Publicado en
octubre 18, 2022
ESTADOS UNIDOS.
¿De verdad existió Polybius, el juego con mensajes subliminales creado para el control mental? Así surgió la leyenda y se coló en los rincones más inesperados de la cultura pop.
A principios de la década de 2000 nació la leyenda urbana más famosa de los videojuegos: Polybius, una supuesta arcadia que fue colocada en locales de maquinitas en Estados Unidos en los 80 como parte de un experimento de Estados Unidos y que, de acuerdo con quienes aseguraron haber jugado con ella, tenía terribles efectos secundarios que podían conducir al suicidio. Pero, ¿realmente existió Polybius? Como en todos los creepypastas, en esta historia hay elementos que no se han comprobado, pero también algunos trazos de verdad.
La leyenda de Polybius indica que, en 1981, la arcadia podía encontrarse en distintos establecimientos de Portland, Oregon, donde pronto se volvió popular porque el videojuego era altamente adictivo: un sencillo shooter en blanco y negro cuyo gameplay era similar a Tempest. A diferencia del inocente juego de Atari, Polybius tendría graves efectos secundarios físicos y psicológicos en quienes lo jugaban: dolor de cabeza, mareos, pesadillas, alucinaciones, amnesia, terrores nocturnos y, en casos extremos, suicidio.
Se habla de Polybius como parte de un experimento psicológico del gobierno de Estados Unidos: de vez en cuando, misteriosos hombres vestidos de negro acudían a los locales para extraer información de las arcadias, y se especuló que el videojuego fue hecho para analizar los efectos que este tenía en quienes lo jugaban. También se dice que Polybius fue creado con propósitos de control mental: el gameplay incluía mensajes subliminales que aparecían en flashazos a mitad del juego, como “ríndete”, “sigue durmiendo” o “confórmate”, además de sonidos de personas que lloraban o rostros deformados que podían observarse de reojo durante las partidas.
Los desarrolladores del juego, si existieron alguna vez, son desconocidos. Sin embargo, en la pantalla principal podía encontrarse una referencia a Sinneslöschen, la supuesta compañía fabricante cuya traducción del alemán es algo parecido a “pérdida de los sentidos”.
Apenas un mes después del lanzamiento de Polybius, la arcadia habría sido retirada de todos los locales de maquinitas. De acuerdo con el creepypasta oficial, una arcadia reapareció en 1988, pero desapareció poco después. Nadie ha podido recuperar el ROM del juego original y, por la misma razón, la existencia del juego no se ha podido comprobar. Aun así, han existido varios intentos de recrear el gameplay original de Polybius, como este (que, genuino o no, incluye destellos de luz y movimientos que sí pueden llegar a provocar mareos y dolores de cabeza, para que lo veas bajo tu propio riesgo).
Sin embargo, hay que señalar que una de las primeras menciones reastreables de Polybius no ocurrió sino hasta el año 2000, en el siguiente post en el que se solicita información del videojuego: “El juego se veía raro, medio abstracto, de acción con algunos elementos de puzzle”, dice la publicación. “Los chicos que lo usaron dejaron de jugar videojuegos completamente, uno de ellos se volvió un activista en contra de los videojuegos o algo. Contactamos a alguien que lo conoció, y dice que las máquinas desaparecieron después de un mes y nadie ha vuelto a escuchar de ellas”.
El misterio creció cuando, en 2006, alguien llamado Steven Roach hizo una publicación en la que confesaba ser uno de los programadores de Polybius en la empresa Sinneslöschen, en donde trabajó en el videojuego bajo encargo de una empresa sudamericana cuyo nombre, dice, no se puede mencionar por razones legales. Roach señala a su colega Marek Vachousek como el programador que nombró a Polybius, pues había estudiado Mitología Griega en la Universidad de Masaryk.
“Poco después recibimos terribles noticias”, relata Roach. “Un chico de 13 años del distrito de Lloyd, en Portland, Oregon, había tenido una crisis epiléptica mientras jugaba el juego, tan solo seis días después de que se instalaran las máquinas. Uno de los directivos de la empresa, a quien conocía bien, me contactó para decirme que había causado ataques de pánico en la compañía, quienes opinaban que habían creado un monstruo. Puede que suene risible ahora, pero por favor tomen en cuenta que esto fue hace 25 años, cuando la industria de los videojuegos estaba en su infancia”.
La historia de Steven Roach, sin embargo, está repleta de inconsistencias. La periodista Cat DeSpira, quien realizó su propia investigación al respecto, señala que revisó el historial de Sinneslöschen en Alemania y encontró, nada. Además revisó la lista de alumnos de la Universidad de Masaryk y el resto de universidades en República Checa, y tampoco halló registro de estudiantes llamados Marek Vachousek.
Es aquí donde la historia se torna más oscura y terrible. DeSpira encontró que Steven Roach podría ocultar más que una simple mentira sobre un creepypasta para ganar atención en Internet: un hombre llamado Steven Roach y su esposa Glenda fueron sido detenidos por la policía en los 90, antes de huir a República Checa, bajo los cargos de privación ilegal de la libertad y tortura, pues se encargaban de la seguridad en “refugios” de la World Wide Association of Specialty Programs and Schools (WWASPS) y en Morava Academy donde, más tarde se supo, ocurrían graves violaciones a los derechos humanos de niñas y adolescentes.
La periodista asegura que se trata del mismo Steven Roach que publicó su supuesta relación con la creación de Polybius. Después de todo, ambos tendrían algún tipo de conexión con República Checa.
La misma DeSpira creció en Portland y solía frecuentar las mismas arcadias que se mencionan frecuentemente en la historia de Polybius. Su historia inicia en las maquinitas de Malibu Grand Prix, en donde habrían ocurrido los hechos relacionados con la misteriosa arcadia en 1981. Si bien no se ha podido probar la existencia de Polybius, DeSpira señala elementos que sí pudo verificar durante su investigación.
DeSpira señala que en 1981 sí llegó a Portland una arcadia “parecida” a Tempest, como lo confirman anuncios de la época y un trabajador de una de las empresas distribuidoras en ese entonces. No obstante, el juego al que se refieren era Tempest. De la misma forma, sí hubo casos registrados de jugadores que experimentaron efectos negativos tras jugar videojuegos, aunque ninguno fue un ataque epiléptico. DeSpira menciona nueve casos documentados en Estados Unidos entre 1981 y 1984 y la mayoría ocurrieron en consolas caseras. Solo uno tuvo que ver con la arcadia de Astro Fighter, el juego de SEGA de 1980.
En cuanto a los agentes que acudían periódicamente a revisar y llevarse las arcadias, esto sí ocurrió en dos ocasiones en 1981 y en 1982. DeSpira afirma que los agentes guardaban las iniciales de los high scores registrados en las máquinas para guardar sus nombres como posibles testigos en los crímenes que investigaban. También inspeccionaban la parte trasera de ciertas arcadias para buscar cables usados en apuestas.
1981 también fue un año turbulento para los videojuegos, sobre todo a causa de quienes se oponían a ellos. Un estudio del gobierno de Estados Unidos, ordenado por la Suprema Corte, buscaba averiguar si los videojuegos podían ser tan adictivos para niños y adolescentes que ameritaran una legislación. En Mesquite, Texas, una regulación, a la que Atari se puso por temor a que se redujeran sus ventas, señalaba que los menores de 17 años no podían operar una arcadia.
La periodista menciona dos hechos relevantes en las maquinitas de Malibu Grand Prix que, muy probablemente, contribuyeron a dar forma a la leyenda de Polybius. En el primer incidente, ocurrido el 27 de noviembre de 1981, Brian Mauro de 12 años se propuso romper un récord de Asteroids impuesto por Dennis Hernandez, un adolescente de 16 años que pasó 52 horas consecutivas en el juego. Mauro creía que podía superarlo con el apoyo de su papá, quien se mantuvo todo el tiempo junto a él. Sin embargo, después de pasar 28 horas seguidas sin nada en el estómago más que Coca Cola y jugo de naranja, Mauro tuvo molestias gastrointestinales que lo dejaron fuera de la jugada.
El mismo día, en las mismas maquinitas, Michael Lopez de 14 años retó a sus amigos a vencerlo en Tempest. Sin embargo, después de unas horas, Lopez tuvo su primer ataque de migraña:
“Empecé a sentir algo extraño en la nuca, después la vista se me nubló. Veía luces parpadeantes. Me mareé, caminé a la salida y vomité en el estacionamiento. Uno de mis amigos caminó conmigo a casa, pero no alcanzamos a llegar. Me dolía mucho la cabeza. Llegué al punto de no poder hablar. Ya no podía caminar. Me tiré en el jardín de alguien, a cuatro cuadras de mi casa, retorciéndome y gritando de dolor. Se sentía como si mi cabeza se fuera a abrir. Alguien llamó a la policía. Ese fue el primer ataque de migraña que tuve. Los he tenido toda mi vida desde entonces, pero esa ocasión fue temible porque no sabía lo que me pasaba”.
Los dos incidentes ocurrieron poco antes de las redadas de federales en maquinitas de la zona, donde al menos una persona fue detenida por alterar las arcadias para usarlas en apuestas. Entre las máquinas incluidas en la lista negra de la policía estaban Scramble, Galaxian y Tempest, que fueron retiradas de distintos locales de forma permanente. “Coincidió con las dos ‘lesiones de videojuegos’ en Malibu Grand Prix, después la subsecuente desaparición de Tempest, junto con los chicos que escuchaban a sus papás hablar de cómo las arcadias eran inspeccionadas por los federales”, escribe DeSpira. “Debió haber afectado a los niños de alguna manera".
Cada uno de los hechos pudo ser uno de los ingredientes para fabricar la historia de Polybius: niños que sufrieron terribles efectos secundarios, redadas de la policía, la repentina desaparición de ciertos videojuegos en Portland e intentos del gobierno por restringirlos. Eso explicaría el surgimiento del creepypasta 20 años después, cuando las niñas y niños de la época ya eran adultos con acceso a internet.
Puede que Polybius sea una leyenda urbana con algunos elementos de verdad. Sin embargo, aún hay preguntas sin respuesta alrededor de la misteriosa arcadia. Si Polybius es una especie de efecto Mandela entre niñas y niños de Portland, ¿quién está detrás de su identidad gráfica, con la tipografía “robótica” y los gabinetes completamente negros? ¿De dónde salieron las ideas para las recreaciones del supuesto gameplay de Polybius? Y, sobre todo, ¿a quién se le ocurrió llamarla así?
En 2017, el estudio Llamasoft lanzó Polybius para PS4 y PC: un shooter en VR basado en la leyenda urbana, con un gameplay que recrea de forma más o menos similar el de Polybius. Uno de sus creadores, Jeff Minter, aseguró en una entrevista que, durante su juventud, había jugado con una arcadia original de Polybius en una bodega de Basingstoke, Inglaterra. Minter también desarrolló los títulos Txk y Tempest 2000 (sí, una nueva versión del juego que habría inspirado la leyenda de Polybius): esté último desarrollado por Llamasoft y publicado por Atari.
El nuevo Polybius, que es una versión más colorida y amigable que la supuestamente desarrollada por Sinneslöschen, recibió reseñas positivas, con un score en Metacritic de 84/100.
Ese mismo año, Nine Inch Nails lanzó el sencillo “Less Than” de su EP Add Violence, cuyo video muestra a una chica que juega el Polybius de Llamasoft. El mismo Trent Reznor mostró interés en el juego y Minter terminó por enviarle una copia exclusiva para PC cuando el juego solamente estaba disponible en PS4. Las imágenes muestran el gameplay del título de 2017 sincronizadas con la música de NIN.
El videojuego de 2017 sirvió también como revival de Polybius: la serie de ciencia ficción Dimension 404 tuvo un episodio dedicado al creepypasta, en el que un grupo de adolescentes enfrentan a la extraña arcadia. Los Simpson, por su parte, tienen el cameo más famoso de Polybius: en un episodio aparece el juego, con un solo botón en el panel y la leyenda “Propiedad del gobierno de Estados Unidos”.
Aunque nadie ha podido comprobar la existencia de la arcadia “original” de Polybius (ni tampoco descartarla), la historia se mantiene vigente por las mismas razones: es una muestra del poder de los rumores y cómo pueden ir de una publicación anónima en un simple foro a los rincones más inesperados de la cultura pop. Incluso Ernest Cline, autor de Ready Player One, ha declarado que escuchó de la conspiración de Polybius cuando apenas era un adolescente en Ohio y la incluyó como parte de su novela de 2015, Armada.
Algunas leyendas urbanas muestran que todo es posible y resultan ser reales (como aquella de los cartuchos de E.T. enterrados a mitad del desierto en Nuevo México). Por otra parte, como escribe Cat DeSpira, es más probable encontrar a Elvis con vida en una nave extraterrestre que el ROM original de un juego llamado Polybius. En el fondo muchos deseamos que la teoría de conspiración sea real y, quizá, es por eso que seguimos alimentando su lore: nuestra nostalgia por épocas “más simples” también incluye sus historias de horror.
Fuente del texto: códigoespagueti.com