NOTICIAS DEL MUNDO DE LA MEDICINA
Publicado en
septiembre 08, 2015
LA NUEVA ODONTOLOGÍA
EL OTOÑO pasado, al ingresar en la Facultad de Cirugía Dental y Bucal de la Universidad de Columbia, se dio a los estudiantes una conferencia de orientación en la que se insistió primordialmente en la eficacia de los conocimientos actuales para evitar casi el ciento por ciento de las caries. Después se les enseñó cómo tenían que lavarse los dientes.
Dice el decano Melvin Moss: "La escuela escogió esta sesión inaugural para hacer resaltar nuestra convicción de que un dentista no sólo es una persona que atiende caries, que trabaja para personas destinadas, con el tiempo, a perder los dientes. Hoy puede, en cambio, practicar odontología preventiva y ayudar a la gente a conservar los dientes toda la vida".
En el nuevo método se enseña, además, la higiene diaria para eliminar la capa, es decir, la sustancia invisible bacteriana que se adhiere a los dientes, que inicia las caries y ocasiona enfermedades periodontales (la forma usual de lavarse los dientes deja el 80 por ciento de la capa). Para la limpieza se necesita un colorante común de alimentos (eritocina) que tiñe y hace visible la capa. A continuación se expone el método tal como lo propuso el profesorado de la Facultad de Columbia:
Se tiñe la superficie de los dientes (el colorante se puede adquirir en forma de tabletas o líquido) y se enjuaga y escupe el resto. Después, con una linterna y un espejo angular, se inspecciona la dentadura. Se cepilla hasta eliminar la capa teñida, con un cepillo suave de cerdas delgadas y extremos redondos. Se limpian los dientes uno por uno. Para limpiar las superficies interdentales que no alcanzan las cerdas del cepillo, se utiliza un sedal dental que no esté recubierto de cera. La pasta dentífrica no es necesaria para eliminar la capa bacteriana, pero de todos modos se recomienda el uso de algún dentífrico fluorinado para fortalecer el esmalte.
—Adaptado de un artículo de Michel Stern, en el Times de Nueva York
ENVASES PARA LA ASPIRINA, A PRUEBA DE NIÑOS
EL ENVENENAMIENTO es, de todos los casos que no requieren cirugía, el accidente más común entre los niños norteamericanos menores de cinco años. En una tercera parte de los casos los pequeños tragan cantidades Mortales de aspirina. Por esta razón, la Administración de Alimentos y Medicinas de los Estados Unidos (FDA) ha propuesto que los fabricantes de todas las tabletas de aspirina y las grageas que contengan esta sustancia, las pongan en recipientes que no puedan abrir los niños.
A los fabricantes de medicamentos se les va a conceder tiempo suficiente para que empiecen a emplear envases difíciles de abrir. Según la FDA, los recipientes se deben diseñar de forma que el 85 por ciento de los niños no puedan abrirlos al primer intento, y que el 80 por ciento fracase después de haberles enseñado una vez a abrirlos. La FDA prefirió no recomendar ningún modelo especial. Ya se han diseñado varios. En uno de ellos, por ejemplo, para abrir la tapa hay que apretarla hacia abajo mientras se desenrosca. Otro sólo se puede abrir con una llave de material plástico, y un tercero avisa a los padres, porque produce ruido cuando se desenrosca la tapa.
—Newsweek
AHORA ME CONECTO LA CORRIENTE PARA DORMIR
LOS RUSOS quizá no hayan inventado el avión ni las salchichas a la norteamericana, pero decididamente fueron los primeros en interesarse por el "electrosueño". Desde 1948 los investigadores soviéticos han estado experimentando con una máquina que envía corriente de baja intensidad a través de electrodos conectados a los párpados y al cuello del paciente. Según los informes soviéticos, reduce la angustia y la tensión, y alivia el insomnio. No se sabe con exactitud por qué (algunos suponen que el aparato cambia los "campos eléctricos" del cerebro).
Ahora los siquiatras Saúl Rosenthal y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tejas, en San Antonio, han publicado un estudio cuidadosamente controlado en que ocho de 11 pacientes con angustia, depresión e insomnio se sintieron aliviados de sus síntomas después del tratamiento con un aparato de prueba. En realidad, la terapia tuvo tanto éxito que los mismos investigadores confiesan su escepticismo ante los resultados.
—Kenneth Coodall, en Psychology Today