Publicado en
mayo 13, 2009
Llegan dos mujeres al cielo y una le pregunta a la otra:
―¿Cómo te moriste?
―¡Congelada...!
―¡Ay que horror!... ¡Debe ser horrible morir congelada! ¿Qué sentiste?
―Al comienzo es muy feo, primero dan escalofríos, después los dolores en los dedos de las manos y pies, todo se va congelando, después viene un sueño muy pesado, y perdí la conciencia... Y tú ¿cómo moristes?
―¿Yo? ¡De un ataque cardíaco! Estaba desconfiando de mi marido, creí que me engañaba. Un día llegué más temprano de trabajar, corrí hasta el dormitorio y él estaba acostado en la cama viendo televisión, desconfiada corrí al sótano para asegurarme de que no tenía a ninguna mujer escondida, pero no había nadie, corrí hasta el segundo piso, pero tampoco encontré a nadie, después subí hasta el desván, pero al ir subiendo las escaleras, me dio un ataque cardíaco, y caí muerta.
―¡Como eres pendeja! Si hubieras buscado en el refrigerador, ¡las dos estaríamos vivas...!