Publicado en
junio 15, 2021
¡Malditas pastillas, me duermen demasiado! ¡Me dejan muy débil! Son tan fuertes que, al tomarlas antes de dormir, debo corroborar que toda la casa se encuentre cerrada, el gas apagado y todas la luces apagadas, porque, cuando hacen efecto, ni siquiera moverme puedo; ¡me saca hasta las fuerzas de hablar! Todo sea por vencer esta enfermedad, aunque a veces los efectos de la medicina sean peores que ésta.
Ya había revisado todo. Era una noche muy oscura. El viento golpeaba fuertemente las ventanas anunciando lluvia. Subí a mi cuarto con las drogas en la mano, las tomé y me acosté esperando esos horribles efectos que me dejaban como en estado de coma por varias horas. Ésta empezó a hacer su trabajo: primero se entumeció el cuerpo, segundo la boca dejó de tener fuerza y dejó de emitir sonido y tercero, empezé a caer en un sueño profundo...
¡De repente abrí los ojos! La lluvia me había despertado. Todavía seguía totalmente inmóvil, sólo mis ojos y mente estaban despiertos. Entonces un golpe se escuchó en la puerta, era el ruido del cerrojo abriéndose. Un escalofrío subió por mi espalda. Postrado en la cama sentía un horrible miedo. Solo deseaba que hubiese sido mi imaginación, pero no era así. Era real, se escuchaban pasos subiendo por las escaleras, rechinaban lentamente acercándose a mi habitación. Desesperado, hacia fuerzas para salir de ese estado inmóvil que me encontraba, ni siquiera podía gritar para pedir ayuda. La puerta del cuarto se abrió, un ser extraño entró, era como una mezcla de humano con reptil, medía alrededor de dos metros y sostenía una especie de valija en la mano.
Se acercó hacia mí, tomó de su estuche un pequeño serrucho y empezó a cortarme las piernas, yo gritaba por dentro, era un dolor indescriptible y aún más con la desesperación de no poder gritar ni defenderme, la sangre saltaba por todas partes mientras el extraño visitante cortaba y quebraba los huesos de mi pierna. ¿Porque me hacia esto, de dónde venía este sujeto?... De pronto desperté, ¡gracias a Dios todo había sido un sueño! Pero al querer levantarme, mis piernas no estaban y en la pared una nota decía:
Más visitantes empezarán a llegar, empezó la recolección humana
Fuente del texto:
BookNet / Autores del Terror