LA PLATA, PRECIOSA Y PROVECHOSA
Publicado en
septiembre 01, 2017
Son muchas las cualidades de este metal, rico en historia y abolengo.
Condensado de "National Geographic" por Allen Boraiko.
LOS ANTIGUOS egipcios la llamaban "oro blanco", y se aleó con este metal en las primeras monedas. Uno y otro, el oro y la plata, van juntos en la tabla periódica de los elementos, donde la resistencia a la corrosión los eleva a la categoría de metales nobles. Sólo la plata rivaliza con el oro en maleabilidad y ductilidad. El platero puede convertir un grano de plata (cerca de dos milésimos de una onza troy), en 120 metros de alambre o en una lámina casi 150 veces más delgada que esta hoja de papel. Y, al igual que el oro, la plata es símbolo de riqueza perdurable y segura.
No acaban aquí sus cualidades. Ningún otro material refleja la luz de manera tan perfecta y uniforme. Hasta la lámina más delgada refleja el 95 por ciento de la luz que incide en ella. La plata concentra los rayos del Sol en colectores solares, cubre el reverso de los mejores espejos y protege las películas antítérmicas de oro en las ventanas de las oficinas. También activa el oxígeno para matar bacterias. En los hospitales, el agua se purifica con filtros de carbón tratado con plata; los cirujanos desinfectan quemaduras con cremas de plata y reparan huesos gracias a un cemento que contiene sales de plata antibacterianas.
Ni siquiera el cobre conduce el calor y la electricidad con tanta eficíencia. Las baterías de óxido de plata hacen funcionar audífonos y calculadoras, submarinos y satélites. Diminutos discos de plata pasan corriente de un cable a otro en automóviles, lámparas, teléfonos y computadoras. En los motores, los sellos de este metal evitan las chispas que podrían hacer detonar la explosiva mezcla de hidrógeno y oxígeno líquidos, usada como combustible por el trasbordador espacial de la NASA (siglas en inglés de Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio).
Sembrando en las nubes cristales de yoduro de plata se produce lluvia, y con sales cristalinas de plata se elaboran fotografías. Un gramo de plata contiene suficiente potencia para formar imágenes en casi doscientas fotos de colores.
En los últimos cinco mil años se ha extraído de las minas más de un millón de toneladas métricas de plata, y las tres cuartas partes de esta cantidad han salido de América: de las montañas Rocosas, de Canadá, de las sierras mexicanas y de los Andes. Otra porción proviene de Australia y de la Unión Soviética. No obstante, si toda la que existe se dividiera por igual entre los habitantes del mundo, cada quien recibiría menos de doscientos gramos, suficiente apenas para hacer una vajilla de seis piezas.
Tan aprisa entra la plata en circulación y en las cajas fuertes de los bancos, que durante varios decenios las minas no han satisfecho la demanda mundial, calculada en más de doce mil toneladas métricas anuales en 1981. Dos tercios de este volumen se extraen de la tierra, y el resto se consigue fundiendo viejas monedas, vajillas, tableros de cables de computadoras, material fotográfico usado y otros desechos. Por suerte, es posible fundir y reaprovechar casi indefinidamente la plata, pues se pierde muy poco en cada transformación. Es fantástico pensar que mi anillo de bodas pudo haber pasado por las manos de Judas como parte del dinero por el que traicionó a Jesús.
Al igual que el Iscariote, muchos hombres se han extralimitado a causa de este metal. Los conquistadores españoles registraron minuciosamente Perú en busca de los cuchillos ceremoniales, las orejeras, las máscaras y los ídolos de plata de los incas. Después abrieron minas en las faldas de los montes. La mayor parte de la plata inca se fundió en nombre del Rey de España y de Dios. La plata del Nuevo Mundo destinada a Dios reapareció tiempo después en las iglesias españolas en forma de crucifijos, cálices y suntuosos altares.
En la India es también vestigio de varios imperios. Los portugueses, los franceses y los ingleses concentraron en ese país toneladas de lingotes, monedas y objetos de plata como pago de las especias, las sedas, el té y la paz con los poderosos nababos. En la actualidad, sin tener una sola mina de plata, la India sigue conservando de 100,000 a 140,000 toneladas de la misma, o sea, alrededor del quince por ciento del volumen total existente. Casi todo son argollas, brazaletes y otras joyas de mujeres, verdaderas cuentas de ahorro portátiles.
En el otro extremo del planeta, los mexicanos previsores depositan su fe en las onzas de plata de veintiocho gramos y en la posición de su país como el principal productor de este metal: en 1981, los mineros mexicanos extrajeron más de un millón de kilos.
Sin embargo, no se abren las minas en un día. Excavar el tiro, abrir los túneles y descubrir una veta de baja calidad puede costar varios años de sudor y no menos millones de dólares. Los mineros mexicanos aseguran que "abrir una mina de plata cuesta una mina de oro".
De cualquier manera, la plata posee un atractivo eterno y universal. En el fondo, refleja el siempre vivo anhelo de fe, salud, riqueza y belleza de todos los hombres.
"NATIONAL GEOGRAPHIC" (SEPTIEMBRE DE 1981). © 1981 POR NATIONAL GEOGRAPHIC SOCIETY. DE WASHINGTON. D.C.