Publicado en
septiembre 28, 2017
El espacio para dormir debe favorecer la salud y el equilibrio anímico.
Por Manuel Núñez y Claudina Navarro.
EI rincón más importante de la casa es probablemente el que acoge la cama donde nos recuperarnos física y psíquicamente. Lo que ocurre en nuestro interior durante la noche es todavía un gran misterio, pero se sabe que tienen lugar procesos fundamentales para la salud física y el equilibrio mental. El dormitorio debiera considerarse un templo dedicado al bienestar, donde la calidad y naturalidad de los enseres se cuiden al máximo para crear un ambiente íntimo y reconfortante. Inmediatamente antes de dormirnos y mientras soñamos, somos seguramente más sensibles que nunca a las influencias ambientales.
MATERIALES NATURALES
La cama, el armario y cualquier mueble que se ubique en el dormitorio debieran ser de madera maciza natural, libre de colas o barnices que puedan liberar compuestos orgánicos volátiles tóxicos. Muchas personas se despiertan con dolor de cabeza o dificultades respiratorias debido al efecto de los gases que desprende la cama o el armario fabricados con contrachapados.
El colchón que nos acoge toda la noche debiera ser de algún material natural, como látex, algodón o fibras vegetales, a ser posible de producción ecológica. Los de materiales artificiales dan calor y se fabrican con derivados de la contaminante industria petroquímica. Los colchones de espuma de poliuretano se han relacionado con síntomas como bronquitis, tos e irritaciones de la piel.
La ropa de cama es igualmente importante. Las sábanas de fibras sintéticas o las que incorporan tratamientos para el cuidado fácil o para resistir las manchas no son deseables porque incorporan sustancias irritantes. En cambio son ideales las de fibras naturales y especialmente las de producción ecológica.
Los campos electromagnéticos generados por un radio despertador, un teléfono inalámbrico o cualquier otro aparato que permanezca enchufado pueden alterar el sueño y afectar la salud. No es recomendable colocar en el dormitorio ninguno de estos artilugios.
RELAX Y MEDITACIÓN
El silencio debe reinar en el dormitorio. Para reducir el ruido podría ser necesario instalar puertas macizas y doble cristal en las ventanas. Si los ruidos llegan desde el otro lado de las paredes, puede pensarse en la colocación de paneles de corcho natural.
Un rincón de meditación debiera ser obligatorio, teniendo en cuenta los efectos beneficiosos de esta práctica. Basta con un cojín o una banqueta de meditación y quizá un punto donde centrar la atención, como una vela o un mandala. Muchos meditadores consideran que el mejor momento para unos minutos de práctica es después de despertarse.
Uno de los secretos para crear un dormitorio natural y agradable es regalarse fuentes de placer y bienestar. No basta con que el dormitorio sea un espacio tranquilo y funcional, también debe incorporar detalles personales y bellos como obras de arte y fotos que inspiren serenidad, plantas o lámparas que coloreen y tamicen la luz.
CONSEJOS PRACTICOS: El ejemplo del estilo zen japonés
Los materiales naturales tienen texturas y colores suaves: madera y bambú, yeso liso, papel shoji y esteras tatami de color verde pálido crean un ambiente reposado que conduce a la calma y a la relajación flsica.
En lugar de cortinas opacas, se disponen pantallas translúcidas de papel shoji, cortinas de gasa o persianas de lamas que permiten despertarse con la luz del dia. Las lámparas de shoji ofrecen asimismo una luz artificial suave.
No faltan determinados elementos que guardan relación con las necesidades espirituales, la unión con la naturaleza o el paso de las estaciones: un tronco rústico, arreglos florales (ikebana), cantos rodados y cojines de meditación.
Fuente: REVISTA INTEGRAL - AGOSTO 2008