Publicado en
octubre 19, 2014
Es la clave para que tus relaciones, tanto de pareja como de amistad, funcionen. Descubre si lo haces de manera clara.
Por NYTSyndicate/Escrito.
Paso 1: Exprésate
Confía. Una razón para no decir las cosas es que no queremos ofender al otro. Nos preocupa sonar muy exigentes en vez de hacer que la relación mejore.
Aclara lo que sientes. Otra falla de comunicación es sentir que no tienes que decir lo que quieres. Piénsalo. Ninguno de los dos es psíquico.
Paso 2: ¡Haz que fluya!
Dale tiempo. Aparta un poco de tiempo para hablar. Apaga el celular, la computadora y asegúrate que tienes un espacio tranquilo para discutir asuntos serios.
Pon atención. Escucha lo que dice. Ten en cuenta su punto de vista. Conserva la calma. Aunque no te agrade lo que escuchas, no te cierres.
No repartas culpas. Cuando discutas asuntos serios no comiences con este juego. Explica cómo te sientes cuando tu pareja hace algo que te molesta o lastima. Es menos defensivo que culpar.
¡No seas tan seri@! Tener sentido del humor y jugar ayudan a quitar la incomodidad de cualquier conversación delicada.
Atención a los detalles! Las señales no verbales dicen mucho. Tu lenguaje corporal, tono de voz, contacto visual y distancia hablan sobre cómo te sientes.
Evita estas señales negativas:
● Los brazos cruzados te ponen a la defensiva o en una posición cerrada.
● La falta de contacto visual comunica que no te interesa lo que escuchas.
● Si levantas tu tono de voz, estás involucrando sentimientos, o sientes que no te escuchan o entienden.
● Si le das la espalda a alguien que te habla, no quieres escuchar lo que tiene que decir o no te interesa.
Paso 3: Deja de adivinar
No asumas: No llegues a conclusiones por leer entre líneas. No eres un espía en una película. La ruta más honesta y sencilla es aclarar las situaciones que te parezcan inusuales.
Pregunta: Si algo te parece extraño o confuso, no trates de adivinar. Es más efectivo preguntar y saber qué pasa de primera mano.
No te lo tomes personal: Cada individuo está atento de sus propios asuntos. No todo es sobre ti o en tu contra. No te tomes las acciones de otros de manera personal.
Dale el beneficio de la duda: Deja que explique la situación que te causó molestia. Pregunta sin incriminar. No lo interrumpas. Escucha y comenta.
Confía en tu intuición: Deja la paranoia de lado. No sospeches de todo lo que pasa.
Relájate: No analices todo lo que ocurre, ni arregles lo que ya funciona. Si hay problemas, confróntalos y háblalos. Propón soluciones para los problemas a corto plazo.
ADMINISTRACION DEL TIEMPO
● No te apartes de tu vida y solo te concentres en tu pareja. Date tiempo para tus cosas.
● Concéntrate. No incrimines por hechos que ya pasaron. Los conflictos se vuelven más grandes si agregas todas las cosas que te molestan o lastiman, y quedaron pendientes.
● Los problemas tienen su momento adecuado para solucionarse, no lo dejes pasar.
● Prepárate a ceder. Si deseas ganar, la discusión se hace más grande. No se trata de probar que estás en lo correcto.
● Decide qué es lo que quieres. Si sólo te importa demostrar que estás en lo correcto, no te interesa tanto el vínculo. Si deseas cuidar la relación, llega a un acuerdo.
Fuente:
Revista HOGAR, Julio 2012