Publicado en
junio 08, 2014
CATASTROFE
EN EL supermercado de nuestro barrio tienen en la caja una correa sin fin para hacer llegar las mercancías hasta un muchacho que las empaca. El otro día, mientras estábamos pagando, oímos un grito de espanto de la cajera vecina: miraba fijamente, sobrecogida de terror, a la correa de su mostrador, que emitía fuertes ruidos como si estuviera triturando algo.
Tras varios segundos exclamó, dirigiéndose con incredulidad a los parroquianos que se habían congregado en torno suyo:
—¡Se comió una hogaza de pan entera!
— H.M.S.
LA GUERRA AL RESFRIADO
LA CIENCIA médica todavía lucha para hallar la causa del resfriado común. A nosotros se nos ocurre que lo produce el decir: "No me ha dado ni un resfriado en todo el invierno".
—B.V.
EN 1966 el ex presidente Eisenhower, después de haber dirigido la palabra a una asamblea de periodistas de la radio y la televisión, accedió a responder a algunas preguntas del auditorio. Surgió el escabroso tema de la forma en que las noticias eran dadas a conocer por el gobierno, y se le preguntó a Ike si él alguna vez se había encargado de hacer saber las noticias.
—Solo una vez —repuso el General sonriendo con cierto embarazo—. Ocurrió poco antes de la invasión de Normandía por los Aliados. Algunos de los corresponsales de guerra habían estado con nosotros durante muchos meses y, gracias a su ventajosa situación, estaban vaticinando públicamente, con bastante exactitud, los siguientes pasos que dábamos. Sin tener conocimiento verdadero de nuestros planes, comenzaban a especular en la prensa acerca de cuál sería la siguiente jugada de los Aliados. Por fin hice llamar a todos los corresponsales a mi cuartel general, les pedí que se sentaran y mandé apostar guardias a las puertas. Luego procedí a dar a los periodistas una detallada relación de la invasión de Normandía, paso por paso. Al terminar, les dije a los corresponsales de guerra "Señores: ahora ya saben ustedes los planes aliados para la invasión de Normandía. Si mencionan una sola palabra de lo que han oído, estarán poniendo en peligro la seguridad de su país, y con ello se harán culpables de traición a la patria, delito que se castiga con la horca".
"Diciendo eso", concluyó Eisenhower, "me puse en pie y salí de allí".
— B. C.
EL SECRETO DE UNA SECRETARIA
ANTES de salir en un viaje marítimo para celebrar nuestras bodas de oro, le advertí a la secretaria de mi marido que aquello debía ser un asueto completo para él y que, no importa qué sucediera, debía abstenerse de decírselo. En el primer puerto que tocamos, mi esposo recibió una carta de la secretaria, en que le decía: "Esta mañana sufrimos nuestra primera catástrofe, pero no le estoy escribiendo para contársela..."
—H.J.R.
UN DISPLICENTE e irrascible director de una casa editorial inglesa resolvió retirarse por fin, a los 70 años de edad. Le ofrecieron el acostumbrado banquete de homenaje, durante el cual se le hicieron muchos elogios adornados de la indispensable retórica. Sus socios competían entre sí en ensalzarlo, alentados todos por la perspectiva de su partida.
Llegada la hora de responder, el anciano se levantó y dijo: "No tenía idea de que me estimaran tanto. En vista de ello, me quedaré".
—E.E
EN INTERÉS de la paz los pieles rojas dieron a cierto lago de Massachusetts un nombre que en su lengua quiere decir: "Tú pescarás en tu orilla, yo en la mía, y ninguno en la mitad".
— B.G.
LECCION DE IDIOMAS
UN CRONISTA de deportes, feliz esposo, estaba estudiando un manual de japonés antes de partir, él solo, hacia los juegos olímpicos de Tokio en 1964. El manual era regalo de su mujer. En una página encontró una frase subrayada en tinta y marcada con tres estrellas. La traducción decía: "Esta es una fotografía de mi esposa".
— R.S.
ELECTRO-CITAS
Quizá las últimas palabras del debate sobre las citas por computadoras electrónicas, hoy muy en boga en los Estados Unidos, las ha emitido un grupo llamado Sociedad para la Prevención de Idilios Electrónicos, la cual exhorta a los jóvenes de ambos sexos a que, en lugar de ello, busquen citas al acaso. Por un honorario módico, se mandan al interesado seis nombres. Todo lo que la compañía garantiza es que la persona citada será del sexo opuesto. Las oportunidades de hallar la felicidad a través de la Sociedad para la Prevención de Idilios Electrónicos es quizá igual a la que ofrece cualquier oficina de citas electrónicas.
—I.N.
LOS HOMBRES a veces son crueles, pero el Hombre es bondadoso. En ocasiones los hombres son codiciosos, pero el Hombre es generoso. Los hombres son mortales, pero el Hombre es inmortal.
— Adlai Stevenson
PERTINENCIAS PETULANTES
AL VER un anuncio de la televisión en que se mostraba cierta cera para pisos que eliminaba la mugre con solo una pasada de la bayeta, le pregunté a mi mujer si la había usado, y ella me mostró una carta que había escrito a los fabricantes de la cera y que decía: "Estimados señores: He estado usando desde hace algún tiempo su cera para pisos, y como antigua cliente suya creo que me deben ustedes un favor: venderme la bayeta esa".
—B.K.
UNA INGLESA ama de casa escribió al Ministerio de Agricultura para quejarse de que durante un período de tres meses había estado pesando en la balanza de su casa todas las patatas que compraba, y descubrió que había pagado 2 libras y 10 chelines por la tierra que traían los tubérculos. "Comprendo que debemos dar un subsidio a los agricultores", escribía, "pero, ¿acaso tenemos que comprarles también sus tierras?"
—T.I.N.
PALABRAS CON SALSA
EN LA pieza teatral Photo Finish, de Peter Ustinov, un anciano personaje dice filosóficamente: "En mi tiempo había cosas que a uno le estaba permitido hacer y cosas que no le estaban permitidas; e incluso había una manera de hacer las cosas no permitidas".
— N.M.
EL GENERAL brigadier norteamericano Samuel Griffith II comentaba así cerca de la China roja: "Lo único que es posible prever tocante a los acontecimientos chinos es que los sucesos imprevisibles ocurrirán con previsible regularidad".
— R.L.B.
SINGULAR HABILIDAD
SIEMPRE recuerdo gratamente la anécdota de cierto gerente cuya secretaria irrumpió alborozada en su despacho, el 21 de mayo de 1927, para decirle:
—Jefe! ¡Un hombre acaba de volar de Nueva York a París completamente solo!
Como el jefe siguiera trabajando sin inmutarse, ella gritó:
—Pero, ¿no se da usted cuenta? ¡Un aviador atravesó el Atlántico completamente solo!
El jefe se volvió a mirarla y, con gran calma, le dijo:
—Un hombre solo puede hacer cualquier cosa. Si algún día todo un comité logra volar a través del Atlántico, avíseme.
—W.M.
GRACIA REDENTORA
SI EL Señor le dio a mi familia muchas penas, le dio también el don de reírse de estas y de sí mismos. No hace mucho daba yo una función en el Palmer House de Chicago, y mi tía Catalina me llamó por teléfono para decirme que deseaba ir a verme. Como acababa de sufrir una delicada intervención quirúrgica, le dije que no le permitiría ir sin la autorización del médico. Mi tía obtuvo esta autorización, y tan pronto como llegó al Palmer House, salió a la pista de baile y, con su esposo David, comenzó a bailar lo que en 1928 equivalía al moderno watusi, agitándose violentamente.
Alarmado, fui a hablarle al medio de la pista, y le dije:
—Tía, en tus condiciones no deberías bailar con tanta rapidez.
—Mi querido Allan —me contestó—, precisamente por las condiciones en que estoy debo bailar a toda prisa.
Y por eso digo que el Señor dio a mi familia el don de la risa.
— Allan Sherman, en A Gift of Laughter
SORPRESAS POSTALES
EN NUESTRA oficina local de correos se estaba ensayando la nueva máquina de clasificar los envíos, y se oyó que uno de los empleados comentaba: "¡Qué maravilla! ¡De una confusión general brota el caos!"
— D.B.S.
MIENTRAS trabajaba en el correo, durante la atareada época de Navidad, vi escrito en gruesos caracteres en un paquete: "Es irrompible y no se puede echar a perder. Manéjenlo, pues., como les dé la gana".
— L.M.
COMENTARIO recogido en la ciudad de Nueva York: "El día de ayer me trajo recuerdos del verano: la contaminación del aire resultaba mucho más tibia".
— R.S.
VARIOS AVISOS VARIADOS
ANUNCIO de una gran tienda: "No podremos devolverle el dinero que este artículo le haya costado, pero si la mercancía no es tan buena como decimos, puede usted quedarse con ella".
— F.P.J.
HABÍA yo pedido un libro a una gran casa editorial y, después de algunas semanas recibí la siguiente nota: "Muchas gracias por su pedido. Quisiéramos poder despachárselo inmediatamente, pero las mejoras que hemos introducido en nuestros sistemas nos obligan a retrasarnos".
— M.B.J.
ANUNCIO por televisión: "Pruebe nuestro producto durante 30 días. Si no está plenamente satisfecho, pruébelo durante 30 más".
— H.G.
UN CAZADOR de fieras había llevado a su esposa a un safari, el primero en que ella tomaba parte. Aquel había logrado cobrar algunas piezas menores, pero la principal fue un león enorme, muerto por su mujer.
—¿Lo derribó con el rifle Magnum .303 que le compraste? —le preguntó un amigo, admirado.
—No —respondió el marido—; con la camioneta 1962 que alquilamos.
— The English Digest
Lo que perturba la armonía de las naciones es que algunas quieren tocar el tambor, otras se van con la música a otra parte y ninguna quiere ser segundo violín.
— R.N.N.
PLACERES PEDAGOGICOS
UNA MAÑANA de primavera, en que el pronóstico meteorológico era de tiempo tormentoso, una niña del último año de primaria, que vivía a dos cuadras del colegio, llevó a la maestra una esquela de sus padres, que decía: "Si usted cree que es inminente una tempestad con truenos, le ruego darle permiso a Juanita de ir a casa a darle al perro un sedativo".
—B.G.K.
ESQUELA que recibió una maestra de segundo año de primaria: "Susana llega tarde esta mañana porque el aparato mecánico en que tanto se confía para que lleguen a tiempo el marido a la oficina y los niños a la escuela no pudo funcionar hoy. Ese aparato soy yo".
—C.L.W.
UNA PROFESORA recibió de un padre de familia la siguiente nota: "Le ruego excusar a mi hijo por faltar a la escuela. Trajo a casa una culebra y la dejó en el sótano, y no podrá volver hasta que la encuentre".
— B.G.