Publicado en
octubre 02, 2015
En odontología también existen anomalías que frecuentemente se heredan.
Por: Dra. Olga Saltos de Rigaíl, Cirujana Dentista.
Las leyes de la herencia se manifiestan no sólo en los rasgos fisicos, posturas, ademanes, gestos y caracteres, sino en estructuras corporales por su tamaño y forma, como en la mandíbula y dientes, y éstos a su vez, por su posición en el arco maxilar y el exceso o carencia de ellos.
EL DIASTEMA
El diastema es la separación de los dos dientes centrales superiores. Es notorio observar que el padre o la madre del niño o niña, tienen dicha separación. Naturalmente, hoy por hoy, esta antiestética anomalía se corrige mediante una pequeña cirugía (ablación de frenillo) y luego, con la ayuda de la ortodoncia, estos dientes son unidos correctamente.
LA ANODONCIA
Es la falta de los dientes laterales superiores, es decir, que el niño no los tendrá en su vida adulta, pues ya nace sin el germen dentario correspondiente. Antiguamente estaba condenado a vivir sin ellos, con la desagradable y antiestética falta de simetría, pues donde debían ser seis piezas de canino a canino, solo hay cuatro. Ahora se puede y se debe solucionar, mediante implantes endodónticos intraóseos que reemplazarán a los faltantes.
LAS MUELAS DEL JUICIO
Otra condición dentaria que se hereda es la mala posición de los terceros molares, mal llamados "muelas del juicio" (por lo de que a los 21 años, dizque se adquiere el buen juicio) y que tratan de erupcionar a veces, desde los 16 años y digo tratan, porque no siempre lo logran y es necesario extraerlos mediante un procedimiento quirúrgico, porque la forma en que están colocados dentro del hueso de los maxilares y al final del espacio retro-molar, no permitirán jamás que puedan salir normalmente, causando múltiples molestias.
LA PROGNACIA
Mención aparte merece la forma de los maxilares, que es también motivo de herencia en los descendientes.
La más notoria y común es la prognacia, vulgarmente llamada "boca de cajeta", que causa fatalmente, una pésima articulación y oclusión, remediables con tratamiento de ortodoncia.
Finalmente, no puedo dejar de mencionar, el problema cada vez más frecuente, la enfermedad periodontal, que si bien es cierto, se imputa como contagiosa y cuya etiología es compleja, no es menos cierto que se atribuye la predisposición hereditaria genética de llegar a padecer la enfermedad, porque es realmente un azote para la salud bucal, debido a lo cual no nos cansaremos de recomendar que, siendo detectada a tiempo, su curación es un hecho cierto, por lo que la visita al dentista se impone, por lo menos, una vez al año. No olvide que "es mejor prevenir que remediar"
Fuente:
Revista HOGAR, Octubre 1999