GENIO E INGENIO DE HENRY KISSINGER
Publicado en
noviembre 29, 2016
Henry Kissinger llegó bien preparado para el cargo de secretario norteamericano de Estado. Intelectual nacido en Alemania hace 50 años, fue durante un decenio distinguido profesor de ciencias políticas en la Universidad de Harvard. Desde 1968 hasta que asumió su actual puesto sirvió al presidente Nixon como asesor en cuestiones de seguridad nacional. En octubre de 1973 fue partícipe del premio Nobel de la Paz por su labor de pacificación en Vietnam.
Tema frecuente de grandes titulares en la prensa y autor de decisiones políticas, Kissinger es bien conocido por sus agudas bromas, a veces a costa de sí mismo, así como por sus certeros comentarios de los asuntos internacionales. A continuación ofrecemos al lector una selección de citas de sus libros, artículos, discursos y conversaciones.
QUÉ SEAMOS dentro de diez años, depende de lo que hagamos hoy, la semana próxima, los meses por venir. Nuestra influencia, para bien o para mal, se medirá en el juicio que merezcan al mundo la constancia y la confianza demostrada en nosotros mismos. Ninguna política exterior, por ingeniosa que sea, resultará viable si brota en la mente de unos pocos y no se abre paso al corazón de nadie.
—Discurso dicho ante la International Platform Association, 1973
CREO EN el elemento trágico de la historia. Creo en la tragedia del hombre que trabaja con tesón y nunca logra lo que se propone. Por otra parte, creo en la tragedia, aun más cruel, del hombre que a la postre realiza su anhelo y descubre que ya no lo quiere.
—Suplemento dominical del Times de Nueva York, 1971
NO PUEDE haber crisis la semana entrante. Ya tengo hecho mi programa.
—Suplemento dominical del Times de Nueva York, 1969
Acerca de los suntuosos banquetes chinos: Probablemente se murió de hambre hace 3000 años un huésped oficial de China, y los chinos tienen el firme propósito de que no les vuelva a ocurrir lo mismo.
—Time, 1971
EL PROBLEMA de cualquier estadista es que nunca puede prever con certeza el curso probable de los acontecimientos. Cuando ha de tomar una decisión, inevitablemente debe basarse en una intuición, indemostrable per se. Si insiste en la certidumbre, corre el riesgo de verse atrapado en la corriente de los sucesos. Su resolución no debe partir de los "hechos" (en el sentido que suele dárseles), sino de su previsión del futuro.
—Reporter, 1962
EL SISTEMA soviético tiende a forjar dirigentes convencidos de que, para sobrevivir, necesitan eliminar a sus posibles contrincantes. Y no ven razón para tratar a los estadistas extranjeros con mano más blanda que a sus propios colegas, ni para que esperen mayores consideraciones que éstos.
—The Troubled Partnership, 1965
En un club nocturno de Teherán, cuando se le sentó en las rodillas una intérprete de la "danza del vientre": Fuimos a Rusia para que se sientan seguras en el mundo estas muchachas...
—1972
LA FRASE "libertad o muerte" quizá esté muy trillada. Pero a veces la libertad exige, en efecto, enfrentarse a la muerte.
—The Necessity for Choice, 1961
LA GENTE cree que pesan mucho los deberes importantes. No es así. Creo que, en ocasiones, el no tener deberes que cumplir es lo más difícil de sobrellevar, pues nos invade un penoso sentimiento de impotencia.
—Post de Nueva York, 1972
Al hablar de cómo ha cambiado su vida desde que es famoso: Ahora, cuando me aburro en una reunión, todos creen que es por culpa de ellos.
—Life, 1972
ESTE empleo ha obrado milagros en mi paranoia: ahora tengo enemigos reales.
—Life, 1971
EL PROBLEMA de la disuasión por el terror es nuevo en la historia de la política militar. En el pasado se pedía a los militares que se prepararan para la guerra. La prueba a que debían someterse era el combate; su justificación, la victoria. En la edad nuclear la victoria ha perdido su significado tradicional. El estallido de la guerra es la peor catástrofe, según la opinión cada vez más generalizada. En lo sucesivo se juzgará la bondad de cualquier organismo militar por su eficacia para conservar la paz.
—The Necessity loe Choice, 1961
Cuando los reporteros preguntaron a Kissinger cómo debían dirigirse a él, ahora que es secretario norteamericano de Estado: No doy gran importancia al protocolo. Bastará con que me llamen "Excelencia".
—Instrucciones a la prensa, 1973
DURANTE toda nuestra historia hemos creído que el esfuerzo trae consigo su recompensa. Utopía no era un sueño, sino el lógico destino del que toma el buen camino. Nuestra generación es la primera en descubrir que el camino no tiene fin; que al recorrerlo no encontraremos a Utopía, sino a nosotros mismos.
—Discurso en el Club de Prensa de Washington, 1972
CUALQUIER espíritu realista reconocerá que ninguno de dos bandos quiere conceder en la mesa de conferencias lo que no estaba dispuesto a ceder en el campo de batalla. Los mejores acuerdos son aquellos que a todos conviene que se cumplan. Por tanto, nadie va a pedir al otro bando que acepte un acuerdo político equivalente a su propio aniquilamiento.
—1970