Publicado en
octubre 14, 2012
Aunque te sientas agotada, debes procurar el buen hábito de guardar tu ropa como se debe. Al cabo de algún tiempo notarás que vale la pena.
La ropa puede durar más allá de los límites de temporada. Sólo debes cuidarla y tratarla con un poco de esmero. Aprende a conocer y a tomar en cuenta las características de las prendas desde el momento en que las compres.
Por Evelia Trillo Gutiérrez
La pasión de muchas mujeres es comprar ropa, ¿cierto? Invertimos la mayor parte de nuestro dinero en ella. Para que la inversión nos reditúe más, necesitamos darle cuidados muy sencillos y que no tomarán mucho tiempo. Para comenzar, sigue las instrucciones de lavado, secado y planchado al pie de la letra. Aprende a doblarla y guardarla correctamente. El cambio de estación no pone fin a la ropa de la temporada pasada. Sólo aléjala de lugares cerrados, malos olores y manchas persistentes. Es importante que leas las instrucciones de las etiquetas. Pon en práctica las sugerencias que te damos y todo tu guardarropa se verá como nuevo por muchos años.
UNA VIDA MAS PROLONGADA PARA TU ROPA
El primer paso es identificar el tejido con el que está confeccionada la prenda. Aquí tienes una lista de los más comunes.
LANA: Encoge si se lava a temperatura muy alta y se deforma cuando la cuelgas para secarla. Se puede lavar en seco, con agua fría o templada. Usa un jabón neutro y seca la prenda extendiéndola en forma horizontal. Retiene las manchas y el sudor corporal por lo que tienes que lavarla después de cada puesta.
Ventajas: Es un buen aislante térmico, tiene gran poder absorbente y tiene una gran capacidad de recuperación.
Desventajas: Se apelmaza y se pone amarilla con agua caliente.
SEDA: No resiste las temperaturas muy altas, ni el centrifugado. Las manchas rebeldes necesitan la atención de un profesional. Se debe planchar sin vapor y a baja temperatura. Algunos tipos de seda pueden lavarse a mano; otros sólo toleran el lavado en seco. Si tus prendas son lavables, utiliza agua fría o templada y jabón neutro. Si las dejas remojando mucho tiempo o las frotas, el tejido se puede abrir. Para ponerlas a secar, elimina el exceso de agua y cuélgalas en forma horizontal. La transpiración mancha las prendas de manera irreversible, para evitarlo ponte debajo una camiseta de algodón para que ésta absorba el sudor. Para evitar que el perfume deje manchas en la tela, mejor aplícatelo antes de vestirte.
Ventajas: Es resistente, ligera, suave y de tacto agradable. Los colores se fijan muy bien en los tejidos de la seda.
Desventajas: Es muy sensible al frote y a la transpiración.
ALGODON: Es una fibra natural resistente a las aspas de la lavadora y a las altas temperaturas. Cuando compres una prenda de algodón, lee la etiqueta para asegurarte de que sea prelavada, de lo contrario encogerá cuando la laves en casa. El algodón resiste muy bien el calor de la plancha. Si las prendas son de color, es mejor lavarlas por separado, ya que pueden soltar el colorante y dañar irreversiblemente el resto de la ropa.
Ventajas: Es fresco y flexible, resistente al rasgado y al frote.
Desventajas: No fija bien los colores y se arruga fácilmente.
LINO: Es una fibra natural que no resiste los centrifugados ni el lavado a temperaturas altas. Pero sí resiste el calor de la plancha. Para lavar esta tela lo más recomendable es hacerlo a mano.
Ventajas: Es fresco, agradable al tacto y te lo puedes poner varias veces antes de lavarlo.
Desventajas: Se arruga con demasiada facilidad.
TEJIDOS ARTIFICIALES: (Viscosa, acetato y rayón). Estas telas no deben pasar por el ciclo de centrifugado, ya que se pueden deformar. Algunos tejidos sintéticos se destruyen al contacto de ciertas sustancias químicas, como el removedor de esmalte. Las aplicaciones de pedrería necesitan cuidados especiales.
Ventajas: Su tacto es sedoso y los colores tienen una gran capacidad de permanencia en los tejidos. No se arrugan.
Desventajas: Arden con gran facilidad, por lo que hay que tener cuidado. Tienden a cargarse de electricidad estática.
TEJIDOS SINTETICOS: (Poliéster, nailon y /lycra) Se lavan en agua tibia y se planchan a baja temperatura.
Ventajas: Son bastante resistentes, se arrugan muy poco y los colores se fijan bien en este tipo destejidos.
Desventajas: Arden con suma facilidad y tienden a cargarse de electricidad estática. No deben plancharse a vapor.
No pases por alto las instrucciones
Si lees con cuidado las instrucciones de las etiquetas, prolongarás la vida de tus prendas.
Etiquetas: En ellas se especifica si la pieza se debe lavar a mano o en seco, así como el producto correspondiente para hacerlo. También, encontrarás si se tiene que lavar por separado, si es resistente a la lejía, si se puede exprimir y planchar, así como la temperatura indicada.
Siempre lava por separado las prendas blancas y las de color. Evitarás accidentes de teñidos.
Cuelga las prendas por el revés, en especial las de color, ya que el sol tiende a "comérselo".
Las prendas de seda y de lana de color blanco o natural no deben tenderse al sol, ya que se percuden o adquieren un color amarillento.
Para que los pantalones no queden marcados ni rrugados, cuando los pongas a secar, cuélgalos con pinzas.
ROPA SIN ARRUGAS
Todas soñamos con prendas que no se planchen. Para minimizar este trabajo, lee la etiqueta. En ella vienen las indicaciones, que están representadas con una plancha. Si ésta tiene encima una cruz significa que no tienes que hacerlo, así que bastará con guardarla en el sitio apropiado. El planchado de tu ropa puede resultar una tarea sencilla si tomas en cuenta las siguientes recomendaciones:
● Identifica en las etiquetas la temperatura adecuada para el planchado individual de cada prenda.
● Si tienes alguna duda, primero prueba la plancha en una zona que no sea visible, para que no dañes toda la prenda.
● El termostato de la plancha es el mejor indicador para planchar sin ningún problema. Un punto significa que la temperatura es la más baja y es la adecuada para los tejidos sintéticos y la seda. Dos puntos es la temperatura media y se recomienda para la seda y la lana. Tres puntos indican una temperatura alta y se usa para planchar todo tipo de ropa de algodón y lino.
● Plancha a vapor las telas de terciopelo, algodón, lino o lana. El lino quedará mejor si antes de plancharlo lo rocías ligeramente.
● Para que tu ropa no se vea brillosa, plánchala al revés. Si pones una tela de algodón entre la prenda y la plancha, mejor.
● Si tu ropa de seda o lana está ligeramente arrugada, cuélgala en el baño y abre la llave del agua caliente. El vapor la "planchará".
La ropa interior también necesita que la "mimes"
Si guardas las medias de nailon en bolsas, evitarás que se jalen accidentalmente cuando las saques del cajón. Pon la lencería que usas a diario en un cajón determinado. Destina otro para la lencería especial: como la que usas para los vestidos de noche y para ciertos escotes.
EL ARTE DE COLGAR LA ROPA
Por lo general, la ropa pasa mucho tiempo guardada. Para que no se maltrate, es indispensable que la cuelgues y la dobles correctamente.
● Nunca la guardes a presión. La falta de espacio hace que se arrugue permanentemente y se deforme.
● Usa ganchos de madera, plástico grueso, o forrados con tela. Envuelve con papel los extremos de los ganchos de metal. Esto evitará que las puntas queden marcadas en las prendas finas.
● Usa ganchos con pinzas para colgar pantalones y faldas. Si las pinzas dejan marcas en la tela, pon entre ellas papel grueso o fieltro. Los pantalones que se sujetan con pinzas en la cintura nunca tendrán marcas de dobleces.
● Cuelga toda la ropa con los botones y los cierres cerrados. Esto evita que las solapas se deformen.
● Compra ganchos para colgar los pañuelos, las mascadas y los cinturones.
● Las fundas son indispensables para que la ropa no se llene de polvo. Las de plástico no son apropiadas para guardar telas de tejidos naturales.
● Las estolas y mascadas grandes no se arrugarán si las cuelgas en ganchos para pantalón forrados.
● Los vestidos con pedrería se deben colgar al revés.
● Los trajes de seda se deben colgar en fundas de algodón. El plástico no se recomienda, ya que los tejidos de seda necesitan respirar. De lo contrario, se dañarán muy pronto.
Los ganchos forrados son ideales para evitar que queden marcas o puntas en la ropa. Son un poco más caros, pero son una buena inversión.
ZAPATOS SIEMPRE DISPUESTOS A LLEVARTE
Para que su tiempo de vida sea más prolongado, los zapatos también necesitan de cuidados específicos. Te recomendamos:
● Guarda los zapatos y las botas con hormas de plástico o madera. Así recuperarán su forma original después de usarlos. Si se humedecen, sécalos lejos de los radiadores u otras fuentes de calor; de otro modo, el material del que están hechos se agrietará.
● La grasa para zapatos es necesaria para mantenerlos hidratados y en buen estado. Usala con regularidad.
● Según el tipo de piel (ante o napa) necesitarás cepillos y productos especiales para conservarlos en buen estado.
● Es indispensable tener una grasa de color negro, una café y una neutra. Usa un cepillo para cada color.
● Los zapatos de charol se limpian con agua y jabón neutro. Sécalos con un trapo limpio. Revisa los tacones y suelas periódicamente. Cámbialos cuando lo requieran.
REMEDIOS CASEROS PARA DESMANCHAR TU ROPA FAVORITA
Cuando se te ensucie alguna prenda procura limpiarla de inmediato. De otra forma, la mancha será permanente. Si se trata de tejidos naturales, puedes aplicarles lo siguiente:
● Tinte: jugo de limón puro.
● Oxido: limón y un poco de sal.
● Goma de mascar: una mezcla a partes iguales de vinagre blanco y alcohol de 90°.
● Grasa y aceite: talco.
● Manchas de pasto: alcohol de 90°.
● Tinta en tejidos blancos: lejía.
● Grasa y labial: bencina (gasolina blanca).
● Sangre y fruta: amoniaco.
● Café: una mezcla a partes iguales de amoniaco y vinagre blanco con alcohol.
● Vino tinto: sal.
● Manchas amarillentas en prendas blancas: la leche ayuda a blanquear este tipo de manchas.
Los ganchos para pantalones son una buena opción para colgar tus faldas. Sólo sujétalas con unas pinzas para que no se arruguen.
LO MEJOR PARA LA ROPA DE PIEL
Las prendas de piel, cuero y gamuza requieren de cuidados similares. Guárdalas en áreas ventiladas, lejos de las fuentes de calor y protégelas de la humedad. Para que mantengan su elasticidad, debes de asegurarte de que no estén muy secas ni muy húmedas. Dales espacio en tus armarios para que puedan respirar. Si las prendas se exponen mucho a temperaturas altas, se agrietan con facilidad. Si llegas a mojar tus prendas de piel, sécalas para que no se forme moho en ellas.
Si no tienes espacio para colgar tus cinturones, enróllalos y guárdalos en una cesta. Además de que los mantendrás en orden, se verán lindos.
¿Y QUE PASA CON LOS ACCESORIOS?
El cuidado que se les debe dar depende del tipo de accesorio del que se trate:
● Los bolsos se pueden guardar en bolsas de plástico, excepto los de cuero, éstos necesitan una bolsa de algodón.
● Guarda los guantes por pares y siempre extendidos. Los sombreros finos deben ir siempre en una caja de cartón.
● Las joyas y la bisutería fina se conservan en su estuche original. Si no lo tienen, guárdalas por separado en bolsitas de plástico para que no se rayen entre sí.
● Ten a la mano productos para limpiar plata. Si se te acaban, recurre a la pasta de dientes. Es un buen sustituto instantáneo.
● Para que la bisutería no pierda su brillo, úsala sólo sobre tu ropa para que no esté en contacto directo con la piel.
● Guarda las gafas de sol sólo en estuches forrados, así evitarás que se rayen.
¡CUIDADO CON LAS MANCHAS!
El jugo de las frutas mancha el algodón y el lino con demasiada facilidad. Lava las prendas de inmediato para que la mancha no se fije en los tejidos de manera irremediable.
La transpiración corporal es el peor enemigo de la seda. Algunos tipos de seda son muy delicadas y se pueden manchar con simples gotas de agua. Evita rociarla para plancharla.
La grasa y el aceite que caen en los tejidos naturales se van con disolventes. Ten cuidado con los tejidos de color, ya que si usas un disolvente equivocado, el tinte se puede decolorar.
UN SIMPLE RECORDATORIO
Un pequeño rasgón se puede transformar en un agujero sin remedio. Evítalo arreglando los desperfectos a tiempo.
● Revisa los botones y refuérzalos inmediatamente después de comprar la ropa. Guarda muy bien los de repuesto.
● Asegúrate de que los cierres funcionen perfectamente.
● Refuerza las costuras que se vean débiles.
● Revisa las bastillas y arregla las que están descosidas.
● Convierte a tu costurero en el "botiquín de primeros auxilios" de tu ropa. Lo más indispensable son las agujas, alfileres botones de diversos tamaños e hilos de varios colores. El blanco, el negro y el azul marino son los principales.
EN CADA CAMBIO DE ESTACION
Si no tienes suficiente espacio en los armarios o clósets para guardar la ropa de estación que no usas, te sugerimos:
Si no puedes guardar los abrigos de piel en el refrigerador, envuélvelos en una sábana de algodón y ponlos en un lugar fresco. Esto permitirá que respiren y se conserven mejor.
La ropa de lana se guarda completamente limpia. Si es preciso que uses naftalina, compra una que sea inodora; de este modo, cuando vuelvas a sacar las prendas, no tendrán mal olor. Si deseas prescindir de ella, guarda la ropa en bolsas de algodón (nunca de plástico) que tengan cierre hermético.
CUIDADOS PARA JOYAS
Las joyas, al igual que la ropa, necesitan cuidados especiales dependiendo de sus características. Las piezas de oro que no tienen piedras preciosas se pueden sumergir por unos minutos en una solución de agua, amonia y un detergente suave. Enjuágalas con agua tibia y sécalas muy bien con una toalla que no suelte pelusa. Nunca sumerjas en agua las joyas que tienen detalles de ámbar, coral o lapislázuli. Sólo límpialas con un trapo suave después de cada puesta. Nunca uses tus joyas mientras te bañas.
Fuente: Revista Buenhogar - Ecuador, Septiembre 1998