CÓMO AYUDAR A TU HIJO A SUPERAR LA TIMIDEZ
Publicado en
noviembre 18, 2012
Casi todos los niños atraviesan por una etapa de timidez, lo cual es natural. Sin embargo, es necesario que estés informada sobre lo que tú puedes hacer para que este aspecto de su personalidad no se convierta en un lastre en la vida de tu hijo.
Por Coral García Travesí
La timidez es parte de la vida de todo ser humano. Es un sentimiento normal que nos afecta a todos, que se interpreta de muchas maneras y que surge por distintas razones. Se piensa, entre otras cosas, que es debilidad de carácter y que es un complejo, pero nosotros no pretendemos juzgar. Simplemente queremos ahondar en el tema para que, como madre, puedas ayudar a tu hijo para que este rasgo de personalidad no afecte demasiado su vida (si es que es tímido). El siguiente es un caso típico del tema que nos ocupa: Antonia mostró su timidez en forma natural desde que tenía 2 años. "Cuando otros niños de su edad se acercaban a ella y le prestaban sus juguetes, ella, temerosa, corría hacia mí. Yo me preguntaba si tenía que alentarla a estar con niños porque me sentía muy mal de que estuviera aislada. Pero mi instinto maternal me hizo ser respetuosa hacia su manera tan cautelosa de interactuar con el mundo y creo que hay que confiar en ese instinto", nos comenta la mamá de la pequeña Antonia.
UN NIÑO TIMIDO
Según los sicólogos, la timidez es un rasgo de personalidad impactado por el entorno familiar. Ellos aseguran que no se nace tímido, aunque se cree que hay cierta predisposición genética. Las principales características de un niño tímido es que desea participar pero tiene miedo de hacerlo, es introvertido y callado; le gusta jugar solo y es individualista, es buen escucha y, por lo tanto, buen amigo. En la sociedad, un niño sumamente tímido es estigmatizado, se le ve como individuo raro, incluso los propios niños piensan que tiene un problema de lo cual tiene la culpa el sistema educativo. "Estamos acostumbrados a homenajear a los valientes, a los intrépidos y a los emprendedores; a pesar de eso, no hay duda de que un niño tímido también tiene cabida en el mundo", afirma Doreen Arcus, sicóloga de la Universidad de Massachusetts. Claro que no debemos pretender cambiar a las personas para sean extrovertidas si ésta no es su esencia, pero tampoco es sano que la timidez sea un bache en la vida de tu pequeño. Aún estás a tiempo para darle toda la seguridad que tanto necesita.
EL ORIGEN DE LOS COMPLEJOS
La timidez puede originar cierto tipo de complejos. Los sicólogos los describen de la siguiente manera y además nos hablan de otros:
• Timidez: La sufren personas a las que les cuesta trabajo relacionarse con los demás por miedo a que los rechacen. Tienden a anticipar el rechazo, sienten ansiedad y, por lo tanto, se inhiben. Nunca toman la iniciativa y les molestan los individuos que lo hacen.
• Físicos: La estatura, el peso y otros defectos, por ejemplo la falta de alguna parte del cuerpo apenan a muchos pequeños. El complejo surge porque todos deseamos un cuerpo perfecto debido a los patrones de belleza que rigen en el mundo, e inconscientemente la influencia de la familia propicia que tengamos este anhelo.
• Fracaso escolar: La creencia de que las buenas calificaciones son sinónimo de éxito en la vida provoca que los pequeños con bajas notas se sientan inseguros y angustiados. Esto puede afectar su desempeño, independientemente del concepto que tengan de sí.
LOS GENES NO GARANTIZAN NADA
Los últimos estudios sobre el comportamiento de un niño tímido han demostrado que la educación que reciba va a determinar su carácter y a marcar la diferencia entre un ser tímido y uno desenvuelto. También es verdad que hay niños que, genéticamente, están más predispuestos a la timidez. "Sin embargo, los genes no garantizan nada", afirma Jerome Kagan, sicólogo de la Universidad de Harvard. "Los genes sólo son la 'plataforma', las vivencias y el estilo de vida tienen un mayor efecto en el desarrollo de la personalidad". Kagan y sus colegas estudiaron a 500 niños y encontraron que el 20% (el mismo numero de niñas y niños) nació con un sistema nervioso altamente reactivo, lo que los atemorizaba cuando sentían un ambiente poco familiar, como una voz desconocida o un juguete nuevo. Cerca de la mitad de estos niños se volvió introvertida hasta los 2 años y la otra mitad no lo era tanto al llegar a la misma edad. Según Kagan, el miedo y la resistencia hacia lo desconocido ocurre porque los padres no actuaron a tiempo para darle seguridad a sus hijos en el momento en que ellos sintieron ansiedad y temor. Por otro lado, entre las experiencias que se conjugan para que un niño sea poco sociable están: recibir críticas de sus compañeros de escuela y haber vivido el divorcio de sus padres. Este tipo de situaciones comunes pueden influir y afectar a la persona y si desde el principio el temperamento del niño no era altamente reactivo, todo junto favorece que se convierta en un ser de carácter tímido y reservado.
Respeta el carácter de tu hijo, sólo así él se sentirá conforme con éste. Edúcalo para que sea un mejor ser humano.
LA TIMIDEZ EN CADA SEXO
La influencia de la educación y de la naturaleza es evidente en el número de niñas con problemas de timidez comparado con los niños. De acuerdo al Dr. Kagan, a los 10 años, el 65% de los pequeños extremadamente tímidos son mujeres. La biología pudiera ser un factor determinante (las hembras de diferentes especies, por lo regular, son mucho más temerosas que los machos). Además de esto, los padres tendemos a forzar mucho más a los niños para que sean extrovertidos que a las niñas: ellas se pueden sentar en una banca a ver un partido de beisbol, mientras que ellos están obligados a jugar porque así lo ordena el entrenador del equipo o los padres. Somos mucho más flexibles y entendemos que nuestras hijas sean introvertidas, pero no sucede lo mismo con los varones, esto sí que nos preocuparía. Tú te preguntarás, ¿qué me corresponde hacer a mí para entender y respetar la personalidad de mis hijos? Hay mucho que puedes hacer desde que son recién nacidos. ¿Quieres saber qué?
¿PUEDE UN BEBE SER TIMIDO?
Antes que la educación, existe la naturaleza y contra esto no hay nada que se pueda hacer. Para determinar el carácter de tu bebé, observa cómo reacciona ante una nueva experiencia, nota si le da miedo o lo disfruta. Un recién nacido que responde con intensidad hacia una voz desconocida y llora, nació con un sistema nervioso más vulnerable. Las estimulaciones nuevas activan el cerebro, haciendo que sus músculos se tensen y que su corazón se agite. La Dra. Arcus manifiesta que un poco de disciplina puede ayudar a los niños a combatir la timidez. "Por ejemplo, si un bebé de 10 meses está tratando de comerse la comida del gato y tú desvías su atención o la pones fuera de su vista, lo estarás 'protegiendo'. Si en cambio le llamas la atención con amor y le dices: 'Esa comida no es para ti, aquí está la tuya', es mejor porque el bebé aprenderá a entender el mundo en el que vive y en un ambiente seguro como el de su hogar". Otra estrategia para suavizar la timidez es impulsar a tu hijo a ser físicamente más audaz e intrépido; claro, con la debida precaución. Por ejemplo, haz que salte desde el sofá a los brazos de papá o que brinque contigo a la piscina. "Para un niño, volar por un breve instante es excitante porque experimenta un momento de incertidumbre, y cuando su padre lo atrapa, se siente a salvo", comenta la Dra. Arcus. En la medida en que tú construyas muchas más de estas situaciones vas a lograr que tu hijo tenga menos miedo de vivir nuevas experiencias y emociones, y por lo tanto, que viva con más seguridad y confianza. No obstruyas sus deseos de explorar y de "aventarse" a la vida. Recuerda que tomar riesgos forma parte del crecimiento de todo ser humano.
Dale un sistema firme de valores
► Basado en el máximo respeto a los demás y a uno mismo.
► No dar tanta importancia a las cosas materiales y sí a los aspectos humanos y espirituales.
► Dar importancia a conceptos como: lealtad, confianza, respeto, amistad y bondad.
► Aprender a resignarse, pero ¡ojo! Hay que enseñarle que hay cosas que no podrá tener o conseguir, pero que por ello no hay que sentirse mal. Dile que puede hacer el intento de obtener lo que desea, pero que si no lo logra, no pasa nada, la vida sigue.
NO ETIQUETES A TU HIJO
No importa el carácter de tu hijo; si es tímido por naturaleza o por las circunstancias, "lo importante es ayudarlo dándole confianza para que se sienta en control", afirma el Dr. Lynne Henderson, director de la Clínica de la Timidez (Shyness Clinic) en Portola Valley, California. Si tu pequeño tiene tendencia hacia la timidez, es importante que no lo etiquetes porque si sólo era una etapa temporal, se puede convertir en un rasgo permanente. Si tu hijo te escucha decir "es que es muy penoso", él pensara que está obligado a actuar así. Cuando alguien lo invite a jugar puedes contestar: "dale tiempo, está tratando de mediar la situación, en cuanto él quiera irá a jugar contigo".
TIPS PARA ESAS SITUACIONES DIFICILES
Tu bebé de 6 meses grita cuando su abuela se acerca para cargarlo.
● NO te desesperes porque tu bebé llora inconsolablemente. Necesita tiempo para conocer a su abuela o a otras personas.
● Háblale con palabras suaves y confortantes: "Ella es tu abuela y quiere estar contigo". Esto lo tranquilizará y estará atento a tu tierna voz.
Tu hijo de 3 años se esconde entre tus piernas en un patio de juegos donde hay muchos niños.
● NO lo alejes de tu pierna diciéndole "los niños grandes no se agarran de su mamá". Tu crítica va a hacer que se sienta más ansioso.
● Dile: "Hoy toca jugar en grupo. Yo voy a platicar con mis amigas, tú puedes sentarte junto a mí o jugar con los otros niños". Dale opciones para que se sienta en control.
Tu hijo de 6 años está aterrado porque tiene que hablar en la presentación de la escuela delante de todos los papás.
● NO le digas que no hay nada de lo que deba estar asustado. Sus miedos son reales, así que si los minimizas, harás que crezcan más.
● Asegúrale que todos nos sentimos nerviosos al hablar en público. Pregúntale qué es lo que le asusta o si está preocupado porque teme olvidar lo que tiene que decir. Una vez que sepa concretamente a qué le teme, tendrá otra perspectiva y el miedo disminuirá.
A tu hijo de 9 años le da vergüenza llamar a un amigo por teléfono para pedirle la tarea.
● NO hagas la llamada por él o digas: "¿Qué es lo que pasa contigo?" No necesitas recordárselo, él seguramente sabe que no es tan sociable como otros niños.
● Asegúrale que usar el teléfono le puede ofrecer una experiencia nueva y anímalo a hacerlo, pero dale tiempo. El hecho de no poder ver la expresión de la otra persona es una de las razones por las que las llamadas telefónicas se tornan difíciles para los niños que tienen dificultades para socializar. Para cada circunstancia que se le presente a tu hijo siempre habrá una manera más inteligente de resolver dicha situación. El común denominador de los casos anteriores es que los padres reforzaron la autoestima de sus hijos en lugar de actuar por ellos.
¡NOS HA PASADO A TODOS!
En la escuela, la timidez puede convertirse en una seria debilidad o impedimento. Esto se manifiesta cuando tu hijo es incapaz de hablar en voz alta en clase o de hacer preguntas. "Cuando un niño interactúa con otros, la convivencia tiende a ser natural", afirma Larry Welkowitz, autor de La cara oculta de la timidez (The Hidden Face of Shyness) quien recomienda que si tu hijo es tímido, hables con su maestra semanas después de que hayan empezado las clases para decirle que tu hijo puede ser penoso en ciertas situaciones. Hazle saber a tu hijo que es natural que las personas duden cómo comportarse ante situaciones nuevas. "Las personas tímidas, por lo general, piensan que son las únicas que sienten mariposas en el estómago y que todos lo demás conocen el secreto para tratar a gente nueva y nadar como pez en el agua", afirma la Dra. Arcus. Decirle esto a tu hijo puede darle la confianza que necesita para dar grandes pasos y hacerse su camino en la vida. Finalmente, si le recuerdas a tu hijo sus virtudes y talentos estarás dándole todas las herramientas para que él se pertenezca a sí mismo.
EDUCAR SIN ATACAR
► No impongas tus consejos ni tus puntos de vista.
► Escúchalo con atención.
► No lo juzgues y respeta las decisiones que tome.
► Recuérdale sus talentos.
► Reduce tus expectativas de cómo debe ser tu hijo y acéptalo tal como es.
► Incúlcale normas y principios, pero procura que sean los justos y que sean congruentes.
CUANDO LOS COMPLEJOS APARECEN
Según los sicólogos infantiles, ciertos complejos aparecen cuando los padres no han sabido tratar a un niño poco desenvuelto. Por el contrario, lo culpan por ser así, lo atacan y lo hacen sentir mal, pero sobre todo porque no cumple con sus expectativas. Los padres desearían que fuera un niño extrovertido e intrépido. Todo esto favorece la aparición de complejos irreparables en los niños. Pronto se darán cuenta de su debilidad y se compararán con otros niños. Sin embargo, las comparaciones las hacemos todos a lo largo de nuestra vida. ¿Qué niño no se ha comparado alguna vez con otro que es más guapo, más listo o que tiene más dinero? Pero el problema aparece cuando él no tiene un concepto lo suficientemente elevado de sí mismo y esas comparaciones están motivadas por el miedo. Si no reúne las condiciones ideales de cómo tendría que ser (y no es) será rechazado por todos los que le rodean.
De dónde vienen
Según los sicólogos, el inicio de estos miedos tiene lugar cuando el pequeño tiene una imagen de sí mismo poco edificante. Las causas de esta percepción pueden ser muy diversas:
• Debido a la falta de tacto de los padres en el momento de regañarlos, pues les muestran un rechazo real: ¿Qué modales son esos? A mí no me gustan los niños maleducados".
• Cuando los padres o maestros tienen expectativas irreales acerca de cómo debe ser el niño y constantemente lo comparan con otros: "¿Por qué no eres buen niño como tu primo Agustín?"
• También puede ser que el niño tenga buenas expectativas, pero que la forma de conseguirlas sea inadecuada y que esto lo lleve a la frustración: Quiere ser tan fuerte como su amigo, pero como no lo logra, se decepciona de sí mismo.
• En definitiva, lo que está buscando es la aprobación de los demás, pero por caminos equivocados, lo que irremediablemente lo lleva a la frustración.
La mente todo lo puede
Cada etapa de la vida aporta impresiones, sentimientos y razonamientos sobre uno mismo y estos conceptos se forman en función de las reacciones de los demás hacia el niño. No interesa si esas reacciones son ciertas o no, en su cabeza son reales. El niño sólo podrá discernir la diferencia si se le ha enseñado a pensar por sí mismo y si su autoestima es positiva. De lo contrario, se forma un círculo vicioso: la valoración negativa lo lleva a tener una imagen negativa, lo que provoca que tenga un comportamiento inadecuado porque tiene una imagen distorsionada de él mismo. Es decir, se produce el complejo o el miedo al rechazo.
Cuando educas a un hijo es vital que construyas su autoestima. Recuerda que es la opinión que tiene de sí mismo.
FOMENTA SU AUTONOMIA E INDEPENDENCIA
► Tu hijo es una persona independiente y por supuesto necesita cuidado, pero no le impidas hacer cosas por tus propios miedos e inseguridades.
► Una vez que le hayas explicado las cosas, procura dejarle un margen de confianza. Permite que se equivoque, porque sólo así aprenderá a manejarse cuando tú no estés a su lado.
► Estimula que se relacione con otros chicos desde muy pequeño; pero no te empeñes en defenderlo de todo. Con sus juegos, sus pequeñas peleas es como aprenderá a defenderse.
► Enséñale a solucionar sus problemas. Escúchalo con paciencia y apóyalo dándole tu consejo, pero deja que él llegue a sus propias conclusiones. Cuando se presente un problema, pregúntale cómo lo resolvería y si tiene razón, déjalo actuar.
NO DEJES QUE LOS AFECTEN
Los complejos e inseguridades causan distintos desórdenes en la manera de percibir la realidad del niño y, por lo general, esos conceptos van en contra de su persona. Estos son los más comunes.
• Tienden a exagerar las virtudes de los demás y a minimizar las que ellos tienen. Esto es muy frecuente cuando se sienten inferiores.
• De las misma manera, exageran sus propios errores y minimizan los de los demás. Lo cual, obviamente, afecta su autoestima.
• Comparan su cuerpo, su talento, su ropa, su inteligencia, etcétera y siempre son escasos o demasiado grandes respecto a los demás.
• Se centran en los detalles negativos de la vida, olvidando los positivos.
¿Qué hacer?
¿Si piensas que tu hijo tiene algún tipo de complejo, no le des una importancia desmedida, sólo es falta de autoestima y esto siempre tiene solución. Lo principal es que puedes estar consciente de esto para poder tomar las medidas más pertinentes.
Fuente: Revista BUENHOGAR, Noviembre 1998.