Publicado en
noviembre 11, 2012
Saber cuál es el momento adecuado para tener un segundo hijo no es asunto fácil. En la toma de esta importante decisión influyen muchas circunstancias, como la disposición emocional, el tiempo y las posibilidades económicas de la pareja para criar a otro hijo. Descubre qué es lo que opinan al respecto los conocedores del tema y cuáles son las principales razones por las que las mujeres postergan tanto otro embarazo.
Por Becky White
Cuando pensamos en tener un segundo hijo lo primero que se nos viene a la mente es la reacción del primero. Ningún primogénito desea la invasión de un hermanito y éste es el término adecuado, pues es justamente una invasión. El hijo percibe y resiente la fuerte unión que se da entre su mamá y el nuevo bebé, lo que inevitablemente provoca una ruptura. "Pensar en compartir a su madre, y hasta separarse de ella, despierta grandes angustias en el niño", explica la sicóloga Corinne Sacca de Abadi. "Hasta ese momento podía ir y venir sabiendo que su mamá estaba allí, pero con la llegada del otro, ella comienza a tener nuevas preocupaciones".
Si no estás segura de si deseas tener un segundo hijo, y el primero ya tiene 3 o 4 años, no te queda mucho tiempo para meditarlo; puede ser que el tiempo te alcance a ti. Si te preocupa cómo dividir tu tiempo y tu amor, simplemente piensa que no se trata de dividirlos, sino de multiplicarlos.
La mujer se cuestiona por diferentes razones si debe o no tener otro hijo. El hombre, en cambio, se va por el lado de las posibilidades económicas y con base en eso decide, junto con su pareja, si es oportuno que la familia crezca. Para ella, el asunto es un poco más emocional y físico, y quizá haya de por medio una dosis de temor. Sabe que es una experiencia única y maravillosa, pero tiene ciertas resistencias. Esto es lo que nos cuenta una mamá que no sabe si está lista para otro: "Cuando mi hijo cumplió 3 años, le hice un pastel y una gran fiesta con sus amigos. Mientras lo veía abrir sus regalos, pensaba en todo lo que ya había vivido con él y cómo había crecido yo como mujer y madre. Pero también pensé en los biberones y en los pañales, en que ahora dormía toda la noche y, lo más importante, que ya tenía más tiempo para mí. Lo que me presionaba un poco eran mis amigas: una tenía dos niños, otra acababa de tener su segundo bebé y la tercera estaba embarazada. Una de ellas me comentó que con el segundo hijo tu cuerpo y tu mente sacan energía de quién sabe dónde. Pensé que, por una parte, sería muy bueno que mi pequeño tuviera un compañero; creo que mi mamá no se lo cuestionó tanto 8 aunque, claro, son otros tiempos y hay otras exigencias".
LAS PRINCIPALES RAZONES PARA RESISTIRSE
"Lo que realmente me preocupa de tener otro hijo son las estrías en la piel, el sobrepeso, la falta de tiempo, los gastos familiares, el espacio que tengo en mi casa, los celos feroces de mi hijo, quien está acostumbrado a ser el centro de atención y el dueño de todos los juguetes. También pienso en los ratos libres que pasamos juntos, ¿podré jugar toda la tarde y ver Barney todas las veces que él quiera?", confiesa una mamá. Todo esto y más es lo que cualquier mujer tiene derecho a cuestionarse porque es muy sano hacerlo y porque no somos perfectas. "Recuerdo que una niña de 4 años le reprochó a su mamá que ya no quería estar con ella desde que tenía un nuevo bebé". Este es un aspecto que la mamá debe aprender a manejar para que el nuevo hermanito sea bienvenido; los niños son muy flexibles y saben acoplarse. En realidad, tener otro hijo puede ser tan complicado como tú lo quieras ver y esto dependerá de tus circunstancias personales. Otro asunto que preocupa a las mujeres es descuidar a sus maridos por atender al nuevo miembro a la familia.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Por cada punto en contra hay uno a favor. Por experiencia, las mujeres saben que el cuerpo puede volver a ser el mismo y que las estrías tienden a desvanecerse. Como dice Abadi, "tener un segundo hijo no es un gran salto porque ya has desarrollado tu identidad como madre; pero educarlo es igual de dificil". Es por eso que se debe pensar con toda honestidad si hay compromiso, responsabilidad y, sobre todo, mucho amor para tener otro.
LAS PREOCUPACIONES MAS GENERALES
El cuerpo: Las mujeres siempre tenemos miedo a los cambios que sufrirá nuestra figura. La decisión de tener el segundo hijo es más complicada que con el primero, porque ya sabemos todo lo que nos puede ocurrir y tenemos claro muchos términos médicos que antes desconocíamos como, por ejemplo, la episiotomía.
La logística: Otro asunto que también se dificulta es salir con dos hijos. La mamá, llena de angustia, piensa en cómo hará para cuidarlos, controlarlos y acomodarlos cuando, por ejemplo, tenga que ir sola de compras al supermercado o cuando por la tarde los lleve a pasear al parque en la carreola.
El tiempo: El Dr. Bennett Leventhal, director del Departamento de Siquiatría de la Universidad de Chicago, afirma que a la mayoría de las parejas les preocupa principalmente si tendrán el tiempo y la disposición emocional para tener otro.
El dinero: Con un segundo hijo, las mujeres ya no pueden llevar el mismo ritmo de vida que antes y casi siempre tienen que dejar de trabajar, por lo menos por un tiempo, y esto afecta la economía familar. Los recursos de que se dispone es una razón suficiente para considerar seriamente otro hijo. Los estudios demuestran que las parejas invierten el 23% de sus ingresos en su primer hijo y el 15% en el segundo; esto no incluye los gastos escolares , los cuales representan el 38% del ingreso familiar.
¿CUAL ES EL MEJOR MOMENTO?
La mayoría de los sicólogos coinciden en que lo ideal es que los hermanos se lleven tres años entre sí y no dos, como habitualmente se cree. "En términos generales, explica la sicóloga Corinne Sacca de Abadi, un chico de 3 años puede vivir la separación de la madre como algo menos doloroso. Es a esa edad cuando el chico logra incorporar la imagen materna y ya no necesita tenerla físicamente para llevarla consigo". Por otra parte, cuando los hermanos se llevan poco tiempo, se genera un cierto sentido de rivalidad, ya que constantemente están compitiendo. "Cuando la diferencia es mayor, queda claro quién es quién y lo que puede hacer. Así habrá menos frustraciones", agrega Abadi. Los especialistas sostienen que dejar pasar demasiado tiempo entre un hijo y otro tampoco es aconsejable. "A partir de los 5 años, al mayor le resulta más dificil adaptarse a la llegada de su hermano".
MOTIVOS VALIDOS PARA SER MADRE DE NUEVO
Algunas parejas toman la decisión de tener otro hijo cuando surge una crisis familiar. Una mujer explicaba que ella lo decidió cuando a su mamá le detectaron cáncer de seno. Hay quienes piensan que es injusto tener un bebé debido a una razón triste o la pérdida de un pariente, ya que la decisión podría deberse sólo a la necesidad de compañía. Todo depende del caso, y si a una mujer le ayuda, es muy válido que lo haga.
Otras parejas deciden hacerlo por tener la "parejita": si ya tuvieron niña, ahora desean un niño, lo cual es lógico pero no muy válido. Otra razón, nada inteligente, para traer otro hijo al mundo es porque tu mamá o tu suegra te lo pidan, porque el médico te dice que no debes esperar más o porque piensas que así vas a arreglar tu matrimonio. Necesitas saber y sentir que verdaderamente deseas otro niño en tu vida.
¿ESTAS INDECISA?
• Pregúntate a ti misma cuánto has disfrutado estar con tu primer hijo.
• Relájate, ya habrá tiempo para dormir.
• Imagina el día en que tu hijo se vaya de casa y pregúntate qué es lo que tú desearías para él en el futuro.
• Si todavía no terminas de decidirte, imagina cómo sería tu vida familiar con otro hijo. Ahora imagínala sin él.
Fuente: Revista BUENHOGAR, septiembre 1998.