ABETO, EL SEÑOR DE LOS BOSQUES
Publicado en
noviembre 05, 2015
"El árbol es nuestro contacto 'más íntimo con la nattirillea."
—George Nakashima, carpintero.
Por Ignacio Abella.
En la soledad de la montaña, el abeto es un gigante que sólo teme al hierro y al que ni siquiera el viento o la nieve pueden doblegar. Con su follaje siempre verde, constituye uno de los refugios invernales más importantes para muchos animales que comparten el mismo territorio en los países más fríos y las montañas más elevadas. De hecho, el abeto parece encontrarse en su medio en unas condiciones que pocos árboles son capaces de soportar, de ahí la importancia de esta especie en regiones en las que es sinónimo de hogar. De un lado, por la protección que ejerce el propio árbol vivo, pero, sobre todo, porque su madera proporciona desde la materia prima para construir enteramente una casa, hasta la leña para calentarla y. el aroma para hacerla confortable.
En la península Ibérica, el abeto tan sólo se encuentra silvestre en los Pirineos. En esta cordillera, al igual que en todo el centro de Europa, se ha escogido tradicionalmente este árbol para hacer los Mayos por ser tan alto y recto. Esta fiesta consistía en talar un árbol del bosque y llevarlo a la plaza del pueblo o a un altozano para plantarlo y atraer la buena suerte durante todo el año. El esfuerzo común era ya por sí mismo una recompensa. pues aunaba en una empresa ardua y festiva a todo el pueblo. Pero, además, en cierto modo, el espíritu del bosque y la vegetación se encarnaban en este tótem alrededor del cual se hacían los bailes y las ceremonias. En Suiza, se representa al señor del bosque como un gigante con un abeto desarraigado en la mano, pues se creía que el genio vive en los viejos abetos y que cuando van a talar uno, éste sufre y suplica que lo dejen vivir. Por eso se respetaban tradicionalmente los mayores y más antiguos ejemplares. En otras regiones europeas se conservaba junto a las casas y cabañas como una presencia protectora contra los vientos, el rayo y el mal de ojo.
Ahora bien, si por algo se conoce al abeto, es por ser el árbol de Navidad. Durante mucho tiempo ha sido una de las especies europeas escogidas como árbol de nacimiento que se plantaba el mismo día en el que nacía un niño o niña y, a partir de ese momento, se convertía en un compañero para toda la vida.
El dendrólogo francés Jacques Brosse cuenta, hablando de los bosques de Levier: "Los más viejos abetos son llamados 'los españoles', pues son anteriores a la anexión a Francia en el año 1674 de esta región largo tiempo dominada por España." Y es que, aunque no pueda compararse con los tejos y olivos milenarios, es, sin duda, uno de los árboles más longevos del continente.
Quien dice abeto dice, por tanto, casa, hogar, raíz... Y, sin embargo, la poesía clásica utiliza el sinónimo de abeto para barco, que ya empleó Virgilio y en el que ahondaron Góngora y otros escritores españoles. Lope de Vega escribía: "Mal haya el primer hombre que, un abeto al mar le perdió el miedo y el respeto." Sobra decir que con su madera se construyeron buenos navíos y que hubo un tiempo en el que los hombres navegábamos sobre abetos desarraigados que impulsaba el viento.
El abeto forma bosques puros o mezclados con el haya y el pino negro, principalmente, y vive en regiones lluviosas y zonas de niebla, ya que exige humedad, pero también necesita terrenos bien drenados. Su presencia es muy importante ecológicamente para estabilizar laderas, evitar aludes, crear el suelo que permite la regeneración del bosque, regular los ciclos del agua, etc. Por otra parte, muchas especies de aves se alimentan de sus semillas, como el pito negro. Otras, como el urogallo, son capaces incluso de sobrevivir en este bosque comiendo sus brotes invernales. Una vez más, el árbol y el bosque proporcionan al mismo tiempo refugio y sustento para los animales.
"Escucha al abeto por cuyas raices tú vives."
—Proverbio finés
USOS MEDICINALES Y CONSTRUCTIVOS
Las yemas de abeto se han usado desde muy antiguo en forma de vahos e infusiones contra la tos y el catarro, mientras que la resina, las hojas y, sobre todo, los brotes, sirven para tratar diversas afecciones del aparato respiratorio, vías urinarias, etc. Pero al margen de los remedios de botica, se ha dicho que incluso el simple paseo por los abetales alivia a los enfermos de asma y otras afecciones respiratorias gracias a la atmósfera cargada de aromas salubres.
La madera es muy dócil y proporciona piezas de veta recta. Se ha utilizado para la fabricación de papel, tarimas y armazones de edificios, paro hacer cajas y muebles y para la construcción de todo tipo de instrumentos musicales.
Imágenes por: AGE FOTOSTOCK
Fuente:
REVISTA INTEGRAL - ABRIL 2009