Publicado en
enero 18, 2015
EN UNA demostración respecto al episodio bíblico de los talentos (moneda de los griegos), el reverendo Eric Cook le dio a cada uno de sus 360 feligreses el equivalente de 35 centavos de dólar, pidiéndoles que emplearan ese dinero en reunir fondos para la iglesia. Cuando los miembros de la congregación regresaron, informaron que por diversos medios habían logrado reunir el equivalente de 910 dólares. El feligrés que aportó más que nadie, había organizado apuestas basadas en la cantidad de dinero que Cook obtendría.
—UPI
LOS FUMADORES de pipa, muy afectados por la escasez de tabaco durante la guerra, debieron contentarse con marcas hasta entonces desconocidas y de una fragancia peculiar. Recuerdo haber comprado un paquetito de un tabaco corriente y fuerte. La primera pipa que fumé con este tabaco casi me asfixió. No queriendo desperdiciarlo, se lo di a nuestro guardián de alarmas aéreas. Al día siguiente le pregunté su opinión sobre aquel tabaco.
—Magnífico producto, señor —dijo con entusiasmo.
—¿Quiere usted decir que le gustó? —pregunté.
—No, señor —advirtió—. Yo no he dicho que me gustara. Pero he fumado durante 20 años, y esta es la primera vez que he tenido ganas de dejar el vicio.
— C.R.O.
SECRETOS DEL EXITO
POR UN estudio efectuado entre los graduados de la Universidad de Pittsburgo se comprobó que los de mayor estatura (de 1,88 m. y más) comenzaban a trabajar ganando un sueldo 12,4 por ciento mayor que los graduados que medían menos de 1,83 de estatura.
—The Wall Street Journal
EL DR. Cabot Jaffee, profesor de sicología de la Universidad de Tenesí, llevó a cabo un experimento entre estudiantes del bello sexo para determinar sus facultades como dirigentes. Así comprobó que a las muchachas que solían monopolizar las discusiones en las clases y rara vez contestaban correctamente las preguntas de los maestros, las seleccionaban como jefes de grupo con más frecuencia que a las chicas más calladas y que solían responder con acierto.
—UPI
LINEAS DIVERGENTES
CIERTO individuo le confesaba a un amigo:
—Me casé porque estaba aburrido de tener que llevar mi ropa a la lavandería automática, comer en restaurantes y usar calcetines rotos.
—¡Qué extraño! —repuso su amigo—. Yo me divorcié por la misma razón.
— E.W.
LOS JEFES que se lamentan del alto índice de falta de asistencia entre sus empleados, debido a dolores de cabeza y neuralgias, o aun males más serios, quizá sean en parte responsables de ellos, según el estudio de las enfermedades laborales preparado por el siquiatra industrial Dr. Helmutt Sopp, en Düsseldorf (Alemania).
De 100.000 casos de enfermedades ocurridas en diversas ramas de la industria alemana, el 60 por ciento eran debidas a factores sicológicos. A menudo la culpa era del patrono... inconscientemente.
Las costureras de una fábrica textil, por ejemplo, sufrían constantes jaquecas. Los inspectores de trabajo de la fábrica las trataban con amabilidad, muy rara vez les llamaban la atención, pero tenían por costumbre, de cuando en cuando, pararse detrás de las mujeres a observar su trabajo. Y esta era la causa: sin que las mismas operarias lo notaran, tal actitud les ocasionaba gran tensión nerviosa. Al suprimirse esta práctica, disminuyeron las jaquecas.
Se demostró, asimismo, que los empleados postales presentan su mínimo índice de faltas precisamente durante la temporada en que están más atareados: antes de las fiestas navideñas y el Año Nuevo. ¿Por qué? El médico de Düsseldorf responde: "No es porque de tanto quehacer no encuentren tiempo para enfermarse... sino porque, de pronto, todo el que trabaja en correos se convierte en personaje importante".
El patrono que cuenta con los empleados más saludables, dice el Dr. Sopp, es aquel que les brinda: 1) aprobación; 2) la seguridad que sólo obtenemos al sentir que se nos estima; y 3) el máximo de libertad para que el empleado cumpla su tarea a su manera.
— The Bulletin, Oficina de Prensa e Información Alemana
PREGUNTAS SIN RESPUESTAS
¿POR QUÉ será que en nuestras novelas científicas siempre damos por sentado que los habitantes de otros planetas son más inteligentes que nosotros pero menos hermosos?
—B.V.
¿CUÁNTAS hojas de parra se probaría Eva antes de decir finalmente: "Me quedo con esta"?
—G.F.C.
UNA PAREJA de golondrinas anidó en un corredor del cuartel general de la Segunda Fuerza Aérea Táctica Aliada, en Rhein Dahlen (Alemania). Cuando los polluelos comenzaban a probar sus alas, los pilotos colocaron una caja llena de paja debajo del nido, con esta advertencia: EQUIPO PARA ATERRIZAJE FORZOSO DE POLLITOS EN VUELOS DE ADIESTRAMIENTO. FAVOR DE NO QUITARLO.
— Sunday Express, de Londres
EN LAS majestuosas mansiones de Irlanda, el repertorio oficial de frases que pueden emplear los ayudas de cámara es estrictamente limitado. Esta restricción a veces puede adoptar aspectos heroicos. Un ejemplo clásico de esto ocurrió cuando los Black and Tans (miembros ingleses de la Guardia Real Irlandesa que peleó contra la república irlandesa durante la rebelión de 1920-1921) invadieron por sorpresa el castillo de Dunsany. Cuando se alejaban en su camioneta, el ayuda de cámara de Lord Dunsany les preguntó, impasible: "Qué personas diré que estuvieron de visita?"
— Oliver St. John Gogarty, en A Week End in the Middle of the Week
EN LA escuela toda la clase veía con admiración el nuevo abrigo de Ana, de hirsuto paño grueso. Una semana después los erizados pelos del abrigo habían desaparecido. "Como me hacía unas cosquillas insoportables", explicó Ana, "le pasé por encima la rasuradora eléctrica de papá".
—M.S.
TODO EN ORDEN
ÁLCESE este rectángulo a la altura de la cara y sóplese. Si el papel se torna verde, llámese al médico. Si toma un viso pardo, acúdase al dentista. Si se vuelve morado, consúltese a un siquiatra. Si se pone rojo, solicítese el consejo de un banquero. Si se torna negro, llámese a un abogado y hágase testamento.
Si sigue del mismo color, es indicio de que el lector goza de perfecta salud y no hay razón alguna para que falte a la iglesia el próximo domingo por la mañana.
— Del boletín parroquial de la Iglesia Episcopal de St. Andrew's, en Oceanside (Nueva York)
CARICATURAS
EL SOLICITANTE, al gerente de crédito de un banco: "Claro que no tengo nada con qué responder. Precisamente por eso necesito el dinero".
— E.R.
EL PADRE de familia al hijo hippie: "¡Ya te he tolerado toda la jovial resignación que estoy dispuesto a aguantarte!"
—W.S.S.
UN TELEVIDENTE a su esposa: "Este programa es intelectualmente estimulante, original y significativo. Busca a ver qué otra cosa hay".
—A.K.
UN MUCHACHO en la antesala de un médico, a la enfermera: "¿Y de cuánto tiempo dispongo para esperar antes de que tenga que ver al doctor?"
—M.T.
TIPO FURIOSO, al teléfono: "¿Cómo está eso de que es usted una grabación? ¡Si usted me llamó a mí!"
—N.I.
EL MÉDICO que examina al potentado industrial: "Contra lo que dicen los líderes del sindicato, sí tiene usted corazón... y le funciona muy bien".
—D.M.
LA DAMA que va al volante del automóvil, a su compañera: "Abróchate el cinturón de seguridad, que voy a estacionarme".
— B.B.
EL DIRECTOR de personal a un joven que solicita empleo: "Veo que nunca ha estado preso. ¿Cómo se explica? ¿No se interesaba usted por las causas estudiantiles?"
— N.E.
A UN muchacho le preguntaban sus padres si había gozado de un paseo en automóvil con la familia de un amiguito. El chico dijo que sí pero que la mamá de su camarada decía unos cuentos muy largos.
—Uno de ellos era de 60 kilómetros —dijo maravillado.
—¿Cómo lo supiste? —le preguntó su padre.
—Porque estuve mirando la aguja del velocímetro.
—D. B.
CUANDO fue a visitarnos mi sobrinita, le compré un reloj de pulsera con un segundero grande. Me quedé con la espina de haberme excedido en el regalo, pero el domingo siguiente me tranquilizó verla muy piadosa en la iglesia, calladita y con la cabeza inclinada entre las manos, durante las oraciones de la mañana. Ya me disponía a darle en la espalda una palmadita de aprobación, cuando ella se volvió a verme, con los ojos chispeantes, y me cuchicheó:
—Tres minutos y quince segundos.
—H.C.
TEMA CON VARIACIONES
TODOS quieren que contemos esto o aquello tal como sucedió, hasta que así lo hacemos. (D.F.)... Ya tenemos suficiente gente que cuentan algún suceso tal como fue... Lo que nos hace falta es quien lo cuente tal como podría haber sido. (R.O.)
EN MEDIO de la agitación de este mundo activo y lleno de ansiedades, existe mucha gente que lleva una existencia monótona y solitaria. Para ellos, el enemigo no es un posible desastre, sino la tristeza. Pocas veces advierten que de su fortaleza, de su capacidad para soportar la fatiga de sus labores insípidas y repetidas, y de su valor para sobreponerse a constantes y pequeñas adversidades dependen en gran medida la dicha y la prosperidad de la comunidad en general. El ascenso de una nación en la historia, se debe, a la larga, a la entereza de espíritu del hombre y la mujer comunes y corrientes.
—Isabel II de Inglaterra