchú inventó detalles de su autobiografía.PREMIO NOBEL
GUATEMALA— La ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, ha sido reconocida internacionalmente como defensora de los derechos de los pueblos indígenas, sobre todo por la descripción que hace de su infancia como parte de la oprimida e iletrada población indígena guatemalteca.
En su autobiografía, la Menchú, que actualmente tiene 40 años, narra una conmovedora historia de violencia, miseria y explotación. Sin embargo, hay detalles importantes de ese relato que son falsos, según un nuevo libro del estadounidense David Stoll, quien ha pasado en años de entrevista e investigación. Stoll concluye que Menchú describió en repetidas ocasiones "experiencias que jamás vivió".Afirma también que parientes, vecinos, amigos y ex condiscípulos de la guatemalteca le hicieron ver que muchos de los principales episodios de la autobiografía fueron inventados, o bien, muy exagerados.Por ejemplo, la disputa por la tierra, un tema tan importante del libro, fue en realidad una larga y encarnizada lucha familiar que el padre de la Menchú sostuvo contra sus parientes políticos. No se trató de una batalla contra terratenientes ricos de origen europeo que hubieran intentado desalojar a su padre y a otros campesinos indígenas de tierras que no eran propiedad de nadie.Al contrario de su afirmación de que nunca fue a la escuela, la Menchú estuvo en dos internados particulares dirigidos por monjas.En su libro, dice que vio morir de desnutrición a su hermano más pequeño, Nicolás. Pero un hermano mayor y una media hermana de ella señalaron en una entrevista con el Times de Nueva York que no recordaban a ningún hermano que hubiera fallecido por esas causas.En respuesta, la Menchú dijo que tales críticas formaban parte de una campaña política racista.Geir Lundestad, secretario permanente de la Comisión Noruega del Premio Nobel, expresó que no había motivos para dudar de la obra de Stoll. Sin embargo, agregó que el premio no será revocado. "En todas las autobiografías se adornan los incidentes en mayor o menor grado".—LARRY ROHTER, Times (NUEVA YORk)DIFICIL DE PREDECIR
CAROLINA DEL NORTE- A pesar de que al menos nueve homicidas que estaban en cárceles de mínima seguridad han escapado desde 1997, no es raro que estos reclusos trabajen fuera de la prisión.
El pasado 9 de octubre, Ronnie Gene Jackson escapó mientras podaba el césped fuera de la penitenciaría del condado de Catawba. Tomó un taxi y no fue capturado hasta 21 días después. "Es ridículo que un homicida pueda trabajar en el exterior y que no necesite más que tomar un taxi para huir", dijo Chet Hodgin, presidente de la Red de Asistencia a Víctimas de Carolina del Norte.Jackson fue sentenciado en 1974 a cadena perpetua más 90 años de cárcel por el asesinato de su esposa y de un ejecutivo de una compañía de muebles. En 1991 los funcionarios de la penitenciaría lo pusieron en condiciones de seguridad mínima, que son las que más independencia permiten a los reclusos.Jackson empezó a cortar el césped por un sueldo fuera del recinto, pero no siempre era vigilado.Los funcionarios de la prisión evalúan las probabilidades de que un recluso intente escapar. "Pero es imposible predecir con tanta exactitud la conducta humana", reconoce Dan Stieneke, director de prisiones del Departamento de Rehabilitación. Hacía poco tiempo que a Jackson se le había negado la libertad condicional.— APLA LECCION QUE NO SE APRENDE
BOSTON— Cuando suena la campana a la 1:40 de la tarde en las 11 secundarias de distrito que hay en la ciudad, millares de alumnos salen a las calles. Cuadernos y libros de texto quedan guardados en los casilleros hasta el día siguiente.
Debido a la práctica de promover a estudiantes con calificaciones reprobatorias, la cual se viene siguiendo desde hace decenios, algunos adolescentes saben que pasarán al siguiente grado aunque no hagan sus deberes escolares. "Si no estoy de humor para hacer la tarea, no la hago", dijo un alumno de la Escuela de Enseñanza Media Brighton.Mientras tanto, los maestros dicen que todos los días se enfrentan al dilema de si deben presentar material nuevo cuando frecuentemente sólo cinco o diez muchachos dé un grupo de 30 han hecho los deberes escolares. "Muchos maestros se dan por vencido", señaló David Dingledy, maestro de lengua y literatura inglesas de noveno año. "Son muy pocos los chicos que cumplen con la tarea, y quienes la hacen se copian", asegura. "Es difícil basar una lección en la tarea escolar si ésta no se hace".— BETH DALEY, Boston Globe¿VICTIMAS O DEFRAUDADORES?
GEORGIA— A toda una comunidad se le partió el corazón cuando vio a Sandra Benson y Freeman Berry, pareja de distinto origen étnico, describir a los reporteros y a la policía cómo el fuego había consumido su casa, en Jonesboro, Georgia, y declarar que eran víctimas de la intolerancia. El incendio había sido intencional, dijeron, y destruido muchas de sus pertenencias, entre ellas un valioso equipo de cómputo. En la cerca y en el cobertizo del patio trasero de la casa había esvásticas e insultos racistas pintados con pintura en aerosol.
Los investigadores, empero, notaron cosas extrañas. Por ejemplo, que los letreros estaban en la parte interior de la cerca, donde los transeúntes no podían verlos, aunque usualmente los delitos motivados por el odio intentan llamar la atención de la gente.En agosto de 1997, a Benson y Berry se les imputaron 23 cargos de fraude por varios incidentes que culminaron con el incendio de su casa. Los fiscales afirman que los supuestos fraudes a compañías de seguros redituaron a la pareja más de 600.000 dólares. Ellos insisten en que son inocentes; fueron puestos en libertad bajo fianza y están aguardando juicio.Lou Mizell, asesor en seguridad que estudia las tendencias delictivas, calcula que desde 1990 se han registrado en Estados Unidos unos 100 falsos delitos atribuidos a la intolerancia. En Miami, Steven Rubin, director de transporte escolar, fue sentenciado a prisión por haberse coludido con unos vándalos que pintaron consignas antisemitas en la Escuela Hillel, donde trabajaba. Rubin pretendía sacar provecho económico de la reparación de los autobuses escolares dañados.—Art levine, U.S. News & World Report
Esvásticas- La casa de Sandra Benson y Freeman Berry.