LA CONEXIÓN ENTRE RESPIRACIÓN Y ESPIRITUALIDAD
Publicado en
diciembre 28, 2016
Algunas técnicas respiratorias son verdaderos "puentes al alma".
Por: Ma. José Borrás, Ma. Pilar Ivorra, Bela del Olmo y Jaume Doménech, terapeutas renacedores y fundadores de Atman.
Los seres humanos no sólo nos nutrimos de alimentos y oxígeno. Cuando respiramos, absorbemos prana, chi, energía divina (cada tradición le da un nombre diferente). Sin embargo, aun sabedores de ello, seguimos respirando con menos capacidad de la que es conveniente y posible para nuestro cuerpo. Aproximadamente sólo utilizamos un 20% de nuestras posibilidades respiratorias.
¿Qué hace que no respiremos con toda nuestra capacidad pulmonar? Nacemos a la vida con un primer aliento, tomamos la vida llenándonos de aire. En muchos casos, esta primera respiración es causa del primer trauma, porque el corte prematuro del cordón umbilical nos obliga a tomar nuestra primera respiración de forma brusca y traumática, nos hace sentir dolor y miedo ante el hecho de respirar y condiciona nuestra capacidad para respirar y gozar. También las emociones reprimidas, los traumas y miedos de la infancia y el dolor, tanto físico como emocional, quedan registrados en nuestro cuerpo como bloqueos en la respiración, en forma de agobios, ansiedad y estrés.
Por último, el ritmo asfixiante de vida actual hace que respirar y vivir sea todo un reto para nuestro verdadero ser. Cuántas veces hemos pensado "necesito respirar" cuando queremos decir "necesito salir de esta situación y liberarme de esto que me agobia".
Desde hace miles de años, en la India, los yoguis han experimentado y trabajado con la respiración para conseguir diferentes estados mentales o energéticos. El nombre de esta técnica que trabaja única y exclusivamente con la respiración es pranayama y forma parte de las disciplinas yóguicas. El rebirthing toma de esta disciplina una de sus kriyas, la Respiración Conectada y Consciente, a través de ella se consigue entrar en estados de conciencia que podríamos considerar como "puente al alma". Actualmente, la necesidad esencial del ser es volver a reconectar con la auténtica espiritualidad. No somos seres humanos con una experiencia espiritual, sino seres espirituales viviendo una experiencia humana. Y, como nexo de unión entre estos dos planos, tenemos la respiración.
Vivimos inmersos en la sustancia espiritual que sustenta la vida: el aire, el oxígeno, el éter, el más sutil de los elementos, todos respiramos, compartimos esta sustancia vital, nos nutrimos y vivimos gracias a ella. Le prestamos poca atención, eso sí. Pero no importa, está ahí para todos nosotros y, de momento, somos libres de tomar cuanta queramos.
CÓMO PRACTICAR
El ejercicio, que sigue después de este texto, te aporta, en el aquí y ahora, calma mental, serena tus emociones y te ayuda a centrarte ante cualquier dificultad. Practicado asiduamente, te conecta con el fluir de la vida evitando que te atasques en los torbellinos emocionales. La respiración es totalmente segura y dadora de vida. Sólo 30 segundos de respiración consciente, al día, refresca la energía de la mente y el cuerpo, por eso es ideal para el veloz mundo de hoy. La respiración es el principal sistema de eliminación de toxinas del cuerpo: el aporte extra de oxígeno ayuda a tus órganos a su mejor funcionamiento y depuración. En poco tiempo te sentirás con más vitalidad e incluso tu piel se verá más tersa y luminosa. Es normal que sientas un ligero mareo y/o hormigueo en manos y pies, así como algunas sensaciones en el estómago. Por ello, empieza haciendo este ejercicio sentado o acostado y desaparecerán en poco tiempo.
RESPIRACIÓN COMPLETA Y RELAJANTE
Realiza una inhalación por la nariz y, sin hacer ninguna pausa, suelta el aire relajadamente por la nariz, sin hacer pausa. Vuelve a tomar aire y suéltalo de la misma manera durante cuatro respiraciones más. La quinta respiración la haces lo más amplia y profunda posible. Sin pausa inhala de nuevo y repite este ciclo de cinco respiracones tres veces más. En total habrás hecho 20 respiraciones conscientes y conectadas.
Fuente: REVISTA INTEGRAL, Mayo 2008