Publicado en
octubre 14, 2012
LAS FRESAS SILVESTRES menudean en verano en márgenes de bosques húmedos.
Por Jordi Cebrián
BAYAS SILVESTRES PARA ALGUNAS DOLENCIAS
Con el final del estío los bosques y campiñas se nutren de una variada gama de frutas silvestres, bendecidas este año por la generosidad de las lluvias primaverales. Frambuesas, grosellas, serbales, endrinos, moras y fresas, entre otras, rivalizan para llamar la atención de las aves y otros animales del bosque, que al consumirlas contribuirán a la dispersión de sus semillas.
Algunas de estas hayas pueden resultar demasiado ácidas o insulsas para el paladar delicado de los humanos, pero otras constituyen toda una delicatessen y se emplean para dar sabor y color a los platos más sofisticados.
En general todas las frutas destacan por su riqueza en pigmentos naturales –antocianinas y carotenoides–, que explican su poder antioxidante. También constituyen pequeños tesoros de fibra, vitaminas y minerales.
PERLAS DE LA SALUD
Las fresas silvestres tienen un sabor algo más ácido que las de cultivo, pero son un placer hasta para los paladares más exigentes. Aportan mucha vitamina C (100 g satisfacen el 100% de las necesidades diarias) y antioxidantes, que ayudan a retrasar el envejecimiento celular. Están indicadas como apoyo en caso de fragilidad capilar, varices y hemorroides.
Pocas frutas del bosque poseen tantas virtudes medicinales como las del arándano. Se indican para combatir los edemas y la retención de líquidos, para aliviar los problemas de insuficiencia venosa como varices y hemorroides, y para tratar retinopatías y la hemeralopía, que es la disminución de la agudeza visual con la luz del crepúsculo o una luz tenue. originada a veces por un déficit vitamínico.
El monte mediterráneo se decora en septiembre con los frutos del madroño. Son comestibles y gustosos, un punto ácidos a veces. pero no deben consumirse más que unos pocos ya que en personas predispuestas pueden provocar mareos y migraña. Aportan vitaminas y fibra. y con ellos se elaboran licores, mermeladas y confituras.
No tan conocidos, los guillomos crecen en orlas de bosques y peñascos. Los frutos, de color azul negruzco, son aromáticos, ligeramente dulces. También aportan vitaminas y minerales. Se conservan frescos o desecados, y con ellos se elaboran mermeladas y pasteles.
Los arándanos destacan por su riqueza en vitaminas, minerales y antocianinas.
4 FRUTAS MUY GUSTOSAS Y BENEFICIOSAS
Podemos adquirirlas en comercios o bien cosecharlas nosotros mismos, siempre en cantidades pequeñas porque se conservan poco tiempo.
ARÁNDANO Vaccnium myrtillus: Es vitamínico, antiinflamatorio, oftálmico, diurético, antiedematoso y hemostático.
Para tomarlo puede ser de frutos frescos, en jarabe o zumo o bien en mermeladas. Extracto. tintura e infusión.
FRESA Fragaria vesca: Actúa como antioxidante hemostática local, antidiarreica, vitamínica y remineralizante.
Para tomarla puede ser en frutas frescas en zumo, jarabe, sorbete, jaleas, mermeladas y en repostería.
GUILLOMO Amelanchier ovalis: Nutritivo, vitamínico remineratizante, diurético, hipotensor, febrífugo y antirreumático (hojas y cortezas).
Para tomarlo puede ser en frutas frescas o desecadas, en compotas y jaleas. Infusión y decocción de hojas y cortezas.
MADROÑO Arbutus unedo: Resulta vitamínico, remineralizante y diurético, así como antiséptico urinario (las hojas y la corteza).
Para tomarlo puede ser en frutas frescas, en mermelada, jaleas, confituras y licores. Las hojas y la corteza en infusión o decocción.
Fuente:
CUERPO MENTE - ESPAÑA - SEPTIEMBRE 2008