CÓMO AMAR SU CUERPO COMO NUNCA ANTES
Publicado en
diciembre 01, 2015
La pasión amorosa y sexual puede ser siempre excitante si experimentas nuevas tácticas eróticas con tu marido. No le tengas miedo a tus sentidos, úsalos para sacar de la rutina la más íntima unión que se puede dar en el matrimonio.
Por Clay Marshall.
Si has estado casada por más de siete años y tu esposo aún llega a casa con un ramo de flores, chocolates y champaña y, además, suelen culminar EL pesado día con una noche apasionada, pasa de largo este artículo y sal a comprar un boleto de lotería ya que tú eres una mujer con mucha suerte. Sin embargo, si la vida sexual dentro de tu matrimonio está cayendo en la rutina, no hay por qué aterrarse. Mantener el deseo sexual por un periodo largo dentro de la relación no es imposible, simplemente tiene que ver con nuevas maneras para seducir a tu marido. Para lograr este objetivo sólo tienes que buscar nuevas estrategias para acariciarlo, acorralarlo y complacerlo como él desea. Te proporcionamos algunos consejos para reavivar esa pasión que parece estar desapareciendo. Comienza por recordar que dentro de ti existen maneras particulares para enamorarlo. Sólo usa tu imaginación y lánzate a conquistarlo nuevamente.
Mata dos pájaros de un solo tiro. La experiencia sexual debe ser compartida, tanto en lo que se refiere al placer, a la responsabilidad y a la imaginación. Se pueden hacer miles de cosas para lograrlo y salir de lo rutinario. Una buena táctica es meterse al baño cuando tu esposo se está duchando. Ayúdalo a enjabonarse la espalda y alguna otra zona más. Esta es una buena excusa para disfrutar de unos instante muy apasionados y después alistarse para trabajar.
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Déjale saber que aún es apetecible. "Tú has sido programada para creer que el romance es vestirse y arreglarse para salir a un bonito restaurante", dice L. Lou Paget, instructor de seminarios sexuales en los Angeles, California. "El romance también es acordarte de tu marido y llamarlo al medio día. Nada es más dulce, con el paso de los años, que hacerle saber a tu esposo que todavía es la persona a quien siempre traes en tu corazón y en tu pensamiento".
No esperes a que él tome la iniciativa. A pesar de que se dice que a un hombre le gusta ser dominante y un poco agresivo en la relación sexual, a muchos hombres les gusta que la mujer tome la iniciativa de vez en cuando. "Todo tipo de malos entendidos pueden surgir si sólo una persona es siempre la responsable de tener el control sexual. Lo mejor es que sea una responsabilidad compartida", dice Miguel, arquitecto, de 37 años. "Encuentro muy excitante cuando mi esposa comienza el sexo. El inicio puede ser tan sutil como una mirada". Después de estar casado por un tiempo, reconoces esa "mirada" fácilmente.
Transmite tu deseo. Hazlo de manera clara sin temores de ninguna clase. "Soy un hombre afortunado", dice Pablo, de 35 años, "he estado casado por casi cinco años y el sexo ha sido muy bueno desde el principio. Yo le doy mucho crédito a mi esposa porque ella siempre me está sorprendiendo. Hace un mes viajábamos en un taxi y ella se sentó en mis piernas y comenzó a besarme. Pero no traía nada debajo de su vestido. La sorpresa despertó en mí una intensa pasión; también me encendió saber que ella me había estado esperando ansiosamente esa noche".
Manténlo en suspenso y hazle adivinar lo que harás con él. Lo mejor que puedes hacer para sorprender a tu marido es inventar algo nuevo. Guillermo, de 29 años, dice: "Lo que más me ha encantado es cuando mi esposa ordenó algo muy sexy sin avisarme. Una noche, me llamó a la oficina y me dijo que estaba cocinando semidesnuda la cena. Inmediatamente me imaginé que los dos tomábamos una copa de vino y escuchábamos una música suave. Fue fácil para mí imaginarme atravesando la puerta de la casa para hacer el amor en la cocina; y eso fue justamente lo que hicimos".
No te asustes con las palabras. Una de las mejores maneras de poner a tu compañero a tono es a través de una conversación sugestiva. "Si estamos en algún lugar público, me gusta que mi esposa me susurre palabras insinuantes al oído; cosas que nadie más puede oír. Por ejemplo: 'Quiero regresar a casa en este momento para que me hagas el amor'. Siempre lo comenta como quien dijera 'Voy al tocador'. Me fascina", dice José, un analista en telecomunicaciones.
Practica tus entregas. Desafortunadamente, para algunas mujeres hablar con un vocabulario un poco subido de tono puede ser un problema. "Hay un mito que dice que todas las mujeres son muy buenas para comunicarse, pero muchas de ellas pierden el habla cuando están en la cama", dice Barbara Keesling, terapeuta sexual. Si tienes problemas usando el tipo de palabras que tu marido quiere oír mientras hacen el amor, practica cuando estés a solas para que no te sientas falsa. Otra opción es ver películas eróticas. Escribe las frases que usan los personajes y repítelas frente a un espejo hasta que las digas de una manera natural.
No prometas lo que no será. Paget comenta que lo más importante para recordar lo que implica la seducción es una combinación entre decir y hacer. Hablar a tu esposo a la oficina y contarle tus sueños eróticos puede distraerlo por varias horas. Eso puede ser sólo el comienzo. Pero ten cuidado de cumplir siempre lo que prometes. "La seducción no es sólo lo que tú piensas", dice Paget. "La seducción es decir lo que vas. hacer y cumplirlo. Como decía la Madre Teresa, 'orar sin acción no es orar'. Por lo tanto, se puede afirmar que: seducción sin acción no es seducción".
No corras hacia el "sur". Eventualmente tus manos querrán dirigirse a las partes más íntimas de tu esposo. Deténte, acaricia su pecho, sus piernas, sus pies y sólo cuando esté muriendo de pasión continúa con tu recorrido.
Juega con todas sus terminaciones nerviosas Para algunos hombres, unos roces o mordiscos en el lóbulo de la oreja pueden ser suficiente para encenderlos de pasión. "Todo lo que mi esposa tiene que hacer es comenzar suavemente a recorrer mi piel con las uñas de sus dedos; no importa dónde lo haga, siempre funciona", nos dice David.
Conviértete en una experta en tus caricias. Hacer lo mismo por mucho tiempo tarde o temprano se vuelve aburrido. Mientras exploras las partes de su cuerpo, cambia la presión de tus toques. Ve de un roce suave a un frotamiento; de pequeños besos, a otros más fuertes.
CÓMO TOCARLO PARA QUE ENLOQUEZCA DE PASIÓN
No trabajes sobre la misma área una y otra vez. El cuerpo de un hombre tiene tantas zonas erógenas como el tuyo propio. Así que juega con las que tú ya has descubierto y explora su cuerpo para encontrar nuevos puntos. Pasa tus dedos o tu lengua en la parte interna de sus muslos, su pecho, atrás de sus rodillas y alrededor de sus brazos. Investiga qué tan sensitivas son sus orejas o sus dedos. Notarás la diferencia.
Pon a prueba su tolerancia por el placer. El pene de un hombre puede ser el órgano sexual más sensitivo, pero no es uniformemente sensible. Típicamente la cabeza del pene es más sensitiva que la base y la parte interna es más sensible que la parte superior. Así como las mujeres disfrutan la estimulación directa del clítoris y para algunas es simplemente irresistible, los hombres varían en términos de cuanta sensación prefieren y dónde la quieren. "Mi esposa solía frotar con la palma de su mano la cabeza de mi pene en movimientos circulares pero le tuve que decir que dejara de hacerlo", dice David. "No era precisamente que no fuera agradable, era más que eso. Esa zona era tan sensible que me dejaba con una especie de irritación. No me molesta que lo acaricie, pero que no sea con una presión constante y fuerte. Prefiero que lo haga con suavidad y delicadeza. Eso es más excitante y placentero para mí".
Haz que tus dedos se muevan. Algunos hombres disfrutan que sus testículos sean acariciados y suavemente masajeados. "Me gusta mucho cuando mi esposa hace cosquillas con sus uñas suavemente en mi escroto", dice David. "Eso me enloquece". Otra buena idea es el perineo (el pequeño espacio entre el escroto y el ano, también conocido como el punto de la próstata externo) una presión ligera puede estimular la glándula de la próstata, lo que algunos hombres encuentran placentero. "Me encanta que me haga cosquillas ahí y con su otra mano me acaricie. Esto agrega una sensación más placentera", dice Pablo.
Deja las luces encendidas. Los hombres son seres visuales, así que aprovecha ese conocimiento. "Las mujeres se preocupan de que no lucen bien cuando están desnudas, pero los hombres no opinan lo mismo. Cuando un hombre está recibiendo placer de ti, sólo quiere relajarse y disfruta mucho observándote", dice Paget. Si eres demasiado tímida para dejar las luces encendidas, ¿para qué crees que se inventó la suave luz de las velas?
Habla sobre ello. Lo más importante sobre el sexo es la comunicación. "Me gusta el sexo oral", dice Pablo, "y le he enseñado a mi esposa cómo hacerlo. Siempre me pregunta si lo hace bien. Yo creo que ha sido una estupenda alumna".
"No (por favor; por favor no) tires de él". Muchas mujeres tratan el pene del hombre como si fuera un pistón. Lo frotan de un lado a otro con Mucha fuerza. Mover la mano de arriba hacia abajo del pene sin usar un lubricante puede lastimar demasiado. "Me gusta más cuando mi esposa usa los dedos pulgar e índice y, a manera de anillo, introduce mi pene en él y lo acaricia con mucha suavidad", comenta Guillermo.
Dale variedad a la presión. Así como debes variar la intensidad de tus movimientos, también es buena idea variar la presión que usas. Algunos hombres prefieren que sostengan su pene de una manera apretada y otros de una forma más holgada. Es cuestión de gustos. Cuando Pablo y su esposa comenzaron a dormir juntos, ella tenía miedo de apretarlo mucho. "Tuve que poner mi mano sobre la de ella y le mostré cómo hacerlo. Ella pensaba que apretarlo un poco me lastimaría".
HAZ QUE VUELVA A VIVIR SU PRIMERA VEZ
Intenta las posturas que sean buenas para los dos. "Cada posición para hacer el amor, tiene sus pros y sus contras. La posición del misionero es sicológicamente la más gustada, porque sus rostros están juntos. Pero ésta no es muy estimulante para la mujer. 'La mujer arriba' es una postura fabulosa porque ella tiene más control sobre la profundidad de la penetración y el ritmo. Además, el hombre puede acariciar su clítoris, o si ella se hace un poco para atrás, puede estimular su punto G", comenta la doctora Keesling. Una de las posturas favoritas de ella es una ligera modificación de la postura del misionero, en la cual la mujer sube un poco su pelvis y pone sus rodillas levantadas y un poco hacia atrás (hazlo siempre y cuando sea cómodo para ti). Así, la penetración es más profunda y placentera para ambos.
No actúes sólo por complacerlo. "Para mí", explica Guillermo, "no se trata de lo que a me haga sentir bien, lo que me gusta es lo que a ella le agrada. Me gusta ver a mi esposa conducirse a sí misma y ser libre conmigo. Eso me lleva a los bordes de la pasión".
No te asustes con sus peticiones. ¿Cuál es la mejor posición para un hombre? Muchos dicen que cualquiera, pero algunos prefieren tener ventaja sobre el control. A Ernesto le gusta estar sobre su esposa. "Es una manera sencilla de hacer el amor, pero cuando tienes poco tiempo, nada es mejor que esta postura". Para José, lo más placentero es sostener a su esposa por atrás. "Es cómodo y estimulas su cuerpo con tus manos".
No te quedes atrapada con los clásicos. El Kama Sutra, el ancestral libro hindú sobre la manera de hacer el amor, es un catálogo de varias posiciones para el acto sexual, muchas de las cuales requerirían de un buen balance, destreza y la flexibilidad de un yogui. Esta es la razón por la cual muchas parejas repiten la misma posición o hacen aquellas que funcionan para los dos. Sus posturas favoritas pueden aburrirlos con el tiempo, así que experimenten. El hecho de que ambos exploren el sexo juntos es excitante.
Fuente: Revista BUENHOGAR - ECUADOR, noviembre 1998