Publicado en
noviembre 29, 2017
LATAS DE ENFRIAMIENTO AUTOMÁTICO
POR MUY poco dinero adicional, pronto podrá usted adquirir bebidas refrescantes contenidas en latas que se enfrían automáticamente al abrirse la tapa. La Superior Marketing Research Corporation, de Salt Lake City, en Utah, está creando este novedoso proceso.
En el interior de la lata hay una bolsita de aluminio llena de bióxido de carbono. Al abrirse la tapa se rompe esta bolsita, lo cual permite que el gas escape. Al hacerlo, el gas debe absorber calor del líquido circundante; en tres minutos, la lata puede bajar la temperatura del líquido de 32 a 11°C., a partir del momento en que se destape.
La lata de enfriamiento automático podría estar en los anaqueles de las tiendas hacia el verano de 1990.
—Science Impact
LO MEJOR DESDE QUE SE INVENTÓ EL PAN DE CAJA
SÓLO EN el Ejército de Estados Unidos los cocineros pueden ufanarse de elaborar un nuevo pan que se conserva bien durante tres años. Este pan longevo, elaborado en el Centro de Investigaciones del Ejército de Natick, Massachusetts, contiene ingredientes que hacen agua la boca, como el éster de sacarosa y la glicerina. ¿Azúcar o huevos? No los hay en este pan.
Una vida útil de tres años es la norma para todos los víveres que se consumen en los campos de maniobras del Ejército. La nueva hogaza de pan, que sustituye a las menos durables que se empacaban en latas, se presenta en una bolsa herméticamente cerrada. Se espera incluirla en los paquetes de comida del Ejército norteamericano en 1990, y en el Ejército canadiense, incluso en fecha más próxima. "Es de gusto agradable; casi como el pan hecho en casa", comenta, asombrada, la comandante Doreen Way, oficial de servicios alimentarios del Cuartel General de la Defensa canadiense, en Ottawa.
—Alix Freedman, en The Wall Street Journal
¿QUIÉN LO OYÓ PRIMERO?
UN SÁBADO por la tarde estaba yo escuchando por la radio una función de la Compañía Metropolitana de Ópera de Nueva York, y durante el intermedio el comentarista se extendió en torno a una pregunta que hizo una persona de Chicago. Esa persona quería saber quién escuchaba primero los acordes de la obertura de Tannhauser; ella, en la sala de su casa en Chicago, o el público sentado en la galería del teatro. Después de consultar a algunos expertos, el locutor tenía la respuesta: en vista de que la velocidad del sonido en el aire es de 344 metros por segundo, y la de las ondas de radio es de 299,784 kilómetros por segundo, la persona de Chicago escuchaba los acordes primero. Sin embargo, eso sucedió hace algunos años, cuando los programas de radio se transmitían por cable; en la actualidad, pasan por un satélite retransmisor, en un viaje de 72,000 kilómetros, de manera que el público en galería ahora escucha primero la música.
—William Buckley, en Playboy
PEOR QUE LA SALSA CATSUP
HA LLEGADO la hora de informar sobre los últimos sucesos en el más tedioso experimento del mundo. Desde 1927, los físicos de la Universidad de Queensland, Australia, han cuidado y observado un embudo de cristal lleno de betún, que gotea con increíble lentitud en un recipiente de cristal. Sólo seis gotas habían caído hasta el 3 de julio de 1988, cuando cayó por fin la séptima, a las 4:45 de la tarde. Su periodo de gestación, de 9.25 años, estableció una marca en cuanto al tiempo que tarda una gota en caer.
—Adaptado del New Scientist
EL RATON, COMO NOSOTROS
DOS EQUIPOS de científicos han trasplantado importantes elementos del sistema de inmunidad humano en ratones vivos, asombroso logro que puede proporcionar una nueva y potente herramienta de investigación. Ahora circulan en la sangre de estos ratones y en sus tejidos celulares casi todos los tipos de glóbulos blancos que hay en el organismo humano.
Ambos equipos de investigadores empezaron a experimentar en una raza especial de ratones que no pueden rechazar tejidos extraños, pues carecen de defensas inmunitarias propias. Un grupo encabezado por Donald Mosier y Darcy Wilson, en el Instituto de Biología Médica de La Jolla, California, inyectó a esos ratones glóbulos blancos humanos. Las células se reprodujeron y migraron por los sistemas linfático y sanguíneo. Al probarlos con el toxoide del tétanos, los animales elaboraron anticuerpos humanos que contrarrestaron la inoculación.
El otro equipo, encabezado por Mike McCune e Irving Weissman, de la Universidad de Stanford, en California, transfirió parte del sistema de inmunidad humano a ratones, al trasplantarles tejidos fetales humanos. Los ratones, que habrían muerto en el lapso de cuatro meses por carecer de defensas inmunitarias, presentaron buena salud y sobrevivieron por lo menos 17 meses. Soportaron, incluso, la infección del Pneumocystis carinii, agente patógeno que es causa importante de mortalidad en pacientes de SIDA.
Los ratones así tratados acaso permitan realizar estudios sobre cómo desarma el virus del SIDA al sistema de inmunidad. También podrían utilizarse para probar varios medicamentos y vacunas.
—Harold Schmeck, en el Times de Nueva York