¿POR QUÉ SE ASUSTAN LOS NIÑOS?
Publicado en
junio 16, 2013
Las pesadillas, los payasos o los truenos pueden causar pánico en la vida de su hijo. Conozca hasta cuándo este miedo puede ser normal.
Los primeros años de la infancia están plagados de temores y los adultos a veces sobrestiman qué tan atemorizante suele ser el mundo para un infante de dos años. El miedo puede tomar muchas formas, desde el perro del vecino, los truenos, los fuegos artificiales, hasta brujas, payasos, monstruos o una criatura de gran tamaño como los dinosaurios de los museos. Pero la mayoría de los niños de dos años tienen algo en común, a esa edad toman consciencia que están en un mundo que crece y que no sólo existen cosas que los hacen reír sino que también hay situaciones que los pueden asustar.
EL MUNDO DE LOS NIÑOS
A la edad de dos años, los niños se vuelven más independientes, caminan y corren perfectamente y están desarrollando las habilidades verbales que les permiten expresar sus deseos. Con esta autonomía incrementada viene la inseguridad particularmente cuando el infante se hace más consciente de su propio tamaño y lugar en el mundo, allí se empieza a ver qué tan vulnerables son, además se sienten muy pequeños y sin autonomía. Para compensar sus sentimientos de vulnerabilidad, los infantes necesitan sentirse en control, a ellos les gusta saber qué es lo que va a pasar luego. Personajes benignos como payasos, son atemorizantes ya que no sólo usan maquillaje y voces distorsionadas sino que también su comportamiento es impredecible porque suelen acercarse demasiado a los niños, suenan cornetas y desde el punto de vista del infante, ¿qué irá a hacer luego el payaso?, pues no lo saben y esto es parte principal de su miedo.
Pero los expertos dicen que un temor es probable que desaparezca cuando los padres no contribuyen al miedo del niño. No existe nada malo en hacer castillos en la arena si el pequeño le tiene miedo al océano, dicen los entendidos en la materia. Si su hijo le tiene pánico a los payasos, cuando esté invitado a una fiesta infantil, podría preguntarle a la madre del cumpleañero si va a haber payasos, si la respuesta es afirmativa, entonces puede llegar más tarde o irse más temprano. Si el niño llega a los cinco años y el miedo persiste, debe de indicarle que no es más que una persona disfrazada, hasta puede usted ponerse un disfraz para que el pequeño note que simplemente es un vestuario diferente al de todos los días.
EL TERROR DE LAS PESADILLAS
Otro asunto que puede generar pánico en los niños son las pesadillas. Es muy común que usted duerma plácidamente cuando de repente escucha que alguien grita, en el momento que se acerca al dormitorio de su hijo, puede ver que no está enfermo y que no tiene ningún golpe, usted trata de tranquilizarlo pero el pequeño no reacciona y mientras más lo intente calmar más nervioso se pondrá. Este miedo en los niños suele ser por un desorden en el dormir, se cree que alrededor del 30% de ellos experimentan en algún momento episodios de terror durante la noche, los médicos aseguran que esto es un fenómeno normal de la niñez, mientras el niño va creciendo, sus horas de sueño van cambiando y todo lo referente al terror va desapareciendo, esto ocurre alrededor de los seis años. Existen muchas probabilidades que si uno de los padres del niño ha tenido algún tipo de miedo de pequeño, el pequeño también los tenga, por lo general este miedo siempre ocurre a la misma hora cada noche, en caso de que el pánico se vuelva cada vez mayor, los doctores sugieren que 30 minutos antes de que se despierte el niño, trate de levantarlo y conversar con él, manténgalo despierto por cinco minutos y luego acompáñelo hasta que se quede dormido otra vez.
AYUDELO A VENCER TEMORES
Si su bebé tiene miedo a algo que no puede ser evitado, como los perros del vecindario, usted puede sentir la necesidad de ayudarlo. Dándole al pequeño palabras para nombrar el miedo y sus sentimientos, lo ayudará a que se sienta con más control, podría leerle un libro sobre perros (o de lo que el bebé tenga miedo) para iniciar la conversación, aún más, esto le dará algo específico que hacer para controlar sus sentimientos, mientras más cooperadora sea la estrategia activa, mejor, ya que esto involucra al niño en la solución. Lo importante es tener en mente que los bebés de dos años son muy concretos pensadores. Para combatir un monstruo, los sicólogos sugieren crear un "spray anti monstruos" que puede ser un ambientador, entonces a la hora de irse a la cama puede decir que va a rociar el spray para que los monstruos no aparezcan en la noche, también sugieren hacer un dibujo en el que se indique claramente el mensaje "aquí no se permiten monstruos". Estos temores emergen a la hora de acostarse porque los niños se vuelven más reacios a irse del lado de sus padres. De manera que en adición a tratar con monstruos y brujas, también necesitará reafirmarle su presencia, por lo que se sugiere que se le diga al niño que los papás están allí para cuidarlo y que nada le sucederá.
Los temores y miedos son parte normal de la experiencia del niño. Si se toma un acercamiento relajado y respetuoso probablemente encontrará que los temores de su bebé se transformarán en recuerdos relativamente rápido y desaparecerán tan repentinamente e inexplicablemente como aparecieron.
CUANDO SOLICITAR AYUDA
Los temores pueden estar relacionados a ciertos momentos de la vida diaria del niño. Estas son algunas preguntas que usted debe hacerse:
¿Ha habido cambios importantes en la familia? Una mudanza, un cambio de empleo o la llegada de un nuevo hermano son eventos que pueden causar temores.
¿Hay suficiente estructura en la vida del bebé? Reglas, rutinas y límites proporcionan un sentido de seguridad. En su ausencia el bebé se puede sentir vulnerable y no protegido.
¿Son realistas sus expectativas hacia su hijo? Demasiadas actividades y demandas pueden lograr que su bebé se estrese.
¿Usted tiene miedo? Si se siente ansiosa sobre el bienestar de su bebé éste puede absorber sus sentimientos y ansiedades.
LO QUE DEBE CONOCER ACERCA DE LAS PESADILLAS
► No son peligrosas
► Son comunes en niños entre 2 a 5 años
► Pueden ser hereditarias
► Ocurren en las primeras tres horas del círculo del sueño
► Duran entre 10 a 20 minutos
► Muy pocas veces son recordadas con claridad
Fuente: Revista HOGAR - ECUADOR, Mayo de 1998