Publicado en
diciembre 07, 2013
Trastorno explosivo intermitente: Son esas personas explosivas, agresivas, que a menudo pierden el control y hasta llegan a atacar a los demás. Muchas podrían padecer de una condición que las domina...
Por G. B. Hernández.
Casi sin aliento, Claudia cierra los ojos y apoya la frente sobre el volante del auto. Por suerte, nada ocurrió. Pero por un momento, perdió el control de sus emociones y, en un arranque de ira, aceleró el automóvil cuando otro auto intentó adelantársele en la carretera. Aunque escaparon por segundos, los vehículos estuvieron a punto de chocar. "En momentos así siento miedo, porque no puedo controlarme. Pero es que me sobrecoge una sensación de ira incontenible", confiesa.
Silvia, por su parte, cree que, esta vez, perdió a su esposo para siempre. Una vez más, ella estalló en gritos y ofensas contra Mario, lanzándole todo lo que tenía a mano, y luego intentando golpearlo con los puños. "No puedo seguir viviendo así", le dijo Mario, y dejó la casa. Deprimida y avergonzada, no se atreve a pedirle perdón... una vez más. "No sé por qué pierdo el control de esta manera", confiesa, alarmada. "Cuando me enojo, soy como un toro cuando lo agitan delante de la capa roja".
Claudia y Silvia padecen de una condición conocida como Trastorno Explosivo Intermitente (TEI), que se caracteriza por episodios de comportamiento agresivo y/o violento, que además son completamente desproporcionados para la situación. Un tropezón accidental de parte de un extraño, puede desencadenar un ataque de ira en la persona que padece de TEI; recibir una respuesta que no le gusta, o —como en el caso de Claudia— lidiar con las tensiones del tráfico, pueden ser un detonante para los que tienen este trastorno. Por regla general, sus seres queridos y las personas que los rodean sienten que están lidiando con una bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar.
UN TRASTORNO QUE NO DISCRIMINA
De acuerdo con las estadísticas, se estima que solamente en los Estados Unidos, el TEI podría afectar a uno de cada 14 adultos, muchos de ellos hombres jóvenes. Pero este trastorno no discrimina, pues, como ya hemos visto, también ocurre entre las mujeres. La modelo británica Naomi Campbell, quien en varias ocasiones ha atacado físicamente a sus asistentes, fue sentenciada a rendir servicio comunitario y a tomar clases para aprender a controlar la ira. Pero aunque las personas que padecen de TEI suelen agredir a otros o a sus posesiones, un estudio publicado en el Diario de Investigación Siquiátrica (Psychiatry Research Journal) encontró que un 16 por ciento de aquellos que sufren de esta condición han cometido actos de agresión contra sí mismos, y más del 12 por ciento de los que participaron en el estudio reportaron que en alguna ocasión habían intentado suicidarse. Otras veces, las consecuencias para estas personas son menos severas, pero también devastadoras, como pueden ser la pérdida del empleo, el divorcio, los accidentes automovilísticos, encarcelamiento, etc. ¿Cuál es el primer paso para salir de la cárcel de la ira? Reconocer los síntomas.
VIENDO ROJO: SINTOMAS DE PELIGRO
Un reporte de la Clínica Mayo revela que estas violentas erupciones suelen durar entre 10 y 20 minutos, y pueden ocurrir por temporadas o estar separadas por semanas o meses de comportamiento normal. Además, estos episodios pueden ser precedidos o acompañados por:
● Cosquilleo
● Temblores
● Palpitaciones
● Opresión en el pecho
● Presión en la cabeza
● Efecto de eco
AGENTES DE LA IRA
Según algunos expertos, la mayoría de las personas que tienen este trastorno crecieron en el seno de familias en las que, lamentablemente, el comportamiento explosivo y el abuso verbal y físico ocurrían con frecuencia. Por lo tanto, muchos niños que crecen en ese ambiente hiperagresivo, llegan a adoptarlo y, con el paso de los años, pueden llegar a ser muy similares a ese familiar al que tanto temían de pequeños (muchos niños manifiestan este comportamiento desde chicos, a través de severos arranques de ira y otros problemas como, por ejemplo, robar o provocar incendios). Y aunque existen varias opiniones al respecto, muchos expertos de la salud mental se inclinan a creer que también podría existir un factor genético, el cual causa que este trastorno sea transmitido de padres a hijos. De hecho, algunas pruebas médicas realizadas revelan que algunas personas que padecen de TEI podrían tener un desbalance en la cantidad de serotonina y testosterona en el cerebro. También podrían mostrar algunas irregularidades neurológicas menores en el cerebro, lo mismo que en los resultados obtenidos cuando les hacen un encefalograma.
Los factores de riesgo para desarrollar TEI incluyen:
● Trastornos de la personalidad, como patrones de comportamiento dramático, antisocial, paranoico o narcisista.
● Las personas que padecen de otros problemas mentales y emocionales, ansiedad, o desórdenes de la alimentación, pueden ser más susceptibles al TEI.
● Abuso de sustancias como las drogas o el alcohol.
Por suerte, el TEI puede tratarse con terapia y medicamentos.
IDENTIFICANDO EL PROBLEMA
El Manual Estadístico y Diagnóstico de Desórdenes Mentales (DMS, por sus siglas en inglés), publicado por la Asociación Siquiátrica Americana (APA), indica que los siguientes son algunos de los requisitos para recibir un diagnóstico de TEI:
● Múltiples ocasiones en que la persona no pudo controlar sus impulsos agresivos, alguno de los cuales resultó en un ataque a otra persona o en la destrucción de su propiedad.
● El grado de la agresividad expresada es desproporcionado.
● Los episodios de agresión no son causados por otro trastorno mental (antes de llegar a un diagnóstico, deben descartarse otros problemas, como personalidad antisocial, esquizofrenia, ataques de pánico, abuso de sustancias, etc.).
COMO TENER CONTROL
Las buenas noticias: existen tratamientos efectivos para el TEI, y entre estos se encuentran los antidepresivos y la terapia cognitiva conductual. Según
Cómo controlar la ira y los comportamientos violentos en
www.psicologiayterapia.net, esta terapia
"se centra en reorganizar la forma de pensar... y abandonar los pensamientos negativos", y le ofrece a la persona las herramientas para mantener el control de las emociones y suprimir, mediante diferentes técnicas, el impulso agresivo.
Además de recibir ayuda profesional, existen varios pasos que la persona con TEI puede hacer, para ayudarse:
● Hacer algún tipo de ejercicio, mínimo 20 minutos al día.
● Realizar actividades que la hagan sentir mejor y relajada.
● Hablar con familiares o amigos.
● Mantener una dieta sana y balanceada.
● Evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina.
● Dormir entre 7 y 9 horas todas las noches.
● Evitar el uso de drogas.
● Aprender algunas técnicas de relajamiento, como la meditación, el yoga, etc.
Pero sin duda, lo más importante es buscar ayuda lo antes posible; esta tiene la llave capaz de abrir la puerta y sacarnos de la prisión de la ira, para comenzar a vivir en un mundo de paz.
Fuente:
REVISTA VANIDADES, ECUADOR, MARZO 19 DEL 2009