RESPUESTAS A ESOS TEMORES HOMOSEXUALES
Publicado en
septiembre 08, 2013
La homosexualidad despierta reacciones muy variadas que van desde la aceptación hasta el rechazo absoluto. A continuación presentamos un interesante reportaje sobre este controversial tema.
Por el doctor Ricardo Morla Boloña (médico psiquiatra).
La sexualidad es un tema que se presta de un modo especial a la controversia, en especial, porque se trata de un impulso que hallamos prácticamente en todos los seres humanos.
Todo estudio sobre las diferentes formas de sexualidad humana contribuye a echar por tierra nuestros prejuicios culturales y nos estimula a examinar objetivamente los conceptos y presunciones que consideramos incuestionables.
Recordemos que aprendemos a ver la vida tal como se nos ha enseñado a contemplarla, y partimos del supuesto de que las normas y valores de la sociedad en que vivimos deben ser un reflejo de cómo tienen que desenvolverse o deberían acaecer las cosas en el resto del Universo.
La conducta humana viene determinada en buena medida por el aprendizaje y el condicionamiento, en especial el acondicionamiento social, sin embargo, no es posible dejar de considerar el hecho de que este aprendizaje y condicionamiento discurren dentro de unos límites impuestos por la evolución, la biología y la genética. Todos poseemos un impulso sexual heredado que no es fruto del aprendizaje sino "instintivo". Asimismo, todos los individuos tienen limitada su capacidad sexual por un dispositivo fisiológico determinado genéticamente y no por la acción del aprendizaje o el condicionamiento.
En todas las sociedades conocidas el comportamiento heterosexual, es la pauta preferida casi siempre por una buena parte de la población —los heterosexuales son hombres y mujeres que se sienten atraídos por personas del sexo contrario— sin embargo, existen reportes de que a lo largo de la historia de la humanidad ha existido la homosexualidad.
En las sociedades occidentales el tema de la homosexualidad ha sido considerado como generador de mucha controversia, observándose posiciones sobre este tema que van desde la aceptación de la homosexualidad hasta la homofobia (terror a los homosexuales).
Por homosexualidad se entiende "la atracción sexual exclusiva o predominante hacia personas del mismo sexo, con o sin relación física".
Por el contrario, los bisexuales son hombres y mujeres que se sienten sexualmente atraídos por personas de ambos sexos.
Para esclarecer la idea de heterosexualidad, bisexualidad y homosexualidad, Kinsey y sus colaboradores (1948) elaboraron una escala de catalogación que iba del O al 6 para encajar las experiencias sexuales manifiestas y las reacciones psicológicas internas de un individuo.
GRADOS DE LA EXCLUSIVIDAD EN LA INCLINACION SEXUAL, SEGUN LA ESCALA DE KINSEY, (1948)
√ O Exclusivamente heterosexual
√ 1 Predominio heterosexual; solo accidentalmente homosexual
√ 2 Predominio heterosexual; homosexual en grado mayor que el accidental
√ 3 Heterosexual y homosexual en la misma medida
√ 4 Predominio homosexual; más que accidentalmente heterosexual
√ 5 Predominio homosexual; pero accidentalmente heterosexual
√ 6 Exclusivamente homosexual
ORIGEN DE LA HOMOSEXUALIDAD
El por qué algunos individuos prefieren una elección homosexual o si esto es una elección para toda la vida o si acaso es resultado de lo que se muestra a los niños en el hogar o la escuela, son algunos de los interrogantes que surgen cuando se intenta explicar el origen de la homosexualidad, y tal vez sea en gran parte difícil contestar ya que tampoco se sabe a ciencia cierta qué es lo que origina la heterosexualidad. Sin embargo, trataré de resumir las diversas teorías que se han elaborado para intentar definir el origen de la homosexualidad.
La inadaptación de género en la niñez con relación a los juegos escogidos (varones: fútbol, béisbol y mujeres: muñecas, ser amas de casa) es un importante elemento de predicción sobre la futura evolución de la homosexualidad.
Teorías biológicas
Para algunos investigadores los homosexuales que aducen que su orientación sexual es el resultado de fuerzas biológicas sobre las que no ejercen control y que no está en sus manos alterar, pudieran explicar el origen de la homosexualidad como "genética"; sin embargo, los estudios realizados con parejas de hermanos gemelos de los cuales uno de ellos era homosexual, no pudieron encontrar ninguna diferencia en su constitución genética (cromosómica), por lo que se ha revaluado dicha teoría genética de la homosexualidad.
Factores hormonales
Diversas investigaciones han intentado probar que las deficiencias hormonales son causa determinante en la génesis de la homosexualidad. Estos estudios se han referido a la búsqueda de diferencias en los valores de hormonas tanto masculinas (testosterona) y femeninas (estrógenos) en la fase prenatal de los seres humanos, encontrándose datos poco concluyentes y que no han permitido explicar el influjo de los mecanismos hormonales como agentes inductores de la homosexualidad.
Teorías psicológicas
Freud estimaba que la homosexualidad era consecuencia de una predisposición congénita en todos los individuos, en determinadas circunstancias; la inadecuada resolución del complejo de Edipo podía generar una detención en un estadio considerado como "inmaduro", que traería como consecuencia la homosexualidad adulta. Otras conclusiones a las que se ha llegado luego de entrevistar a homosexuales y lesbianas han sido:
● No existen indicios claros de que la homosexualidad masculina tenga su origen en el hecho de que el hombre haya sido educado por una madre dominante y un padre de poco carácter o inadecuado por otros conceptos.
● No existen pruebas que favorezcan a la teoría de la homosexualidad femenina que habla de una escogencia de parte de la niña de un padre como modelo de rol a desempeñar.
● Carece de base el mito de que muchas veces la homosexualidad se debe al hecho de haber sido seducido por una persona de mayor edad y del mismo sexo.
● Al llegar a la adolescencia las preferencias sexuales del individuo se hallan ya firmemente arraigadas.
En la niñez y la adolescencia los homosexuales tienen tantas experiencias heterosexuales como sus homólogos heterosexuales, pero estas vivencias les parecen poco placenteras o nada gratificantes. La inadaptación de género en la niñez con relación a la escogencia de juegos (varones: fútbol, béisbol y mujeres: muñecas, ser ama de casa) es un importante elemento de predicción sobre la futura volución de la homosexualidad.
Sin embargo, es inevitable que muchos padres de familia se sigan sintiendo responsables y culpando porque su hijo o hija sea homosexual. Para ellos es importante que sepan que el estado actual de las investigaciones no permite afirmar que la homosexualidad derive solamente o con frecuencia de unos padres inadecuados.
Teorías conductistas
Las teorías psicosociales hacen hincapié en que la homosexualidad es ante todo una cuestión de aprendizaje. Según Felman y MacCulloch (1971) si una persona tiene experiencias heterosexuales poco gratas y a la vez encuentros homosexuales gratificantes, puede hacer que se produzca un cambio paulatino hacia la conducta homosexual. Una relación positiva con un compañero homosexual puede constituir la materia prima que alimente las fantasías durante la masturbación, produciéndose un reforzamiento absoluto cuando va seguida del orgasmo.
Es posible que varias de las teorías mencionadas se acerquen a la realidad y puedan explicar la existencia de un determinado número de homosexuales en nuestra sociedad, pero tendremos que esperar un tiempo mayor para asegurar su validez ya que por ahora ninguna de estas teorías nos da la seguridad de la verdad absoluta para explicar el complejo mundo de la homosexualidad.
Las teorías psicosociales hacen hincapié en que la homosexualidad es ante todo una cuestión de aprendizaje. El tener experiencias heterosexuales poco gratas y a la vez encuentros homosexuales , gratificantes, puede hacer que se produzca un cambio paulatino hacia la conducta homosexual.
TECNICAS DE EXCITACION HOMOSEXUAL
Por regla general las técnicas que utilizan los hombres y mujeres homosexuales son un reflejo de las heterosexuales, aunque los primeros muestran un mayor deseo de experimentar y prestar más atención a las variantes amorosas.
Al igual que ocurre con las parejas de lesbianas, los homosexuales forman una unión comprometida en lograr mucho placer sin precipitarse a un orgasmo sea cual fuere la técnica empleada, tal como acontece en algunas parejas de heterosexuales.
La felación (sexo oro-genital) parece ser la modalidad más corriente entre los homosexuales masculinos.
El coito anal es otra práctica corriente entre los homosexuales, sin embargo, se lo considera de menor frecuencia de la felación. Ultimamente se ha popularizado una nueva forma de sexualidad en determinadas comunidades homosexuales; se trata de la práctica conocida como Manosodomia, en la que se introduce el puño o la mano en el recto seguida de movimientos destinados a producir estimulación sexual. La manosodomia conlleva graves riesgos físicos, entre ellos el desgarro del ano o del recto y el peligro de contraer hepatitis B y múltiples enfermedades de contagio sexual.
No hay pruebas de que la mayoría de los homosexuales sean individuos emocionalmente inadaptados y la controversia entre incluir o no a la homosexualidad como una patología psiquiátrica continúa.
En la clasificación internacional de enfermedades de la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), la homosexualidad está contemplada como una patología psiquiátrica; sin embargo, la Asociación Psiquiátrica Norteamericana la sacó de su índice de patologías desde 1974 considerando únicamente a la homosexualidad egodistónica (el sujeto no está conforme con su inclinación sexual y sufre emocionalmente con ella) como única razón para que sea considerada una enfermedad.
La gran expansión que han tenido las enfermedades de transmisión sexual en el último decenio ha replanteado muchos de los logros y avances tanto políticos como sociales que habían alcanzado las organizaciones "gay" (homosexuales), puesto que son partícipes de un mayor número de casos, en especial del SIDA y la hepatitis B9.
Fuente: Revista HOGAR, Septiembre 1991.