Publicado en
noviembre 17, 2014
Nada describe con tanta exactitud el carácter de los tiempos, como el término "Sobreviviente", que se aplica a cierto tipo de personas como el cumplido máximo.
Por Victoria Puig de Lange.
Hemos llegado a aceptar que vivir es tan difícil, tan agobiante y con tantos obstáculos en el camino, que aquellos que logran mantener cierto nivel de estabilidad, atractivo físico, respetabilidad, solvencia económica y credibilidad general, adquieren un status que va más allá del simple éxito. De ellos se dice que son sobrevivientes.
"Y", dice Herbert Schuyler, presidente de "Survivors Anonimous" con sede en Londres (en Chelsea para ser más exactos) "para sobrevivir en esta sociedad complicada que nos rodea, es necesario organizarse, parcelar nuestra vida, analizar desde todo ángulo... y luego vivirla."
"¿Cómo? Básicamente manteniéndonos al día, tomando decisiones a tiempo, aprendiendo a manejar las prioridades, aceptando que el tiempo, nuestro mejor aliado, es también el que con más frecuencia desperdiciamos. Hay, pues, que aprender a cuidarlo, utilizándolo con inteligencia y lógica. Por último, es preciso desterrar las energías negativas y abrir la puerta a las positivas".
"Así de fácil", dice Bernhardt Schuyler, a quien conocimos en el ambiente fácil de un crucero por las Galápagos. "Pero", protestamos, "¿cómo lleva esta teoría a la práctica la mujer de hoy, cómo la adapta a una vida que le exige tanto... éxito en una carrera... una apariencia perfecta... elegancia... salud... serenidad... control de la situación en todo momento?".
"Acaba usted de pronunciar la palabra mágica: control", dice Schuyler sonriendo. "Si no se tienen las riendas bien sujetas en todo momento, no puede haber supervivencia".
Y allí, en el ambiente indescriptible de las islas encantadas, esbozó para mí 28 reglas para la mujer que aspira a ser una sobreviviente.
1.- Sepa delegar poderes. Descubra cosas para las cuales jamás tiene tiempo, y encuentre alguien que las haga por usted. Alguien que saque a caminar al perro... que limpie la plata... que riegue las plantas.
2.- Cásese con ese hombre que tanto ama. Piense en todo el tiempo que ahorrará al no tener que ir a la casa de él y él a la suya.
3.- Tome decisiones rápidas apoyándose en su intuición. Tendrá 50% de posibilidades de acertar, y eliminará una cantidad de problemas.
4.- Traiga el mundo a su casa. La masajista, el profesor de yoga, la manicurista. Así ahorrará tiempo y gasolina.
5.- Tome una secretaria, aunque sea una vez por semana. Es increíble el trabajo que una buena secretaria saca en un día. Usted aproveche ese tiempo en cosas más creativas.
6.- En un apuro, tome taxi. El gasto extra quedará compensado con el aspecto sereno que proyectará al llegar.
7.- No tema cometer errores. Si no comete por lo menos dos a la semana, es porque no está intentando cosas nuevas. Se estará estancando.
8.- Compre las cosas que le encantan cuando las vea. Generalmente cuando después decide adquirirlas, ya otro las compró.
9.- Cuide los minutos. Las horas se cuidan solas. Suscríbase al ballet, a la ópera, al teatro. Tendrá mejores asientos y los boletos llegarán a su casa.
10.- Con la misma lógica, organice sus semanas alrededor de citas fijas a la misma hora, en el mismo día: el pedicuro, la peinadora. Esto no sólo le asegura estar siempre bien arreglada, sino que le evita el mal rato de no conseguir cita a última hora.
11.- Cómprese un "fax". Es más práctico que llamar por teléfono, queda constancia de lo dicho y evitará enfrascarse en conversaciones inútiles.
12.- Dese un gusto todos los días. Una sencilla recompensa. Haga una visita telefónica con una amiga... una caminata por el parque... una siesta.
13.- Tenga varios proyectos entre manos, para alimentar la energía y el entusiasmo al tope, y mantener fresca la perspectiva.
14.- Todo el mundo tiene obligaciones gratas y otras ingratas. Arréglelas por prioridades. Salga de las desagradables primero, y haga las que le gustan después, para eliminar el mal gusto que dejaron las otras.
15.- Mantenga un pequeño dictáfono en su mesa de noche. Cuando tenga una idea sensacional (a veces un sueño) grábelas al instante, para que no se olvide. El mismo sistema funciona en el automóvil, para "apuntar" ideas.
16.- Grabe en el VCR esas viejas películas o documentales que pasan a media noche. Luego, en un domingo lluvioso, disfrútelas con toda comodidad.
17.- Aprenda a cocinar tres menús sensacionales. Tenga a mano todos los ingredientes para improvisar una cena fabulosa cuando llegue el momento.
18.- Compre vino blanco y tinto en cajas. No sólo estará siempre preparada cuando lo necesite, sino para llevar una botella de regalo cuando la inviten a cenar. Además, así es más económico.
19.- Haga arreglos con una floristería para que le envíen flores un par de días al mes. Deje que en la oficina se pregunten quién se las manda. Esas flores, más una sonrisa enigmática, obrarán maravillas en su imagen.
20.- Involúcrese en un grupo benéfico de voluntariado. No hay como dar de su tiempo y entusiasmo para levantar el espíritu.
21.- Atrévase a hacer algo distinto. Si la mañana ha sido un desastre, váyase al cine al mediodía. Nadie dice que al cine hay que ir siempre de noche.
22.- Establezca una relación con el Maitre d'Hotel de unos cuatro restaurantes, y úselos para sus almuerzos de negocios. Así tendrá siempre una buena mesa y un trato especial. Por su parte, retribuya con una buena propina... y un regalito en Navidad.
23.- Otro modo de ahorrar tiempo: compre sus medias por correo y por docenas. Le costarán menos y usted sabe ya los colores y marcas que prefiere... Y lo más importante: nunca estará sin medias a última hora.
24.- Dé prioridad a su apariencia. Refresque su maquillaje durante el día, especialmente antes de un mitin. Cambie de peinado de vez en cuando.
25.- Si su trabajo le exige viajar, tenga un maletín siempre semilisto, con lo inevitable: secador de pelo, una planchita de viaje... cepillo de dientes y de pelo... pasta dental... un espejo.
26.- Simplifique su guardarropa. Adopte un color. Negro, por ejemplo, y marfil. Salpíquelo todo con accesorios de color. Así, dos pares de zapatos negros lo solucionan todo.
27.- Y cuando compre zapatos, no busque sólo estilo sino también comodidad. El calzado cómodo borra arrugas en el rostro. El incómodo las produce.
28.- ¿Está cansada? En lugar de tomar café o colas para despertarse, acuéstese. Lo que el cuerpo está pidiendo es el descanso, no estímulo artificial. Lo mismo pasa con el alcohol.
Con todos estos ejemplos, cree sus propios pequeños trucos para mejorar su vida. Los que tomen contacto con usted sentirán las buenas vibraciones, mirando en usted a un ser que camina a paso seguro, con todas sus bases cubiertas.
Una persona en control. ¡Una sobreviviente!
Fuente:
Revista HOGAR, Diciembre 1998