Publicado en
abril 07, 2013
"VENCER EL MIEDO"
DESPUÉS del éxito de su primera novela, The Joy Luck Club, obra que examina las relaciones entre cuatro distintas madres chinas y sus hijas, criadas en Estados Unidos, la escritora Amy Tan temió que la fueran a encasillar. "No quería yo convertirme en una novelista especializada en las relaciones entre madre e hija", comenta. "Así pues, experimenté otras cosas hasta que entendí que la rebeldía no era un buen motivo para escribir".
Un día, su madre le dio la inspiración que buscaba. "Sabiendo que había llevado una vida penosa en la China represiva, le pedí que me hablara de sus experiencias de la Segunda Guerra Mundial, y me contestó: No me afectó. Luego me contó que durante los bombardeos siempre temían que los alcanzara algún artefacto. Le hice ver que acababa de decirme que la guerra no le había afectado. Y así fue, replicó ella. No me mataron".
Esa frase fue toda una revelación. La señora Tan se propuso entender la diferencia entre su perspectiva de la vida y la de su madre. Durante la revuelta de la Plaza Tiananmen, esta mujer escribió The Kitchen God's Wife inspirándose en parte en la vida de su madre. "Yo quería saber lo que significa vivir en la represión, conocer el miedo y vencerlo".
—Mervyn Rothsrein, en el Times de Nueva York.
LA OPORTUNIDAD DE ELEGIR
EL ACTOR mexicano-estadunidense Edward James Olmos se crió en la pobreza en un barrio del este de Los Angeles. Los 11 miembros de su familia vivían en dos cuartos, y la cocina tenía suelo de tierra. Sus padres se divorciaron cuando él contaba siete años. Hoy suele visitar a los jóvenes en las cárceles. Comenta:
Les digo a los muchachos que a todos se nos da la oportunidad de elegir. Hay quienes aseguran que jamás la tuvieron porque son pobres, o morenos, o inválidos; o porque no tuvieron padres. Sobran los pretextos para cruzarse de brazos en la vida. También se puede decir: "Me hallo en esta situación, ciertamente; pero no voy a permitir que me detenga. Por el contrario, voy a hacer de ella mi fortaleza".
Eso hice yo.
—Tom Seligson, en Parade
SENTIDO DEL HUMOR
ANN RICHARDS, actual gobernadora de Texas, recuerda el primer apuro en el que se vio en su primer puesto de elección:
Como nuevo miembro de la junta municipal del Tercer Distrito, me hallaba ante un problema. Se les había dicho a los trabajadores de las cuadrillas de mantenimiento de caminos que se les iba a despedir y a sustituir por mujeres, a quienes ellos no consideraban de mucha utilidad. Si esa gente demostraba su descontento negándose a trabajar, yo me vería en graves aprietos.
Me dirigí a la oficina de obras viales, en la cual me encontré con un perro horrendo de pelaje áspero y con manchas grandes de color café. Unos 30 hombres estaban allí sentados y me miraban fijamente. Buscando romper el hielo, hice algunas preguntas sobre el animal. A los texanos les encanta hablar de sus perros, pero estos tipos se limitaron a frotar los pies contra el suelo.
—¿Cómo se llama este perro? —pregunté en un nuevo intento de ganármelos.
Un viejo trabajador respondió:
—Bueno, tarde o temprano se va a enterar. Se llama Ann Richards.
Yo me reí, y ellos soltaron la carcajada. Desde entonces fuimos amigos.
—Ann Richards, con la colaboración de Peter Knobler, en Straight Frene the Heart
CURSO DE SUPERVIVENCIA
SUSAN BUTCHER, cuatro veces ganadora de la carrera Iditarod, que consiste en recorrer más de 1850 kilómetros en trineo tirado por perros, desde Anchorage hasta Nome, la describe como "la máxima experiencia" de la vida en el yermo. Pero, indica, una de las primeras cosas que hay que aprender en las bellísimas pero terribles soledades de Alaska es a sobrevivir:
Un día, seguía yo un rastro de trampas, que llevaba a una cabaña, y decidí tomar un atajo por un riachuelo. El trineo llegó a un punto donde la capa de hielo se adelgazaba, y los perros y yo nos hundimos en el agua. Los animales —de unos 20 kilos cada uno— lograron salir, y luego tiraron del trineo, de 90 kilos, y de mí, hasta suelo firme. Pero aún nos faltaban más de 40 kilómetros para llegar a una cabaña y calentarnos. Lo logramos, aunque aquello habría podido terminar en desastre. Alaska no siempre perdona. Tal vez el hombre no sea sino un punto en el paisaje: pero más le vale ser un punto pensante.
—Vis á Vis
FOTOS: (AMY TAN) © ROBERT FOOTHORAP: (EDWARD OLMOS) © D. FINEMAN/SYGMA: (SUSAN BUTCHER) © BILL ROTH/ANCHORAGE DAILY NEWS/GAMMA-LIAISON