Publicado en
septiembre 30, 2012
Hay mujeres cuyas relaciones de pareja las hacen sufrir intensamente. Si tú estás en ese caso ten cuidado, puede ser que no se trate de amor sino de una peligrosa adicción que poco a poco destruirá tu hogar y tu matrimonio.
Por Evelia Trillo Gutiérrez
A veces creemos que estar enamorada es vivir una relación amorosa llena de sufrimientos; confundimos el dolor con pasión. Hay quienes dicen que una señal de gran amor es hablar todo el tiempo de él. Si estás de acuerdo con cualquiera de estas afirmaciones, puede que algo no ande bien en tu relación. ¿Acaso uno está enamorada cuando disculpa los arranques de ira de su pareja o los desaires que le hace? Las mujeres que soportan todas las actitudes de un hombre, aunque esto dañe su bienestar emocional y fisico, reciben el nombre de "mujeres que aman demasiado". Son aquellas que no soportan las conductas de su pareja pero las disculpan porque consideran que si ellas fueran más atractivas y amables, tal vez, él tomaría otra actitud. "A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que es así como deben ser las relaciones de pareja [...] Algunas nos hemos obsesionado tanto con nuestra pareja y nuestra relación que apenas podemos funcionar como personas", opina la terapeuta familiar Robin Norwood en su libro Las mujeres que aman demasiado, de editorial Vergara.
El sexo y la mujer que ama demasiado
Algunas de las características de la conducta sexual que Robin Norwood identifica en las mujeres que aman demasiado son:
√ El sexo es una de las herramientas que usan para cambiar y manipular el comportamiento de su pareja.
√ Confunden angustia, miedo, sufrimiento y dolor con amor y excitación sexual. Llaman "amor" a la sensación de tener un nudo o cosquillas en el estómago.
√ Se excitan a partir de los sentimientos de su pareja. No son capaces de sentirse a gusto por sí mismas.
√ Temen verse envueltas por su propia necesidad de afecto. Sólo se sienten cómodas con la distancia emocional creada y mantenida por la tensión de la relación pasional.
¿Qué tipo de mujer es la que ama demasiado?
Robin Norwood considera que amar demasiado no es un sentimiento de amor sano; al contrario, es sólo una obsesión que se siente por una persona. Tal obsesión nos hace controlar las emociones y nuestra conducta y crea una influencia negativa en la parte anímica y en la autoestima. Generalmente, el amor es medido por la profundidad del sufrimiento que uno siente. La doctora Norwood nos presentan algunas de las características emocionales que forman la personalidad de la mujer que ama demasiado:
1. La mujer proviene de un hogar disfuncional donde no se pudieron satisfacer la mayoría de sus necesidades emocionales.
2. Cuando una mujer no tuvo afecto en su infancia, tiende a proporcionarlo al hombre que considera que también lo necesita.
3. La falta de cariño lleva a la mujer a tratar de cambiar a los hombres que son inaccesibles para ella.
4. Siente temor de ser abandonada y hace todo lo posible por evitar la disolución de la relación.
5. Está acostumbrada a no tener amor verdadero y vive de falsas esperanzas.
6. Se siente culpable y responsable de todo lo negativo en la relación.
7. Su autoestima y amor propio están devaluados.
8. No tiene la menor confianza en sí misma y necesita desesperadamente controlar a los hombres.
9. Es más feliz con las fantasías que se producen en una relación inestable que afrontando la realidad.
10. La mujer se vuelve adicta a los hombres y al dolor emocional. Tiene tendencias hacia otras adicciones como lo son el alcohol, las drogas y a comer en exceso.
11. Siente una fuerte atracción por las personas caóticas y problemáticas. Resolver los problemas ajenos la desconcentra de la reponsabilidad que tiene hacia su persona y ante la vida misma.
12. Vive dentro de una constante depresión.
13. Siente repulsión hacia los hombres que son "agradables" y que muestran amabilidad, estabilidad y confianza. Los considera como seres muy aburridos.
La pasión sexual no es indicio de amor
Muchas veces hemos escuchado que el "buen sexo" es sinónimo de "amor verdadero". Sin embargo, en una mala relación de pareja la interacción sexual puede ser excitante e intensa pero carece de respeto y de compromiso. Las mujeres que aman demasiado creen que el sexo es saludable para la relación. En cada entrega apasionada hay una lucha persistente para cambiar las actitudes negativas que caracterizan a la pareja. Anhelan expresar por medio de besos y caricias lo especial y digno que él es de ella. Quieren convencerlo de que realmente están enamoradas y esperan que su actitud lo haga cambiar definitivamente. "Para una mujer que vive una relación infeliz o que tiene una pareja que no es la más adecuada para ella, el acto sexual puede ser el único aspecto gratificante de la relación y la única manera efectiva de relacionarse con el otro", comenta Robin Norwood. El verdadero amor implica una sociedad entre dos personas que se quieren y están profundamente comprometidas con sus valores, intereses y objetivos. La confianza y el respeto mutuo les da mayor intimidad. Por el contrario, el amor apasionado, es aquel que una mujer siente por un hombre que es imposible e inaccesible. La pasión se debe a la imposibilidad de amar y sentirse amada al cien por ciento. La relación apasionada está llena de excitación y de pasión, sí, pero amabas partes viven una sensación de insatisfacción y frustración. Si se superan los obstáculos y no hay compromiso, la relación se hace cansada y el deseo se apaga.
Las experiencias de la infancia
Todas las vivencias familiares que tenemos en la infancia, marcan de alguna manera la pauta de conducta que llevaremos en la vida adulta. Si en la infancia se manifestaron relaciones sanas con nuestros padres y hubo muestras constantes de afecto, cariño, interés y aprobación, buscaremos a una pareja que nos haga sentir seguras durante nuestra vida adulta. Es decir, rechazaremos a todas aquellas que nos hagan sentir menos positivas. En cambio, cuando se vive dentro de un hogar completamente disfuncional o con dificultades que tiende a ser insalvables, la familia se evade y pone atención en problemas más simples y que pueden ser solucionables. Por ejemplo, las peleas entre los esposos pueden disfrazarse exigiéndole a los niños que saquen buenas calificaciones. Con esto se les hace creer a los niños que los problemas entre sus padres se deben a su bajo rendimiento escolar. Ellos llegan a pensar que son culpables de la falta de armonía. Otro aspecto puede ser alcoholismo de los padres. Esto crea codependencias dañinas que repercuten a la hora de elegir a una pareja. Generalmente, una niña que interactúa con una madre alcohólica, toma responsabilidades que no le corresponden y deja insatisfechas sus necesidades de amor y cariño. Una niña que crece bajo este patrón, cuando es adulta siente atracción por los hombres alcohólicos o inmaduros. Ella tomará el rol de la persona protectora y se sentirá responsable de solucionar los problemas. Así, mientras más sufrimiento encuentre en sus relaciones, más se acrecentará en ella la falsa idea de poder soportar las penurias.
Un "baile" terriblemente destructivo
Alguna vez nos hemos preguntado qué es lo que hacen las mujeres que aman demasiado para encontrar al hombre con quien puedan prolongar los patrones perjudiciales que aprendieron en su infancia. La respuesta es muy sencilla. No es necesario que una mujer busque a una persona que se parezca a su madre o a su padre, lo que ella busca y encuentra es con quién sentir lo que vivió en su infancia. Desea enfrentar los desafíos que encontró al crecer. Ella se sentirá bien con la persona con quien pueda practicar los movimientos aprendidos. "Esa sensación de misteriosa familiaridad surge cuando se juntan una mujer y un hombre cuyos patrones de conducta encajan como piezas de un rompecabezas. Si el hombre le ofrece a la mujer una oportunidad de abordar y tratar de triunfar sobre los sentimientos infantiles de dolor y desamparo, de no ser amada y necesitada, entonces, la atracción se vuelve virtualmente irresitible para ella. Cuanto más dolorosa haya sido la niñez, más poderoso será el impulso de recrear y dominar ese dolor en la adultez", opina Robin Norwood. Tal vez nos preguntemos por qué si la relación amorosa no es la adecuada es tan difícil ponerle fin a ese "baile" destructivo. Mientras más complicado sea concluir una relación que causa daño, más elementos surgirán para luchar contra lo que se vivió en la infancia. Una persona que ama demasiado trata de vencer los enojos, frustraciones y miedos a los que se enfrentó en la niñez. Darse por vencida es como renunciar a la valiosa oportunidad de encontrar alivio y de solucionar lo que se cree que se hizo mal. "Esta emocionante posibilidad de rectificar viejos errores, de recuperar el amor perdido y de ganar la aprobación que se les negó es lo que inconscientemente atrae a las mujeres que aman demasiado", comenta Norwood.
El amor no debe ser adicción ni obsesión
Una mujer que ama demasiado suele ser adicta a las relaciones intoxicadas de dolor, miedo y anhelo. Cuando se quieren bloquear los sentimientos negativos que se vivieron en la niñez, una mujer "adicta a los hombres" puede desarrollar otro tipo de dependencia hacia sustancias adictivas como lo son el alcohol y las drogas. Estas adicciones le permiten evadirse de la realidad, la distraen y la hacen insensible al vacío emocional que hay en su ser. La enfermedad principal por amar demasiado es la adicción al dolor y a la familiaridad de una relación que no es satisfactoria. La mujer que usa a su pareja como una droga hará de la relación algo negativo y experimentará la misma resistencia y sensación que se tiene para dejar las sustancias tóxicas. Por enfermo, cruel e incompetente que sea su hombre, debe entender que cada intento por cambiarlo es una manifestación más de su propia enfermedad. Si la mujer que ama demasiado se le enfrenta con suavidad y firmeza, llegará el momento en que reconozca su adicción a las relaciones destructivas y buscará una solución. La obsesión que se siente por un hombre tampoco es amor verdadero. Si se está obsesionada con él, eso significa que lo único que funciona en esa relación es el sexo. La excitación, el deseo y el temor son un conjunto poderoso que, muy a menudo, se confunde con amor. La paz y tranquilidad que brinda una relación sana y estable va más allá del terrible sufrimiento que provoca la obsesión por amar.
¡Sólo basta con ser tú misma!
En el momento que una mujer que ama demasiado se empiece a querer a sí misma, comenzará a mimarse y a respetarse, dejará a un lado el papel de la amante que sufre y se permitirá ser amada de verdad. Si hay mucho amor en uno mismo, es más fácil aceptar el amor auténtico que viene de otra persona, en especial de la pareja.
Síntomas de una relación sana
Robin Norwood considera que una mujer que se ha recuperado de la enfermedad de amar demasiado manifiesta las siguientes características:
1. Se acepta por completo, aun cuando desea cambiar partes de sí misma. Hay un amor propio y una autoconsideración básicas que alimenta con cuidado y que lleva con decisión a todas las áreas de su vida.
2. Acepta a los demás tal y como son, sin tratar de cambiarlos para satisfacer sus propias necesidades.
3. Está en contacto con sus sentimientos y actitudes en todos los aspectos de su vida, incluso el sexual.
4. Su autoestima es lo suficientemente fuerte para que pueda disfrutar la compañía de los demás, especialmente la de los hombres.
5. Se pregunta: "¿Esta relación es buena para mí? ¿Me permite ser capaz de llegar a ser todo lo que soy capaz de ser?" Si es así, la toma.
6. Sabe que para que una relación funcione debe darse entre dos personas que compartan objetivos, intereses y valores similares y que ambos deben tener capacidad para la intimidad. También sabe que ella es digna de lo mejor que le pueda ofrecer la vida y el verdadero amor.
Fuente: Revista Buenhogar - Ecuador, Septiembre 1998