Publicado en
agosto 24, 2014
La libertad sexual experimentada en los últimos tiempos ha beneficiado enormemente a la mujer. El cambio de mentalidad le permite empezar a disfrutar su propio cuerpo.
Por Alexandra Zurita Andrade.
Pasan los años y la agilidad, el cuerpo y la apariencia de la mujer cambian. Es un proceso inevitable. Para algunas es solo parte de la vida; para otras, el fin de esta. Durante la juventud, las mujeres hacen gala de su edad, su imagen y su habilidad sexual, pero cuando los primeros síntomas de la madurez se hacen presentes, muchas de ellas deciden aislarse en el campo de la intimidad, lo que a veces deriva en fracasos matrimoniales.
"A cualquier edad se puede ser sexualmente feliz... para poder disfrutar la sexualidad debemos entender la sexualidad, tenemos que entender su proceso y entender que es natural que algunas cosas pasen a través de los años", dice la doctora Ana Rivas Vásquez, sexóloga que estuvo en Ecuador dictando charlas sobre sexualidad a nombre del Baptist Hospital de Miami, durante el evento "Salud y Belleza", organizado por la Sociedad de Beneficencia de Señoras Libanesa-Siria.
"Hay mujeres que no tienen un orgasmo hasta los 30 ó 40 años, básicamente por las inhibiciones", añade la especialista, quien destaca también que los valores, las creencias, las experiencias personales e interpersonales pueden llevar a que, en ocasiones, una persona no pueda tener una relación íntima satisfactoria porque no le permiten manifestarse como un ser sexual.
SABER Y ENTENDER
Por otro lado, atribuye también problemas de esta índole al desconocimiento que hay, pese a la libertad sexual que existe. "Las mujeres debemos entender la sexualidad de los hombres, si no lo hacemos podemos malinterpretar cosas que son normales en nuestra pareja. Por ejemplo, a medida que el hombre envejece, le cuesta más trabajo tener o mantener una erección y esta se pierde con cualquier distracción, muchas veces tiene eyaculación prematura. Si no lo entendemos podemos pensar 'ya no soy atractiva', 'está interesado en otra'", explica. Además, hay que tomar en cuenta que existen enfermedades propias de la edad y tratamientos que afectan el desempeño sexual como el cáncer, la quimioterapia y la diabetes; sin olvidar que el cigarrillo y el alcohol afectan a la vascularización y, como resultado, a la erección.
SEXO
La doctora Rivas cuestiona a quienes creen que el sexo es algo muy fácil y sale naturalmente. "Yo diría que hay dos cosas muy importantes en la vida para las cuales no nos dan entrenamiento: para ser padres y amantes. No hay ningún curso que te diga cómo puedes serlo", por eso hay que aprender juntos, poco a poco y a la par. No se puede separar el dar placer con el tener placer porque "son dos caras de la misma moneda". Esta circunstancia hay que verla "como partes integrales de la relación sexual, la separación es mecanizar el proceso. Cuando uno disfruta hace disfrutar al otro", señala y advierte a las mujeres que se niegan a sentir placer porque piensan que está mal, pues esto solo ocasiona frustración.
ENTRE MITOS Y TABÚES
Su experiencia como sexóloga le permite hablar sobre los casos más comunes que llegan hasta su consultorio. Por allí han pasado parejas de lo más variadas: desde recién casados con problemas de adaptación sexual, hasta quienes tienen muchos años de casados y opinan que están muy viejos para el sexo. Muchos de los casos que ha tratado revela el peso que tienen los mitos a la hora de la intimidad como la obligación de llegar juntos al orgasmo, el efecto negativo del sexo sobre un cáncer de próstata o la avanzada edad que no permite la intimidad. Por su parte, destaca también que es importante descubrir si el problema sexual que experimenta la pareja no tiene como base una dificultad emocional: "Tuve un caso en el que ella usaba el sexo para controlar al esposo. Cuando ella estaba enojada con él, no tenían relaciones sexuales y, de cierta manera, eso es algo muy peligroso porque cuando la relación sexual en un matrimonio no es buena, es un síntoma de que la relación emocional tiene conflictos". Por eso, no duda en señalar que la educación en este campo, sin importar la edad que se tenga, es beneficiosa y necesaria pues "mientras más sepamos, vamos a tener más control de lo que queremos hacer".
Fuente:
Revista HOGAR, Agosto 2003