LA RISA, REMEDIO INFALIBLE
Publicado en
mayo 19, 2013
EN LAS VEGAS, Nevada, un hombre de negocios de visita en la ciudad fue abordado por un individuo de aspecto sospechoso, que le dijo:
—Hace dos días que no como. ¿Podría prestarme 25 dólares?
El forastero respondió:
—¿Y quién me asegura que no gastará el dinero en apuestas?
—¡No se preocupe! —respondió el individuo—. Para apostar, sí tengo dinero.
—Bulletin del Kiwanis Club (Normandy, Estados Unidos)
"UN GRUPO DE INDIOS norteamericanos se había congregado fuera de un estadio para protestar por los estereotipos con que suele definírseles", refiere el cómico Dennis Miller. "Por desgracia, aquella protesta no contribuyó a su causa, pues al cabo de media hora de cantos rituales empezó a llover a cántaros".
—"The Dennis Miller Show", Tribune Entertainment.
CIERTO CLÉRIGO anglicano que consideraba que había llevado una vida plena y santa, se consternó cuando llegó al cielo y descubrió que pasaría la eternidad atado a una mujer muy fea y pendenciera. Luego vio a un hombre que había sido obispo y que estaba encadenado a una joven que en vida había sido famosa por su belleza y simpatía.
El anglicano fue inmediatamente a presentar su queja a San Pedro, quien le replicó:
—Eso no es asunto tuyo. Resígnate a tu castigo, y deja que la joven cumpla el suyo.
—Reverendo Derek Cordell, citado por R.H.
UN HOMBRE contaba a sus amigos que en su curso de primeros auxilios había aprendido cómo afrontar una emergencia.
—El otro día —comentó— vi a una mujer a la que acababa de atropellar un auto. Se le había fracturado un brazo, tenía dislocada una rodilla y presentaba fractura de cráneo.
—¡Qué horror! ¿Y qué hiciste?
—Gracias a mi curso de primeros auxilios, supe exactamente lo que debía hacer: me senté en el borde de la acera y puse la cabeza entre las rodillas para evitar desmayarme.
—James Alexander Thom, en The Scrapbook
COMENTARIO OÍDO en el consultorio de un veterinario:
"Recientemente hice castrar a mi gato. Aún sigue pasando las noches con sus congéneres, pero ahora lo hace en calidad de asesor".
—Current Comedy
EN UN CALLEJÓN, dos cucarachas estaban mordisqueando desperdicios de comida.
—Ya fui al nuevo restaurante de la esquina —dijo una de ellas—. ¡Es un lugar limpísimo! La cocina está inmaculada y los pisos relucen. En todo el local reina la higiene.
—¡Por favor! —exclamó la otra, y frunció el entrecejo—. No hables de esas cosas a la hora de comer.
—H.B.M.
EN EL PROCESO JUDICIAL contra un gángster que corría el riesgo de recibir una sentencia de cadena perpetua, el abogado defensor sobornó a uno de los jurados para que persuadiera a los demás jurados a condenarlo por un delito menor. Tras varias horas de deliberación, se emitió un veredicto que comportaba una pena máxima de diez años de cárcel.
Posteriormente, el abogado se acercó al jurado corrupto y le dijo:
—Me tenía usted muy preocupado. Al ver que la deliberación se prolongaba tanto, temí que fracasara.
—Yo también estaba preocupado —repuso el hombre—. ¡Los otros querían declararlo inocente!
—Citado en WPEN (Filadelfia, Estados Unidos)
CUBIERTO de cardenales y vendas, un trabajador llegó a su oficina con una hora de retraso.
—¿Qué le sucedió? —exclamó su jefe.
—Me caí en las escaleras —le explicó el empleado.
El jefe replicó:
—¿Y en eso tardó una hora?
—Joey Adams
UN ALDEANO, tacaño a más no poder, llamó al médico para que atendiera a su esposa enferma.
—Se rumorea que usted es muy avaro —dijo el doctor—. ¿Cómo sé que me va a pagar?
—Mire usted —aseguró el granjero—; tanto si mata a mi mujer como si la alivia, recibirá su dinero sin necesidad de demandarme.
La mujer murió a pesar de todos los esfuerzos del médico por salvarla. Cuando lo juzgó conveniente, este reclamó sus honorarios.
—¿Curó usted a mi esposa?
—No —reconoció el galeno.
—¿La mató?
—¡Claro que no! —contestó el otro, indignado.
—Entonces no le debo nada.
—M.V.
ILUSTRACIÓN: CHRIS DEMAREST