Publicado en
noviembre 18, 2015
HUMORISMO MILITAR
DE COMPRAS con mi hija, que es cirujana aeronaval, noté que uno de los artículos de su lista eran vendas con dibujos de Snoopy. Comentó que eran para algunos de sus pacientes, que se asustaban por heridas superficiales e inyecciones normales.
Rebosante de orgullo maternal, alabé su preocupación por tranquilizar a los niños de los oficiales.
"¿Niños?", respondió. "¡Son para los pilotos, mamá!"
—F.S.S.
COMO INFANTES de marina estacionados en Arabia Saudita, nos honró a finales del verano de 1990 la visita del general A.M. Gray, comandante de la Infantería de Marina de Estados Unidos. Después de una plática para infundirnos ánimo, el general se ofreció a responder a nuestras preguntas. Como ya llevábamos varias semanas soportando las duras condiciones de la vida en el desierto, un infante de marina preguntó:
—Señor, ¿podemos saber qué medidas se están tomando para entretenernos y levantarnos la moral?
—El entretenimiento soy yo —respondió el comandante—, ¡y les ordeno que tengan alta la moral!
—C.A.S.
ESTÁBAMOS ORGULLOSOS porque ningún hombre de nuestro pelotón había desfallecido en la primera caminata larga. Exhaustos, todos nos dejamos caer en nuestras literas, demasiado cansados para movernos..., excepto un soldado raso. Este se duchó y se preparó para salir rumbo a la ciudad. Al ver que no estaba agotado como el resto, le preguntamos la causa. "¿Se acuerdan del camión que venía con nosotros por si alguno desfallecía?", contestó. "Alguien tenía que conducirlo, ¿no?"
—J.R.
Premonición. Le preguntaron a Michael Jordan, super estrella del equipo de baloncesto de los Toros de Chicago, por qué se especializó en geografía, en la Universidad de Carolina del Norte.
—Sabía que iba a viajar mucho —explicó—, y quise prepararme para saber en dónde me encontraría cada vez.
—Citado por Tom FitzGerald en el Chronicle de San Francisco
EMOTIVIDAD SELECTIVA. Las cosas buenas que la gente dice de nuestro trabajo se dan por supuestas, o se recuerdan y se aprecian posteriormente. En cambio, los juicios hirientes, severos o despreciativos calan hasta los huesos, y siguen escociendo mucho después de que el placer del elogio se ha asimilado y guardado en la memoria.
El problema estriba en que la crítica y el escarnio endurecen la sensibilidad; la vuelven impenetrable a lo que debería acoger. El secreto está en cultivar una facultad de autocrítica que nos permita distinguir entre aquello que debemos tomar en cuenta y aquello que debemos desechar.
—Sydney Harris, North America Syndicate
LETRERO: Leído en un pupitre de la universidad: "La sabiduría me persigue..., pero yo soy más rápido".
—Colaboración de Elena Miguélez Martínez (Valencia, España)
LETREROS: En la parte trasera de un auto patrulla de Buena Park, California: "Sonría. Yo podría ir detrás de usted".
—Anne Reynolds, en Catholic Digest
CARICATURAS
UN PASAJERO A OTRO, en el tren suburbano: "En realidad, mi suegra y yo tenemos mucho en común. A ambos nos gustaría que mi mujer se hubiera casado con otra persona".
—H. Bosch, en el National Enquirer
UN EJECUTIVO, a su compañero de trabajo: "El jefe por fin me dejó participar en el proceso de toma de decisiones. Dijo que, o mejoro mi desempeño, o me largo".
—Bob Thaves, Newspaper Enterprise Association
UN VENDEDOR DE AUTOS, a su posible cliente: "Se lo garantizamos por cinco años o hasta que algo se le descomponga; lo que ocurra primero"
—Glasbergen, en Good Housekeeping
Los fracasos son los ensayos del éxito.
—Cathy Reed, en The Times (Nanaimo, Canadá)
ABUNDANTE INSPIRACION. HENRY DAVID THOREAU escribió un libro titulado Una semana por los ríos Concord y Merrimack. el cual no logró muy buenas ventas. El editor, que había mandado imprimir 1000 ejemplares, no pudo deshacerse de ellos y, como necesitaba espacio para otros libros, Thoreau le compró los que no se habían vendido: 706. En su diario personal, el escritor registró la compra en los siguientes términos:
"Ahora tengo una biblioteca de casi 900 volúmenes, de los cuales yo escribí 700".
—Gene Perret y Linda Perret, en Funny Business
TEMA INSPIRADOR. Soy técnico de máquinas de escribir, y un día estaba trabajando en un salón de clase lleno de niños de siete años. La maestra le entregó a cada alumno una hoja de papel rayado.
—Escriban su nombre en la parte superior —les pidió—, y hagan una lista numerada de sus cualidades o de las cosas que saben hacer bien.
Una niña levantó la mano.
—Señorita Wilson.
—¿Sí, Sandra?
—¿Podemos escribir por los dos lados?
—N.F.A.
El amor es una tela que la naturaleza tejió y la fantasía bordó.
—Voltaire
LO PRIMERO ES LO PRIMERO. PARA MARGARET THATCHER, su esposo, Denis, siempre ha sido muy importante. En 1970, cuando era secretaria de Educación, no permitía que ni siquiera el presupuesto de educación se interpusiera entre él y su desayuno, como lo recuerda Sir William Pile, el segundo funcionario más importante de esa dependencia:
Un miércoles, le estaba dando yo a la señora Thatcher información sobre la junta del gabinete del jueves, cuando de pronto me interrumpió para preguntarme la hora.
—Cinco menos diez —le contesté.
—Entonces debo ir a comprar tocino para Denis.
—Las chicas de la oficina pueden traértelo —le sugerí.
—No —respondió—. No sabrán qué tocino le gusta a él.
Así que se levantó, se puso su sombrero y su abrigo, y se dirigió al mercado Shepherd a comprar medio kilogramo de tocino veteado. Cuando regresó a la oficina, dejó el tocino sobre el escritorio, se sentó en su silla y preguntó:
—Bien, ¿en qué nos quedamos?
—Hugo Young y Anne Sloman, en The Thatcher Phenomenon (Publicaciones BBC, Londres)
¿SE HA FIJADO EN QUE...
...los esposos de las diez mujeres mejor vestidas nunca aparecen en la lista de los diez hombres mejor vestidos?
—Ron Dentinger, en el Chronicle (Dodgeville, Estados Unidos)
...los clubes para el cuidado de la salud que se anuncian por televisión nunca muestran a personas que parezcan necesitar los servicios de uno de esos clubes?
—Alex Thien, en el Sentinel (Milwaukee, Estados Unidos)
...el teléfono de la oficina no suena en los primeros 15 minutos de la jornada, a menos que uno llegue tarde, y que si llega tarde, suena continuamente hasta que uno está allí?
—Paul Dickson, en The New Official Roles (Addison-Wesley)
...la gente aburrida nunca padece ronquera?
—Heart Delights for Mothers and Daughters
...el mesero que rondaba su mesa antes de que usted hubiera decidido ordenar no aparece por ninguna parte cuando ya está listo para pedir la cuenta?
—Sydney Harris, en Last Things First (Houghton Mifflin)
ARGUMENTO APLASTANTE. UNA MUJER DE EDAD que asiste a la misma iglesia que yo, tenía un automóvil de modelo viejo pero en excelentes condiciones. Una tarde en que se dirigía en él a la ciudad, chocó. La compañía aseguradora le informó que le iban a dar una cantidad de dinero acorde con el modelo del auto. Cuando llegó el cheque, la mujer se sulfuró porque le estaban pagando una bicoca, y de inmediato fue a ver a su agente de seguros. Este abrió un cajón de su escritorio y le explicó:
—Tengo aquí un librito azul que dice que eso vale su coche.
—Y yo —repuso ella— tengo en casa un librito negro que dice: "No robarás".
Huelga decir que le dieron más dinero.
—P.L.C.
CLIMAS EXTREMOSOS
EN MI AGENCIA DE VIAJES, en Tucson, Arizona, una pareja de turistas preguntó cuál sería el clima durante el otoño en el Gran Cañón del Colorado. Para darles una idea, les hablé de un viaje que había yó hecho a aquel lugar en otoño:
—El fin de semana anterior a mi llegada la temperatura andaba por los 20 grados centígrados, y el fin de semana siguiente había 40 centímetros de nieve.
La pareja escuchó con atención cortés, y luego la señora aclaró:
—Pero nosotros no vamos a ir un fin de semana.
—Sharron Boyles, en Arizona Highways
ERA UN DÍA CALUROSO, y el recorrido en auto había sido agotador. La tienda de un pueblecito de cierta región árida prometía una bebida refrescante y un descanso del calor y el tedio. Cuando salí de la tienda empezaba a lloviznar, así que me quedé ahí, disfrutando el frescor. Entonces advertí que varios lugareños estaban sentados en el porche, y me miraban con enfado. Les pregunté si ocurría algo.
—Mire, señor—contestó uno, arrastrando las palabras—: sea tan amable de arrimarse al porche. No ha llovido en seis meses, y queremos que toda el agua caiga en la tierra.
—J.L.T.
SABIDURIA DEPORTIVA. Cuando Bettina Bunge se retiró del tenis profesional, tenía un récord de 0-17 contra Martina Navratilova. Le preguntaron qué había aprendido de sus partidos con la Navratilova, y respondió:
—A estrechar la mano de la vencedora.
—Citada por Tom FitzGerald en el Chronicle de San Francisco.
¿CÓMO DIJO? Pertenecí hace años a un heterogéneo grupo de mujeres que se reunían de tiempo en tiempo a discutir sobre algún asunto candente. Una de las participantes era persona de muy pocas palabras.
Nuestras tertulias acabaron por suspenderse, pues casi todas debimos dedicarnos con el tiempo a la vida profesional. Nuestra compañera de marras se mudó al otro extremo del país porque su esposo iba a iniciar allí un negocio junto con un socio. Como era de esperarse, sus cartas eran muy espaciadas y no menos lacónicas. En una ocasión nos envió una postal que no decía más que esto: "Por aquí todo marcha bien después del desfalco".
—K.R.
BUENOS MODALES. En su autobiografía, el fotógrafo lord Lichfield evoca el Londres de tiempos de la guerra:
Un amigo mío se encontraba un día en el salón de té Gunter's cuando comenzó un ataque aéreo. A medida que las detonaciones arreciaban, perturbando cada vez más la atmósfera del lugar, los camareros fueron desapareciendo, hasta que sólo quedaron las niñeras y los niños para hacer gala de la característica flema británica mientras el yeso del techo caía sobre sus merengues y milhojas. Por último, un tremendo bombazo destruyó la casa contigua; las ventanas del salón de té se abrieron de par en par, las luces se apagaron y una parte del techo se vino abajo.
—¿Qué fue eso? —preguntó mi amigo a su niñera.
—Una bomba, cariño —contestó ella—. Y quita los codos de la mesa.
—Not the Whole Truth (Constable, Londres)
HUMORISMO Y SATIRA. El humorismo relaja; la sátira tensa. El humorismo une y divierte; la sátira divide y aleja. El humorismo provoca encanto, benevolencia y magnanimidad; la sátira, desafío, malevolencia y desprecio. El humorismo desarma la mente; la sátira la pone en guardia. El humorismo persigue la intimidad; la sátira, la indiscreción. El humorismo inspira humildad; la sátira, insolencia. El humorismo predispone a la tolerancia; la sátira, a la impaciencia y a la impertinencia. El humorismo mueve a la amabilidad; la sátira casi siempre ofende.
—Branko Bokun, en Humour Therapy (Vita Books, Londres)
PARA ALGUNOS, el éxito estriba en ser muy famosos. Para otros, en permanecer en el anonimato.
—Ashleigh Brilliant
¿POR QUÉ nos quejamos tanto de los gatos? ¡Si nosotros tuviéramos siete vidas, también andaríamos maullando por los tejados!
—Aldo Cammarota
La vida no vale nada, pero nada vale tanto como la vida.
—André Malraux
PAN CALIENTE. La mayoría de las personas que estábamos haciendo cola en la panadería teníamos prisa por irnos a trabajar. Sin embargo, la mujer a la que en ese momento estaban atendiendo parecía disponer de todo el tiempo del mundo. Hacía muchas preguntas y no compraba nada. Finalmente, señaló unos bollos y preguntó:
—¿Cuánto cuestan?
—Veinte centavos la pieza —le contestó el paciente empleado.
—¿Están duros o blandos?
—Término medio.
—¿Sirven para hacer hamburguesas?
—Sí —le respondió el hombre, que empezaba a perder la paciencia.
—Si me llevo dos, ¿puedo ponerles jamón?
—Señora —dijo el empleado—, mientras tenga cerradas las persianas de su casa, puede hacer con ellos lo que le venga en gana.
—K.L.
UTOPIA. Lo QUE NUNCA escuchará cuando viaje:
• Arribaremos mucho antes de lo previsto, y hay una sala de llegada disponible.
• Yo mismo buscaré su equipaje y se lo llevaré a su hotel.
• Espere. Su maleta se ve un poco dañada. Se la repondremos con esta otra, que es nueva.
• Todo es culpa nuestra.
• Hay muchos pasajeros en lista de espera. Vamos a programar un vuelo extraordinario.
• Sobrecargo, ¡la comida estuvo deliciosa!
• A cualquiera se le pierde un boleto. No se preocupe.
• ¿El servicio en la habitación? ¿Tan rápido?
—David Brenner, en If God Wanted Us to Travel (Pocket Books)