Publicado en
enero 05, 2014
Detrás de esas mejillas rozagantes, hay una carga difícil de llevar. El sobrepeso no solo les trae a los niños consecuencias fisiológicas, sino que les afecta su autoestima y, lo más cruel, están expuestos a la burla y al rechazo de sus compañeros.
Por Angélica Lavín
Independiente de las costumbres familiares, vivimos en una sociedad que facilita el desarrollo de la obesidad en los niños. Los padres necesitan trabajar para sostener a sus familias. La mayoría de las madres no cuentan con el tiempo, la paciencia ni la tranquilidad para enseñar a sus hijos a comer bien. Los niños quedan expuestos a un bombardeo publicitario de diferentes tipos de golosinas y comidas rápidas que contienen grasas saturadas y siempre son más fáciles de preparar que una ensalada o vegetales frescos.
Lamentablemente, en este tiempo se dan todas las condiciones para que un niño termine sentado frente al televisor consumiendo un gran plato de papas fritas con Ketchup.
"Gordito", "Guatón", "Ñoño", son algunos de los apodos que tenemos en nuestra sociedad para referirnos a los niños que padecen de sobrepeso. Generalmente detrás de esas mejillas rozagantes, sonrisa tímida, y actitudes complacientes, lo que existe en realidad es una carga pesada y difícil de llevar, una vida más cercana al dolor que a la alegría.
Los niños obesos tienden a ser hiperdependientes, tranquilos en exceso, pobres en intereses y en su capacidad de contactarse con los demás. El exceso de peso no solo trae consecuencias fisiológicas como dificultades para respirar y desplazarse, y un aumento en la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes, sino que tiene una incidencia directa en la autoestima. Y lo más cruel es que son niños expuestos a la burla al rechazo de sus compañes, excluidos de juegos y actividades en los cuales, por su peso, no pueden participar.
Muy pocas veces el sobrepeso responde a un desorden hormonal o hereditario. Generalmente su origen se encuentra en las relaciones familiares —especialmente la de madre-hijo—, en los hábitos alimenticios y en el encubrimiento de cuadros depresivos.
¿Y cuándo se desarrolla la obesidad? Existen dos períodos importantes en la constitución de la obesidad, uno alrededor del primer año de vida, y otro, anteriormente a la pubertad, entre los 10 y 13 años. Mientras antes se desarrolle la obesidad, mayor es la gravedad del cuadro y mayor es también la responsabilidad de la madre o de quien alimente al niño.
Previamente al diagnóstico, conviene tener muy claro que obesidad significa más del 20 por ciento del peso esperado para la edad y la estatura del niño. Una vez diagnosticada la obesidad es importante recurrir a la ayuda no solo de un nutricionista, sino de un sicólogo infantil. Por lo general el tratamiento fracasa cuando solo se trata la obesidad: luego de terminada la dieta se recuperan los kilos. No hay que olvidar que el exceso de comida y la comida también cumplen una función en el equilibrio síquico del niño. Lo protege y defiende de ciertos sentimientos depresivos y carencias afectivas. La obesidad actúa como una coraza que el niño usa para defenderse del medio ambiente y afirmar su personalidad frente a los demás. En el caso de los niños que comienzan la adolescencia, la gordura esconde los rasgos femeninos y masculinos. El adolescente gordito parece temer convertirse en un ser sexuado, "lejos de los mimos y cuidados de mamá".
Lo cierto es que la gordura puede cumplir muchas funciones diferentes y hay que descubrirlas antes de dejar al niño desarmado frente al mundo. El sicólogo lo ayudará a encontrar nuevas formas para conseguir el afecto y la seguridad que necesita.
El sobrepeso en los niños constituye un verdadero drama, tanto para ellos como para sus padres, y la mejor forma de atacarlo es mediante la prevención. Se debe tomar conciencia de que la alimentación es algo que se aprende. Enseñar a un niño a comer implica tiempo y dedicación, pero si haciéndolo vamos a evitarle la tragedia de la obesidad, vale la pena intentarlo. ¿Y cómo? Hay varios consejos: no restrinjas las muestras de afecto al regalo de un caramelo o chocolate; que los premios no consistan siempre en algo "rico para comer"; que el niño no se acostumbre a ver TV comiendo golosinas; que su actividad física sea estimulada; que la comida no sea el centro de la vida familiar; cuando se trate de niños, que el padre los incentive a hacer deportes; es básico cumplir con los horarios de comida, pero que estos no sean demasiado rígidos; muy importante es que la alimentación sea equilibrada; y por último, si te cuesta seguir estos consejos y ves que tu niño está engordando de manera anormal, no dudes en consultar a un profesional.
DIETA. BUENOS CONSEJOS
Empieza cualquier día de la semana. Ese será el DIA 1 de la dieta. Puedes cambiar cualquier almuerzo por este:
1/2 taza de requesón con frutas (las que quieras) y tres nueces o pacanas.
LA DIETA SCARSDALE
Han pasado años, muchos. Pero la Dieta Scarsdale sigue siendo tan respetable como el primer día. Su creador, el ya fallecido Dr. Herman-Tarnower, la desarrolló en el Centro Médico Scarsdale, fundado por él en la ciudad de New York. No era un especialista en "dietas", pero su curiosidad científica de por qué aquellos pacientes con sobrepeso tenían problemas de salud lo llevó a desarrollar esta dieta. Es básicamente de proteínas, y baja en grasas y carbohidratos. No debe llevarse por más de 14 días con un Plan de Mantenimiento. Y estas son sus...
Reglas básicas
1. Come exactamente lo que dice el menú de cada día. No cambies un día por otro, ni los turnos de comidas.
2. No tomes ningún tipo de bebida alcohólica.
3. Zanahoria y apio, lo único permitido que puedes comer cuanto quieras.
4. Té y café (regular o no) son las únicas bebidas permitidas (y sin azúcar, leche ni crema) y a tomar la cantidad que quieras. El agua natural o efervescente y las sodas de cualquier sabor (como Coca-Cola), de dieta.
5. No se permiten las ensaladas con aceite, mayonesa u otro aderezo con grasa, ni siquiera lowlats o "de dieta". Limón, vinagre, mostaza y vinagretas, SI.
6. Vegetales sin grasa y solo con limón.
7. Carnes, pollo y pavo, sin pizca de grasa ni piel.
8. Tienes que comer todo lo indicado. No puedes cambiar un día por otro, ni lo de un turno al otro. Ni añadir ningún extra.
9. En los apartados que no se indiquen cantidades, puedes comer hasta satisfacerte. Tampoco exageres hasta llenarte.
10. No se puede hacer más de 14 días de dieta. Si quieres bajar más, haz el Plan de Mantenimiento. Después de hacer dos semanas de plan puedes regresar a la dieta por otras dos semanas. Dos de dieta y dos de mantenimiento.
Plan de mantenimiento, reglas básicas
• No comas más de dos rebanadas de pan al día. Deben ser de pan de gluten, de trigo integral u otro con poca azúcar o sin ella.
• Usa solo azúcar de dieta.
• Nada de pastas, arroz, papas, boniato o camote, alimentos a base de harina, aguacate (palta), maíz, guisantes, lentejas.
• Leche descremada o semidescremada. Y con café, si quieres.
• Sodas o refrescos de dieta, café o té (regular o descafeínados).
• Carne sin piel ni grasa.
• Pollo y pavo sin piel y no fritos.
• Pescados y mariscos frescos o congelados y preparados sin grasa ni crema. Evita los enlatados en aceite o salsa.
Menú de 1 semana
DIA 1
Desayuno (igual todos los días): 1/2 toronja (pomelo) o melón, o cualquier fruta de estación. 1 tostada. Café o té (sin azúcar, crema ni leche, y en todos los almuerzos y cenas).
Almuerzo: fiambres al gusto y con poca grasa (pollo, pavo, pescado, res). Evita los muy procesados, como el salami. Tomates (rodajas). Café, té o soda (dieta).
Cena: pescado o mariscos, ensalada de vegetales verdes mixtos (naturales o de lata y todo lo que quieras), pan (1 tostada) y toronja o fruta de estación.
DIA 2
Almuerzo: frutas (al gusto).
Cena: hamburguesa grande y con poca grasa, tomate, lechuga, apio, colecitas de Bruselas o pepinos (cohombros).
DIA 3
Almuerzo: ensalada de atún o salmón con limón o vinagreta, pero sin aceite. Toronja, melón o fruta de estación. Café o té.
Cena: unas rebanadas de cordero asado (sin grasa). Ensalada de lechuga, tomate, apio y pepino.
DIA 4
Almuerzo: 2 huevos en cualquier forma, pero sin grasa (cocidos, poché o en la sartén con spray de aceite). Requesón de dieta. Calabacín o habichuelas (vainitas) o tomates (en rodajas o cocinados a fuego lento). 1 tostada.
Cena: pollo asado todo lo que quieras. Espinaca, pimientos (ajíes) verdes y habichuelas en abundancia.
DIA 5
Almuerzo: trozos de queso surtidos (si tienes problemas con el colesterol escoge los quesos descremados o bajos en grasa). Espinacas, toda la que quieras. 1 tostada.
Cena: pescado o mariscos, ensalada mixta de vegetales crudos o de lata (la cantidad que desees).
DIA 6
Almuerzo: ensalada de frutas, toda la que quieras.
Cena: pollo o pavo, asados. Ensalada de tomate y lechuga, apio, pepino y coles de Bruselas.
DIA 7
Almuerzo: pollo o pavo, frío o caliente. Tomate, zanahoria, calabaza, bróculi o coliflor. Toronja o fruta de estación.
Cena: bisté a la parrilla. Ensalada de lechuga, apio, pepino, tomate (crudo o cocinado), coles de Bruselas.
Fuente:
REVISTA VANIDADES, ECUADOR, JUNIO 08 DEL 2004