Publicado en
marzo 30, 2014
Averigüe si está siendo presa fácil de este desorden sicológico y busque ayuda profesional para superarlo.
Por Dágueda Salgado.
Es muy fácil que una mujer caiga en el papel de víctima, ya que, como arma de escape a los problemas, puede construir creencias negativas. "No es el evento lo que genera el malestar emocional, sino cómo el sujeto interpreta dicha situación. La persona que actúa bajo el síndrome del victimismo evalúa solo su entorno y asume que todo lo que le pasa es porque alguien más lo ocasionó. Esta condición la hace sentirse indefensa y la lleva a adoptar conductas repetitivas como el hecho de quejarse y lamentarse por su vida. Tarde o temprano esta actitud la consumirá por completo", afirma Karina Bustamante, reconocida sicóloga clínica guayaquileña.
"Pobre víctima"
La persona que tiende a asumir la postura de víctima responsabiliza a los demás de lo que le sucede y utiliza la queja para recibir atención y así conseguir que la compadezcan. No posee la confianza en sí misma como para solucionar sus dificultades, por ende, depende mucho de los demás. La experta asegura que "quien juega este papel pretende obtener poder por medio de su actitud, ya que es una forma de ejercer presión para controlar a otros y conseguir, de manera inmediata, lo que desea".
Detecte a tiempo
Resulta terrible pensar que usted puede estar ocupando el papel de víctima, tanto en su hogar como en su trabajo, puesto que este desequilibrio emocional es un círculo vicioso que se presenta en todos los ámbitos. Por eso, a continuación, le decimos las características frecuentes de una persona que padece del síndrome de victimismo.
• Está totalmente consciente de lo que está haciendo y sabe que su actitud es errada.
• Tiende a magnificar las cosas y saca del contexto lo que en realidad sucede, viendo de manera exagerada lo negativo.
• Expresa sus deseos por medio del sufrimiento continuo. Las lágrimas y el resentimiento son 2 de sus mejores armas.
• Expresa la queja en forma de demanda. Quien la escucha pudiera acceder a los pedidos solo por miedo a la reacción brusca del victimario.
• Frases como: "Pobre de mí", "¿Por qué a mi?", "Siempre todo lo malo me sucede", "Doy y nunca recibo nada a cambio", entre otras, son utilizadas comúnmente por la persona que se cree víctima.
Repercusiones a corto plazo
La víctima ha construido una imagen desfavorable de ella misma, lo que repercute directamente en su autoestima, pues considera que no es capaz de solucionar sus dificultades por su cuenta y necesita recurrir a otros para que la socorran. Simplemente no se acepta como es y se le dificulta reconocer sus debilidades, por lo que tiende a culpar y responsabilizar a los demás de sus propios actos. "Le cuesta escuchar sugerencias o críticas constructivas, ya que esto implica aceptar su falibilidad y, obvio, que no lo puede hacer porque se siente indefensa y desprotegida", agrega Karina Bustamante, a la vez que añade que es común que la mujer se vea como víctima ante personas del sexo masculino, porque sabe que los puede manipular a su antojo.
¿Y los riesgos?
Probablemente, la mujer presa del victimismo irá alejando a las personas que la rodean, puesto que no todos tienen la paciencia para escuchar a otro lamentarse en todo momento. Además, al ser incapaz de mirar las cosas con una perspectiva más realista y lógica, perderá su capacidad de independencia y será esclava del orgullo, el resentimiento y la desconfianza.
¡Supérelo!
Aceptar y afrontar el victimismo es difícil, porque desempeñar el rol de víctima se vuelve un hábito. Sin embargo, este cuadro puede empeorar y generar un cambio que se complica más aún, debido a la intromisión de terceras personas que podrían reforzar sus actitudes. Si la persona siente que necesita ayuda profesional, tiene que buscarla. La atención que recibirá, le brindará una sensación de bienestar, lo que intensificará sus actitudes de víctima hasta que poco a poco disminuyan y desaparezcan.
Consejos
¿Qué hacer si padece de victimismo? Aquí, unos tips que ayudan:
√ No evada ni niegue que tiende a vivir en una posición victimaria. La aceptación es el primer paso para un cambio de actitud.
√ Tome conciencia, evalúe por qué necesita mostrar esta actitud y reconozca qué beneficios va a obtener.
√ Recuerde que su actitud puede ser contraproducente, logrando únicamente que las personas decidan alejarse de usted.
√ Intente identificar la queja y trate de manifestar lo que desea de forma más clara y eficiente. Analice su tono de voz, sus expresiones faciales y corporales.
√ Evite reaccionar por impulso. Si frecuentemente está asumiendo esta postura y se le dificulta un cambio de actitud, no dude en consultar a un especialista.
Fuente:
Revista HOGAR, Julio 2008