Publicado en
mayo 13, 2023
EL VIOLINISTA Jascha Heifetz es un hombre voluntarioso que se ha fijado a sí mismo reglas rígidas para gobernar toda su conducta, incluso el aseo personal, las finanzas, el protocolo, etcétera. Cuando enseñaba en el Centro Musical de Los Ángeles, era un verdadero tirano.
—Tocará usted este pasaje así —decía un día, demostrando la manera a un alumno que había insinuado hacerlo en otra forma.
—Pero, señor Heifetz —protestó el estudiante—, creo que usted no me comprende ...
El maestro se puso tieso y agregó:
—¡Nunca diga usted eso! Diga más bien: "Señor Heifetz: no me he explicado bien".
—Roger Kahn, en How the Weather Was.
NIKOLA Tesla, nacido en Croacia, que diseñó la central hidroeléctrica de las cataratas del Niágara, no se tenía en nada menos de lo que en realidad era.
Poco después de su llegada a los Estados Unidos, un amigo mutuo lo recomendó al gran inventor Tomás Edison, quien lo tomó a su servicio. A Tesla no le arredraba la fama del norteamericano. En más de una ocasión puso en tela de juicio sus puntos de vista y demostró tener razón.
Cuando el joven sabelotodo ya había trabajado algunos meses en el laboratorio del inventor, el amigo preguntó a Edison:
—¿Qué te parece Tesla? ¿Es tan competente como te dije?
—Mejor —respondió Edison—. Es tanto como él se cree.
—E.E.E.
EN Los años de 1920 a 1939, janet Flanner, corresponsal de la revista New Yorker, solía escribir de todos los personajes que entonces se abrían paso en París. Entre sus favoritos estaba el escritor Ernest Hemingway. "Era el hombre más generoso", recuerda. "Cuando estaba escaso de fondos solía pedir a los taberneros del Ritz 100 francos prestados, para devolvérselos en seguida como propina, y les decía: La semana próxima te pagaré los que me prestaste".
—P.O.H.