CÓMO ESTAR DE BUEN HUMOR TODO EL DÍA
Publicado en
mayo 12, 2013
Nuestra capacidad de sentir alegría no depende del destino ni de las circunstancias que nos rodean, sino de las herramientas emocionales que desarrollemos para encarar los problemas. Si los tuyos te agobian y te ponen de mal humor, aquí tienes una guía completa de estrategias para deshacerte de él. ¡Ponlas a prueba!
Por Lucia Paola Carrano Caruso
"La felicidad no es una estación a la que se llega, sino una forma de viajar", dice el refrán. Y es cierto. Muchas personas creen que el matrimonio, un ascenso laboral, el cuerpo perfecto o la llegada de un hijo las colmarán de dicha y plenitud. Los factores externos ayudan a mejorar el estado anímico y el grado de bienestar con el que se vive, por supuesto; sin embargo, se agotan al paso del tiempo. Para alcanzar la felicidad y, por lo tanto, estar de buen humor la mayor parte del tiempo, es necesario desarrollar una actitud optimista. Para ello es preciso que analicemos nuestras propias necesidades y que tengamos el firme propósito de cambiar las actitudes negativas e incorporar hábitos positivos a la vida. Aquí tienes una base firme para empezar.
TRUCOS INFALIBLES PARA PONERTE DE BUEN HUMOR
• Empieza bien el día
Si no logras levantarte sola, utiliza un despertador que no te altere. Es preferible que uses un radio/reloj y que lo sintonices a un volumen moderado y en una estación que te agrade.
• No te levantes corriendo
Programa tu despertador cinco o diez minutos antes de lo necesario, para que el paso del sueño a la vigilia sea tranquilo y agradable, y no se vea afectado por la prisa y el estrés.
• Programa tu mente para la felicidad
Antes de ir a despertar a tu marido y a tus hijos, respira profundamente y repite en voz alta algún mensaje positivo cuatro o cinco veces (de preferencia hazlo en un lugar donde te dé el aire fresco o frente a un espejo). Puedes ir variando el contenido de tus pensamientos día a día según lo vayas necesitando. Si te sientes agobiada por problemas laborales, repite: "Soy muy inteligente y capaz de lograr todo lo que me proponga". Si tu problema es la baja autoestima, piensa: "Soy tan digna de disfrutar mi vida y de luchar por mis sueños e ideales como cualquier otra persona". "Mis necesidades también cuentan, no tengo por qué ser yo la que siempre se sacrifique por el bienestar de todos los demás".
• Cómprate una pera de box
A veces la intención y el propósito de perdonar las ofensas o las agresiones que recibimos en el medio en que vivimos no son suficientes para lograrlo. En esos casos es conveniente descargar toda la energía negativa sobre una pila de cojines o, por qué no, sobre una pera de box. Aunque te parezca extraño, poder gritar, golpear y sacar los impulsos naturales que casi siempre reprimimos, nos produce una satisfactoria sensación de fuerza y liberación. Ten por seguro que si no te desquitas con estos objetos, lo harás con tu familia y eso puede traer consecuencias muy graves. Hazlo cuando te encuentres sola, notarás que te sentirás más cómoda y relajada.
• Date un baño caliente en la tina
Compra burbujas, aromatizantes, esponjas, esencias y todo lo que necesites para convertir ese momento en un instante de dicha y placer. Este es un remedio antiestrés instantáneo. Si quieres lograr un efecto óptimo, compártelo con tu esposo.
• Haz el amor con frecuencia
El sexo y el humor se condicionan mutuamente. Cuando estamos contentas sentimos más deseos de tener relaciones; asimismo, hacer el amor mejora notablemente nuestro estado de ánimo. Esto se debe a la enorme cercanía que hay entre las terminales nerviosas del cerebro que rigen el humor y el sexo.
• Canta a todo pulmón
No te inhibas ni limites esta actividad a los diez minutos que dura la ducha. Los expertos coinciden en que cantar (aunque desafines) hace que tu cuerpo libere endorfinas (sustancias que generan sensaciones placenteras) y que te sientas muy bien.
• Toma el sol (con moderación)
Está comprobado que esta actividad no sólo produce un bonito color de piel, sino que fortalece nuestro sistema de defensas, estimula la producción de endorfinas (y por lo tanto, del buen humor) y activa todo el sistema neuroendocrino.
• Ríete a carcajadas
Si no te nace hacerlo, no te preocupes. La risa es contagiosa y si convives con personas que tengan la costumbre de reír, llegará el momento en que tú también lo harás. Eso propiciará que te sientas bien física y emocionalmente. La risa te proporciona más beneficios de los que te imaginas. Por una parte ejercita los pulmones y el diafragma, y estimula el sistema circulatorio, por otra, ayuda al cuerpo a liberar endorfinas. Estas sustancias, además de mejorar el humor, tienen un efecto anestésico que contrarresta poderosamente los dolores que causan las enfermedades. Otra ventaja del hábito de reír, es que promueve la oxigenación de la sangre y eso contribuye al adecuado funcionamiento del sistema cardiovascular.
• Elige muy bien a tus amistades
No sólo debes buscar amigos que te hagan reír, sino personas con las que realmente puedas compartir tu forma de ser y de pensar y que te acepten sin condiciones. Este tipo de relaciones te da una sensación de paz y plenitud que te predispone al buen humor. Para lograrlas, es importante aprender a ser una buena amiga. Es decir, estar en condiciones de darle a las personas las mismas cualidades que esperamos de ellas (como afecto, confianza, discreción y apoyo).
• ¡Ay, qué tonta soy!
Si quieres ser feliz, a partir de este momento no vuelvas a repetir esta frase nunca más. La autoestima está muy ligada al bienestar personal. Por consiguiente, el concepto que tengas de ti misma influye poderosamente en tu estado de ánimo. Quizá pienses que expresarte de esta forma cuando cometes un error es intrascendente; no hay nada más falso. Si repites este mensaje con frecuencia, la idea de que eres tonta quedará grabada en tu mente y llegará el momento en que creerás que es verdad y te comportarás como si lo fueras.
Un dato curioso
Se ha comprobado que las personas que manifiestan buen humor en las entrevistas de trabajo reciben más llamadas de aceptación que las que se comportan neutrales o deprimidas. ¿La razón? Esto probablemente tiene que ver con lo que Forgas y Moylan expresan en su libro Siéntete bien y logra lo que quieras: Los efectos del ánimo en los negocios. Según ellos, las personas alegres generalmente se muestran mucho más cooperativas, suelen tener mayor éxito en las negociaciones y son más productivas en el trabajo.
• Identifica y valora tus virtudes
No basta con que dejes de ofenderte y de criticarte tú misma, también es importante que evalúes sinceramente todas las habilidades y virtudes que posees. Si te gusta pintar, no necesitas tener la fama que tuvo Picasso para que, aceptes que tus obras son bellas. Ni es forzoso que seas una chef profesional para que asumas que tu cocina hace feliz a tu familia. Identificar tus áreas fuertes te hará sentir contenta contigo misma y te motivará a perfeccionar otros aspectos.
• Aprende a poner límites
Esto es básico no sólo para que mantengas el buen humor, sino para que puedas realizar plenamente tu vida. Ninguna mujer es capaz de sonreír con franqueza o de tener una buena disposición anímica si siente que (algunas, o todas) las personas que la rodean abusan de alguna manera de ella, Aprender a decir "no" a lo que uno no quiere hacer, es una regla de oro para poder tener y mantener el buen humor.
• Fíjate metas y lucha por ellas
Es muy distinto vivir por vivir, que vivir para algo. Tener ideales y la posibilidad de realizarlos a través de metas concretas le da sentido a la vida y estimula mucho nuestro ánimo.
• Toma la vida un poco en serio
Para poder tomar decisiones, así como para elegir el mejor lugar para ir de paseo o para contar un chiste adecuado, hay que tener prudencia, responsabilidad y madurez. Y para reunir estas virtudes hay que ver las cosas con seriedad de vez en cuando.
• Busca soluciones
La mayoría de la gente identifica cuáles son sus problemas, pero se agobia y se siente mal porque no encuentra la forma de remediarlos. Trata de ser flexible. Seguramente no está en tus manos solucionar tus preocupaciones ni arreglar las cosas del modo que desearías. Sin embargo, si analizas con cuidado tu situación y te abres a nuevas opciones, te darás cuenta de que tienes más alternativas de las que tú crees y eso te ayudará a sentirte infinitamente mejor.
• Piensa en lo peor
A veces el miedo nos paraliza y nos impide enfrentar nuevos riesgos. Si antes de tomar una decisión piensas en las peores consecuencias que eso te puede acarrear si las cosas no suceden como esperas y planeas con anticipación la manera de enfrentarlo, te sentirás más segura de tus capacidades y podrás tomar riesgos con mejor humor.
• El trabajo de tu vida
Elegir un empleo es una decisión casi tan importante como la de casarse, ya que determina un estilo de vida. Si estás pensando en empezar a trabajar, no te fijes sólo en el dinero, piensa ante todo en que sea una actividad que te agrade (si estudiaste una carrera que te fascinó, ponla en práctica, no tiene caso que te cambies de ramo). De no ser así, te generará más frustraciones que satisfacciones y eso repercutirá en tu humor. Toma en cuenta que aunque el dinero resuelve algunas necesidades importantísimas (como el alimento, la vivienda y el calzado) no es capaz hacerte sentir realizada por sí mismo ni puede elevar tu autoestima. Un trabajo satisfactorio sí puede hacerlo. Si tu situación económica lo permite, no dudes en seguir tu vocación (si aún la desconoces, esfuérzate por averiguarla. Recuerda: nunca es demasiado tarde).
• Juega con tus hijos y con tu esposo
No te quedes sentada en una banca mirando de lejos el partido de futbol en el que tu marido y tus niños luchan por dominar el balón; únete al equipo. Si no te gustan este tipo de actividades, proponle a tu familia juegos que te agraden más, como damas chinas, memoria, ajedrez (éste estimulará y pondrá a prueba la capacidad de concentración de tus hijos y la tuya) o lo que prefieras. El objetivo es que pasen juntos un rato agradable. Aunque hay muchas personas que piensan que los juegos sólo son para niños, se ha comprobado que son un gran alimento para el sentido del humor de chicos y grandes. Ten presente que todos llevamos dentro un niño juguetón que busca afecto y libertad. No lo olvides. Cuídalo y quiérelo.
• Revive los momentos divertidos
Hay quienes piensan que recordar es volver a vivir. Comprueba que esto puede ser verdad si te lo propones. Haz una lista de todos los sucesos que te han provocado risa incontenible a lo largo de tu vida y repasa uno a uno con cuidado (puntualiza los detalles en tu mente). Si puedes compartir esta actividad con más personas, mejor. De esta manera no solamente te animarás tú, sino que pondrás de buen humor a todos los que te rodean.
• Echa a volar tu imaginación
Cada vez que te sientas agobiada por pensamientos o sentimientos negativos, acuéstate sobre tu cama, cierra los ojos y respira profundamente varias veces. Después imagina que estás en un lugar placentero y reconfortante (el mar, la playa, el bosque o lo que prefieras) y "quédate" ahí el tiempo que consideres necesario hasta que logres relajarte. Si utilizas música clásica o instrumental como fondo, lograrás mejores resultados. Para reincorporarte, abre los ojos con suavidad, respira una vez más y levántate lentamente.
Aunque mucha gente critica a las mujeres que se compran cremas y se ponen mascarillas, el cuidado personal eleva la autoestima y mejora el humor.
• Tu hobby personal
No hay nada más reconfortante que tener tiempo libre y ocuparlo en lo que uno quiere. Si te gusta pintar, escuchar algún tipo de música, crear un spa en tu propia casa o irte de compras, date un espacio para hacerlo. Pocas cosas son tan relajantes y satisfactorias como tener la posibilidad de ocuparnos de nosotras mismas.
• Sal de paseo
Desde salir a caminar con tus hijos hasta ir a esquiar a las montañas con tu marido, cualquier actividad que te ayude a romper la rutina se verá reflejada positivamente en tu semblante.
• PMS: tu enemigo mensual
Aunque el síndrome premenstrual siempre va a modificar tu estado físico y anímico, existe una serie de medicamentos y remedios naturales que pueden ayudarte a combatir esas molestias.
• A moverse
El ejercicio aeróbico genera un profundo bienestar porque propicia que el cuerpo libere una gran cantidad de endorfinas (tú ya sabes lo que estas sustancias pueden hacer por ti). Las actividades más recomendables en este sentido son: correr, caminar, nadar o andar en bicicleta.
• Pide que te den un masaje
Esta es una excelente vía para liberarte del estrés y para relajarte. Funciona mucho mejor después de una sesión intensiva de ejercicios y de un agradable baño de vapor.
• Duerme muy bien
El descanso es fundamental para lograr un buen desempeño físico y mental, ya que durante el sueño se efectúan los procesos metabólicos de diversas células y algunas hormonas modifican los ritmos biológicos. Trata de dormir alrededor de ocho horas diarias, (obsérvate para determinar la cantidad de horas que necesitas para funcionar bien y respétala) de lo contrario te encontrarás hipersensible e irritable a lo largo de todo el día.
• No le tengas miedo al dolor
Es un hecho que la vida tiene momentos difíciles (pueden ser causados por la enfermedad o la muerte de un ser querido o por algún problema serio con algún familiar o amigo). Para poder enfrentarlos hay que asumirlos y hay que aceptar el dolor que nos causan. Para lograr recuperarnos es preciso que pasemos una época de duelo por esa pérdida.
LA CLAVE DEL BUEN HUMOR: LA PAZ
Si observas detenidamente todos estos tips, te darás cuenta de que están planeados para mejorar el desempeño de cada uno de los aspectos básicos del ser humano, es decir, abarcan el cuerpo, las emociones y el intelecto. Esto es lo que se conoce como un plan de vida integral y este tipo de estrategias son las únicas que podrán dotarte de la paz que necesitas para desarrollarte plenamente y, por lo tanto, para estar siempre de excelente humor.
LA CONEXION ENTRE LA MENTE Y EL CUERPO
Diversos estudios han demostrado que cuando una persona se siente amada, retroalimentada, querida y apoyada es más feliz. En consecuencia, sus posibilidades de enfermarse disminuyen considerablemente. Sin embargo, la clave para lograr esta plenitud no consiste en recibir atenciones, sino en darlas. Haz la prueba. Ten por seguro que estas conductas mejorarán tu humor y tu salud:
• Llama a tus padres. Mantén una relación cercana y cordial con ellos.
• Muestra una actitud abierta y amable hacia las demás personas.
• Dale un cariñoso beso en la mejilla a tu esposo cuando menos lo espere.
NO TE CONVIERTAS EN BUFON
La vida tiene altibajos y el buen humor indudablemente ayuda a enfrentarlos. Sin embargo, la alegría puede llegar a ser un arma de doble filo. Es sana cuando es la expresión de una actitud optimista, pero es muy dañina cuando se convierte en una pose para ganar la aprobación social. La gente optimista sabe cuándo reír y cuándo no hacerlo. Los bufones ríen siempre y su único objetivo es agradar a los demás. A los optimistas se les respeta, se les aprecia y se les toma en serio; a los bufones no. Trata de sacarle partido al buen humor de una manera que no te perjudique, no vaya a ser que te ocurra lo mismo que a la hiena. Una vez, un mono de la selva se encontró a una hiena escondida detrás de un matorral y le preguntó qué hacía allí. Ella le dijo muy sonriente: "Voy a mi casa, pero me da miedo atravesar la vereda porque siempre que lo hago el león me ataca sin piedad". "No te preocupes", le dijo el mono, "en esta ocasión no sucederá lo mismo. Si el león te agrede, yo te defenderé". La hiena se fue tranquila rumbo a su casa, pero el león la atacó con más fiereza de lo habitual. Mientras eso sucedía, el mono se limitaba a ver la escena desde una rama. Cuando el león se fue, la hiena, medio muerta, le preguntó: "¿Por qué no me ayudaste? ¡Mira cómo quedé!". Y el mono le contestó: "Creí que no me necesitabas, como te reías tanto con el león".
LA DIETA DEL BUEN HUMOR
Los alimentos que contienen vitamina B (como el chocolate, los mariscos, los cereales y la carne) y C (como los cítricos) ayudan a las células nerviosas a mantener la salud del organismo y a generar sensaciones de bienestar. Por eso es muy importante incluir dichos alimentos en tu dieta. Pero si llevas varios días sintiéndote malhumorada y presionada, sigue este plan alimenticio bajo en grasa y en proteínas. Dura 24 horas y está planeado para disminuir tu estrés y mejorar tu ánimo:
Desayuno:
1 taza de cereal integral con leche descremada,
1 rebanada de pan integral con mermelada,
1 rebanada de melón o un plátano (banano o guineo),
1 taza del té de tu preferencia.
Tentempié:
1 bagel o muffin (integrales y libres de grasa) con tu mermelada (o jalea) favorita.
Comida:
1 sandwich de pechuga de pavo (sin grasa) en pan integral, 1 manzana o una pera,
1 taza de leche descremada.
Tentempié:
2 barras pequeñas de granola libres de grasa y de colesterol.
Cena:
1/2 taza de pasta cocida con salsa de jitomate (tomate), Ensalada de lechuga con alguna vinagreta baja en grasa, 1 rollo dulce sin mantequilla, 1 taza de leche descremada, 1 manzana horneada con una pizca de canela molida.
Tentempié:
1/2 taza de pretzels o 1 taza de palomitas (rositas) de maíz (choclo) libres de grasa.