TODO LO NECESARIO PARA ESTAR EN TU PESO
Publicado en
mayo 19, 2013
Casi siempre nos ponemos a régimen sin conocer los principios básicos de una buena alimentación; en consecuencia, recuperamos rápidamente el peso perdido. La mayoría de las veces, tan pronto terminamos la dieta, comemos en exceso. ¿Cuál es la clave para tener una buena figura? Aquí encontrarás la respuesta a todas tus dudas.
Por Lucia Paola Carrano Caruso
A veces eliminamos de nuestra dieta diaria algunos alimentos importantísimos porque creemos que nos engordan; otras, comemos de más por nervios (u otras causas) sin darnos cuenta. También es muy frecuente que le atribuyamos características mágicas a algunas comidas o que nos encontremos prejuiciadas negativamente hacia otras. Buenhogar identificó las principales dudas que acosan a la mayoría de las mujeres. Consultamos expertos que han escrito libros sobre la materia y a varios nutriólogos para ofrecerte un panorama completo de cómo perder peso sin sacrificarte. Aquí tienes los resultados:
¿Es contraproducente comer entre comidas?
No, si lo que te motiva a hacerlo es el hambre. Claro que si comes porque quieres degustar el sabor de algo en especial, ten por seguro que se verá reflejado en la báscula. Hay personas que sugieren hacer tres comidas fuertes al día, otras que recomiendan cuatro o cinco más pequeñas. Elige el método que mejor se adapte a tu estilo de vida. Si escuchas con honestidad a tu estómago, sabrás en qué momento debes detenerte.
¿Cenar propicia que engorde?
No necesariamente. Para poder estar en tu peso debes mantener un equilibrio entre lo que ingieres y la energía que gastas. Si en el transcurso del día comes en exceso, de nada te servirá que te abstengas de cenar. Por el contrario, si comes moderadamente en la mañana y en la tarde, es probable que sientas hambre en la noche y es perfectamente válido que cenes. De hecho, los expertos afirman que no es conveniente acostarse con el estómago vacío. Un vaso de leche tibia puede ser una excelente opción, ya que aparte de que te mantiene en línea, te dispone al sueño.
¿Debo vigilar lo que como, o basta con contar las calorías?
Por supuesto que debes fijarte en lo que comes. Nutricionalmente hablando, no es lo mismo comer una bolsa de papas fritas que un bistec. La primera te llena pero no te alimenta. El segundo cumple ambas funciones. Procura balancear tu dieta para que puedas darle a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita. Ten presente que las calorías que provienen de la grasa se aprovechan menos que las de los carbohidratos y las de las proteínas, y son mucho más difíciles de quemar; sobre todo si son saturadas (las que se encuentran en los alimentos fritos).
¿Realmente puedo cambiar la figura que la naturaleza me dio?
Eso depende en gran medida de la determinación y constancia que tengas para hacerlo. En realidad, modificar la forma de tu cuerpo es más difícil que disminuir una talla, pero es posible. Las sentadillas (cuclillas), los ejercicios abdominales, así como los de pierna y cadera, harán que tengas un vientre plano si los llevas a cabo con frecuencia (por lo menos, tres veces por semana).
¿Para perder peso forzosamente tengo que hacer ejercicio?
No es necesario, pero sí es lo más recomendable. La única manera en la que vas a eliminar los kilos que te sobran es quemando más calorías de las que consumes. Si te sometes a una dieta muy estricta, es posible que lo logres; sin embargo, es difícil que puedas mantener una alimentación como ésa por tiempo indefinido. Además de que esto no es saludable y puede propiciar que tu piel quede fláccida. En cambio, si comes de forma saludable, el ejercicio no sólo te ayudará a quemar calorías y grasa, sino que fortalecerá tus músculos (entre otros innumerables beneficios) y, en consecuencia, mejorará tu aspecto físico.
¿Las alergias que provocan algunos alimentos causan aumento de peso?
No hay evidencias científicas que lo prueben. Lo que se sabe es que la sensibilidad que algunas personas desarrollan hacia ciertos alimentos favorece que retengan líquidos (es el mecanismo del que se valen sus cuerpos para diluir las sustancias que pueden ser dañinas) y eso propicia que se hinchen y que aumenten de peso mientras evacúan el agua sobrante.
Las verduras tienen pocas calorías y son muy nutritivas. Eso significa que puedes comerlas sin límites. ¡Buen provecho!
¿Qué tan bien funcionan las dietas que prohíben mezclar algunos alimentos?
Varios programas para perder peso se basan en la creencia de que las proteínas (carnes y quesos) y los carbohidratos (panes y cereales) no deben comerse al mismo tiempo ni combinarse en un lapso de 24 horas. La razón es que requieren diferentes condiciones de digestión, es decir, un medio ácido para las proteínas y un medio alcalino para los carbohidratos. Esto le funciona a algunas personas, pero la pérdida de peso no se da por las razones que ellas piensan, sino porque cualquier dieta que elimine algún grupo de alimentos causa ese efecto.
¿Será que mi metabolismo es lento?
La idea de que las personas gordas queman calorías con más dificultad que las que son delgadas es una excelente excusa para ser obeso. Sin embargo, hay una innumerable cantidad de estudios e investigaciones que prueban que eso no es cierto. De hecho, las personas que tienen sobrepeso gastan más energía y tienen un metabolismo más rápido que las otras porque los kilos extra obligan a sus cuerpos a trabajar más rápido. Generalmente, las deficiencias en el metabolismo que se deben a problemas de la glándula tiroides producen un incremento de peso, pero es moderado.
¿Cómo puedo saber si mis deseos de comer se deben a que tengo hambre o a una compulsión?
Es muy fácil. Observa y escucha a tu cuerpo con sinceridad. ¿Tienes un hueco en el estómago? ¿Te dan náuseas? ¿De pronto te mareas o te sientes débil? ¿Experimentas ira e irritabilidad sin una razón que lo justifique? ¿Llevas más de cinco horas sin comer? ¿Tus comidas anteriores no saciaron tu hambre? Si no estás embarazada ni bajo el efecto del síndrome premenstrual, una respuesta afirmativa a algunas, o a todas estas preguntas delata que tienes hambre. Por el contrario, si de pronto te dan ganas de comer (por ejemplo, un café y un pastelillo) pero no experimentas ninguno de esos síntomas (sobre todo si ingeriste una comida completa dos o tres horas antes) quiere decir que te estás autoengañando. Es muy fácil comprobarlo, ¿no?
¿Es verdad que uno gana peso a partir de los 35 años?
No necesariamente, pero en la mayoría de los casos así sucede. Esto se debe a que a esa edad los cuerpos de las mujeres sedentarias (las que no practican ningún tipo de ejercicio) pierden alrededor de 250 g (1/2 lb) de músculo al año. Y mientras más músculo pierden, más calorías en forma de grasa almacenan. Eso puede prevenirse y remediarse con una dieta balanceada y ejercicio.
No creas que los alimentos saludables (frutas y verduras) te harán perder peso por sí mismos. Sólo lograrás este objetivo si los comes en sustitución de los que tienen muchas calorías.
¿Para perder peso tengo que eliminar el pan de mi alimentación?
Por supuesto que no. A menos que lo sustituyas con otras fuentes de carbohidratos como: arroz, cereales, papas (patatas), frijoles (porotos) y lentejas, entre otros. Este grupo de alimentos es fundamental para tu organismo porque te proporciona una buena parte de la energía que necesitas para llevar a cabo tus actividades cotidianas. Si lo eliminas de tu dieta, te sentirás muy débil y no podrás rendir como deseas en tus actividades diarias. Es muy importante que lo consumas, pero si quieres mantener la línea, debes comerlo con moderación.
¿Las dietas estrictas funcionan a largo plazo?
Definitivamente no. En primer lugar, si tu plan alimenticio no está bien balanceado y no cuenta con todos los nutrimentos necesarios, puedes descompensarte y sentirte mal. En segundo lugar, es poco probable que pierdas peso ya que cuando uno disminuye drásticamente la cantidad de comida a la que el organismo está acostumbrado, las células de grasa lo interpretan como un atentado contra la salud y para sobrevivir, convierten y guardan como grasa todos los alimentos que entran al organismo (aun los que no tienen). Eso motiva que aumentes de peso.
INCORPORA ESTOS TRUCOS A TU VIDA Y OLVIDATE DE ESOS KILITOS DE MAS
Bocadillos de salvación
Si repentinamente te domina el deseo de llevarte algo a la boca antes de tiempo, elige bocadillos saludables y bajos en calorías, como frutas o verduras. Si eso te sucede con mayor frecuencia cuando estás fuera de casa, prepárate y lleva en tu bolso de mano zanahorias, apio, manzanas, pretzels, palomitas (rositas) de maíz sin grasa, uvas o tiras de queso descremado. Hay otra clase de bocadillos que sacian el hambre por más tiempo tales como las papas (patatas), la avena, los frijoles (porotos) y las pastas. Sin embargo, debes comerlos con moderación porque pueden provocar que ganes peso.
Es hora de cambiar de estrategia
Generalmente consideramos que los vegetales son un complemento de la comida principal. Por tanto, los consumimos moderadamente junto con una buena porción de carne, pescado o pollo; o después de un plato de arroz o pasta. Sin embargo, para mantener tu figura tienes que hacer lo contrario. Es decir, comer verduras abundantemente y racionar los otros alimentos.
Haz equipo con la fibra
Varios estudios han demostrado que las personas que no desayunan son propensas a consumir alimentos de un alto contenido calórico en el transcurso del día (especialmente antes de la hora de la comida principal). Y que las que comen cereal como primer alimento del día, tienden a consumir comidas más saludables en las horas siguientes (como jugos y frutas). Ya sean calientes o fríos, los cerales son tu mejor opción en las mañanas porque contienen vitaminas, minerales, carbohidratos y lo más importante: fibra. Este elemento reduce las posibilidades de padecer ciertos tipos de cáncer y protege contra las enfermedades cardiacas. Verifica que tu cereal te proporcione cuando menos tres gramos de fibra por ración.
¡Cuidado con las copas!
Procura mantenerte alejada del alcohol ya que este tipo de bebida no sólo te proporciona una buena cantidad de calorías extra, sino que te motiva a comer de más. Pero no exageres, si en un momento dado la ocasión lo amerita, bebe sin miedo una sola copa de vino (blanco o tinto) o una cerveza. No revuelvas la bebida con soda, ya que ganarás más peso con mayor rapidez.
Si deseas tener una figura de concurso... Come pausadamente. Mastica cada bocado hasta que el alimento se desintegre y no introduzcas otra porción a tu boca antes de tragar la anterior. Tampoco debes terminar una comida antes de veinte minutos. Ese es el tiempo que tarda el estómago en mandarle al cerebro la señal que le indica que ya está satisfecho. Cuando devoras los alimentos, comes más.
Antes de hacer ejercicio
Si te mueres de hambre pero no puedes comer porque falta poco para que llegue la hora de tu entrenamiento, date gusto con los siguientes bocadillos. Puedes degustarlos sin temor a las consecuencias si lo haces 30 minutos antes de que empieces a practicar tu rutina ordinaria de ejercicios:
• 1 plátano (banano o guineo)
• 1/2 bagel bajo en grasa
• 1/2 taza de fruta seca
• 1 barra de granola
No te aguantes el hambre
De la misma manera en que es negativo comer cuando uno no lo necesita, es igualmente dañino, o peor, abstenerse de hacerlo cuando el organismo lo pide a gritos. Recuerda que el secreto de una figura envidiable consiste en comer oportunamente, es decir, en el momento y en la cantidad correctos.
COMO INFLUYEN LAS CELULAS DE GRASA EN TU FIGURA SEGUN TU EDAD
Estas células son determinantes en el peso de las personas. Su objetivo primordial es acumular y almacenar grasa con el fin de preparar al organismo para que enfrente con éxito los diferentes procesos metabólicos por los que tiene que pasar en las diversas etapas de su vida. Por consiguiente, actúan de una manera muy distinta según la edad del individuo:
En la adolescencia. El aumento de estrógenos que caracteriza esta época activa el mecanismo de las células de grasa que se encuentran en los senos, caderas, glúteos y en los muslos, dando lugar al desarrollo femenino. El objetivo de esas células en esta etapa es proveer a las niñas de suficiente grasa para que puedan empezar a menstruar sin que eso traiga consigo problemas de salud.
En la edad adulta. Las células antes mencionadas han jugado un papel muy importante en el desarrollo y en la preservación de la vida humana desde siempre. Ellas son las responsables de crear un entorno de grasa en el vientre materno, lo suficientemente fuerte y competente para proteger al feto durante el embarazo.
En la menopausia. A las mujeres les cuesta mucho trabajo perder peso a esta edad. Esto se debe a que como están afrontando una serie de ajustes hormonales fuertes, sus células de grasa empiezan a trabajar a todo lo que dan con el fin de garantizar la supervivencia a esos cambios y de mantener la salud por muchos años más.
H20: LA FORMULA MAGICA
No hay palabras suficientes para explicar la enorme necesidad que tiene el cuerpo de ser hidratado (especialmente cuando hacemos ejercicio). Baste con decir que para poder tener buena salud hay que beber entre seis y ocho vasos de este líquido vital todos los días (antes, durante y después del entrenamiento físico). Otra de las virtudes de esta sana costumbre es que le da al estómago una sensación de saciedad y, por lo tanto, tu apetito disminuye. Incluso, a veces confundimos el hambre con la sed. Si quieres saber qué es lo que verdaderamente necesitas, bebe uno o dos vasos de agua cada vez que creas que tienes hambre. Si después de eso sigues sintiendo deseos de comer, hazlo (trata de elegir los alimentos más nutritivos que tengas a tu alcance en ese momento).
Fuente: Revista BUENHOGAR - ECUADOR, septiembre 1998