DIABETES INFANTO JUVENIL: APRENDA A CONTROLARLA
Publicado en
agosto 03, 2014
La clave en los niños diabéticos está en educarlos y ayudarlos a tener control de la enfermedad.
Por Cynthia Sierra Hidalgo / Asesoría: Doctor José Guevara.
Usualmente cuando no referimos a diabéticos imaginamos a personas adultas, sin pensar que existe un pequeño porcentaje en el Ecuador de diabéticos infanto-juveniles, es decir niños, en su mayoría entre 7 y 12 años que tienen una elevada concentración de azúcar en la sangre. Esta enfermedad se produce debido a un factor genético en un cromosoma que logra que los niños sean susceptibles a atacar su propio cuerpo, este ataque se produce por medio de la generación de anticuerpos contra el páncreas y éste deja de producir insulina que es la hormona que se vuelve deficitaria en esta enfermedad.
¿SE NACE DIABETICO?
Esta pregunta se la formulan muchas veces los padres de familia, la realidad es que un niño no nace diabético, porque la enfermedad no se presenta desde el primer momento, sino que el niño nace con predisposición a tener diabetes y se desarrolla por diferentes factores, primero el factor hereditario, es decir, predisposición para tener la enfermedad. Además existe el factor viral, en este caso un virus ingresa al organismo y hace que éste ataque su propio páncreas, aquí el virus actúa como desencadenante de la diabetes. Quienes son hijos de padres diabéticos tienen mayores posibilidades de contraer la enfermedad si ingieren leche de vaca o un derivado durante el primer año ya que la vaca tiene una proteína muy similar a los factores que desencadenan la diabetes.
UN TRATAMIENTO DE MUCHO CUIDADO
Una vez detectada la diabetes, el tratamiento varía dependiendo el estado en que se encuentre el niño, en el caso que tuviera el azúcar muy alto, presente acetona en la orina y se encuentre en estado de coma diabético, el tratamiento debería ser con internamiento, administración de insulina intravenosa y solución salina para compensar la deshidratación. Una vez normalizado el estado del pequeño, se lo somete a una enseñanza sobre la enfermedad tanto al niño como a los familiares, esto involucra conocer el régimen de alimentación y cómo puede administrarse la insulina. El objetivo en esta enfermedad es mantener el nivel de azúcar normal antes y después de cada comida. Los diabéticos juveniles deben ingerir 6 comidas diarias, tres principales y tres colaciones. Es muy importante que los padres y los niños conozcan los efectos que pueden producirse por mucha o poca insulina, por poca o mucha dieta, lo ideal es tener un balance perfecto durante todas las comidas.
REACCIONES DE PADRES E HIJOS
No hay duda que el primer impacto es para los padres ya que son ellos quienes también deben enfrentarse a un nuevo cuidado del niño. Con respecto a los niños, lloran los primeros momentos lo cual se lo considera normal ya que tienen que aprender a ponerse la insulina y deben hacerse un examen para determinar los niveles de azúcar, esto resulta un poco molestoso pero en poco tiempo se acostumbran. Resulta muy importante que el profesor titular del niño en el colegio conozca de su enfermedad y el amigo más cercano también debe saberlo, porque puede ocurrir que al pequeño se le baje demasiado la azúcar, pierda el conocimiento y nadie conozca del problema, pero al estar prevenidos se puede usar glucosa debajo de la lengua o colocar una inyección que ayude a elevar el azúcar.
PREVENCION Y CONTROL
En la diabetes actualmente se puede hacer una prevención primaria, es decir que los familiares directos de personas con diabetes infanto-juvenil puede hacerse un examen para ver si serán susceptibles a la enfermedad, en caso de serlo, se puede tomar medicación preventiva. La prevención secundaria se refiere a la persona que ya se le ha detectado diabetes infanto-juvenil, se debe tener el mejor control posible para entrar en la luna de miel del diabético (etapa transitoria en la que el cuerpo vuelve a producir insulina) y tratar que ésta sea lo más prolongada posible. Luego viene la prevención de complicaciones, detectarlas precozmente, no esperar la pérdida de la visión para tratarse la vista, no esperar la insuficiencia renal para examinarse el riñón; es decir a medida que el niño tenga un buen control puede ser que las complicaciones no aparezcan, se puede evitar que progrese la enfermedad e inclusive que disminuya. Lo más importante es que el niño entienda la enfermedad, con el apoyo, el control de los padres y comunicación con el doctor, se puede llevar la diabetes infanto-juvenil sin graves complicaciones.
Síntomas básicos de la diabetes infanto-juvenil
■ Comen mucho pero bajan de peso porque no asimilan lo que comen
■ Mucha sed
■ Decaimiento
■ Exceso de orina
■ Deshidratación
■ Náuseas
Lo que se debe hacer
■ Puede que en los próximos años salga la insulina oral o por inhalación, pero de cualquier forma la insulina habrá que ponérsela cuantas veces el médico lo prescriba.
■ Controlar las grasas en la alimentación. Se debe tener el colesterol y triglicéridos normales.
■ Mantener una buena actividad física
■ La enfermedad debe ser controlada por un médico endocrinólogo especialista en diabetes infanto juvenil.
■ Controlar la enfermedad visitando al médico mínimo cuatro veces al mes.
■ Se sugiere contactarse con un nutricionista para que ayude al paciente a seguir la dieta que prescribe el endocrinólogo.
■ Se recomienda que los niños diabéticos tengan una plaquita que indique que tiene esta enfermedad.
Lo que no se debe hacer
■ No ingerir azúcares simples porque dificulta el control de la enfermedad
■ Evitar deportes riesgosos como pilotos de carrera y paracaidismo porque puede tener una baja de azúcar a alta velocidad y no poder controlarla.
■ El tabaco en un diabético es veneno, es tan malo fumar como tener la azúcar alta.
La insulina no debe ser reemplazada por ningún tipo de medicina alternativa.
Fuente:
Revista HOGAR, Octubre 1998