Publicado en
febrero 14, 2017
UN VOLKSWAGEN de 1951, tipo escarabajo, se encontraba, hermosamente restaurado, entre una serie de flamantes último modelo en el salón de exhibición donde trabajo. Cierto día entraron dos ancianas, y mientras les enseñaba los diversos automóviles que exhibíamos, llegamos al escarabajo.
—¿Qué modelo es ese? —preguntó una de las damas.
—Un Volkswagen del 51 —comencé a explicar.
—¡Caramba! —me interrumpió— Y aún no han logrado venderlo?
—P.C.F.
AL MORIR un amigo íntimo —abogado, escritor y político prominente— Eugene Pulliam, editor del Arizona Republic, ordenó a sus redactores recoger por teléfono comentarios elogiosos de todo el país.
A las 6:55 de la tarde llamó Pulliam al despacho de información local del diario, y sin identificarse preguntó:
—¿ Cómo va el obituario?
—Bien —contestó secamente el redactor de mesa—. ¿Quién llama?
—Gene Pulliam.
—Si es usted en realidad Gene Pulliam, debería saber muy bien que no debe llamarme cinco minutos antes del cierre del periódico.
Y colgó el teléfono.
Pulliam llamó al jefe de redacción e, informado del nombre de aquel redactor, dijo:
—Auméntele el sueldo. Es un buen periodista.
—P.D.
CIERTO AÑO, durante una época de gran movimiento en nuestra tienda, el jefe concibió una idea brillante para recordar a la clientela que las cajeras estaban poniendo lo mejor de su parte en aquellas circunstancias. Nos mandó hacer escudos especiales que decían: "Sonría: yo llevo todo el día al final de la fila".
—L.R.
EL MÉDICO tenía en su sala de espera un arreglo decorativo de muy buen gusto. Un día, un paciente que lo admiraba, lo observó de cerca y descubrió que el follaje de plástico simulaba una variedad de plantas que producían sarpullido. El médico, claro está, era dermatólogo.
—C.H.
EN MI segundo día de vendedor de artículos para el hogar en un pequeño almacén, entraron dos individuos y pidieron una manta de lana pura. Como no teníamos ese tipo de mantas, les mostré una de orlón y los importuné hablándoles de sus ventajas sobre la lana. Este tejido, señalé, es antialérgico, ofrece mayores ventajas en el lavado, se desgasta menos y tiene una elegante suavidad. Y terminé mi propaganda de venta con esta pregunta persuasiva:
—¿No creen que una manta de orlón conviene más en cualquier circunstancia ?
Mis clientes me explicaron, con una sonrisa:
—No en este caso. Buscamos un premio para la Asociación Nacional de Cultivadores de Lana.
—D.P.
COMO EMPLEADO de un supermercado debo separar y poner en cajas las frutas y legumbres estropeadas. Cierto día, paya comprimir los vegetales desechados, me metí en la caja a pisarlos. Un parroquiano que pasaba en esos momentos se asomó y dijo: "Pise usted todo lo que quiera, que nunca sacará vino".
—V.B.
EL DIRECTOR norteamericano de diarios Arthur Brisbane aseguró a su mejor caricaturista, Winsor McCay, que él era el segundo dibujante del mundo. Un reportero que se hallaba cerca preguntó a Brisbane quién era el primero.
—No lo sé —respondió—, pero eso estimula a McCay.
—B.P.
UN JOVEN mecánico llevaba varias horas en nuestro banco ajustando y lubricando una de las máquinas de contabilizar cheques, sin lograr eliminar un chillido molesto. Llegó y pasó la hora del cierre. Mientras el pobre hombre sacaba lo que parecía ser la última pieza movible del aparato, se presentó una joven de la sección de teneduría de libros, tomó una cajita que contenía dos pollitos chillones, y salió con ella rumbo a su hogar. Con su partida cesaron los ruidos que había buscado el técnico durante toda la tarde.
—R.W.McM,
MIENTRAS esperaba que mi hija terminara su jornada de trabajo en la sección de artículos fotográficos de una gran tienda, me llamó la atención el extraño comportamiento de una de las dependientes. Tan pronto como terminaba de atender a un parroquiano corría a mirar por un anteojo de larga vista montado en un trípode. Pregunté a mi hija cuál era la razón de tan curiosa conducta.
—María —me explicó— no se pierde su telenovela favorita: mira al otro extremo de la tienda, donde venden los televisores.
—H.S.